Ganar tamaño e impulsar la innovación, retos del sector agroalimentario

El análisis sobre la situación actual del sector agroalimentario español ofrece luces y sombras. Con todo, su potencial económico es innegable, así como su capacidad para superar obstáculos, «siendo capaz de crecer incluso en época de crisis». Es el segundo gran sector económico del país, tras el turismo. Da empleo a más de 2, 3 millones de trabajadores y supone el 8,4% del Producto Interior Bruto.Así se refleja en la publicación que bajo el título ‘ El sector agro-mar-alimentario español. Una visión renovada’ presentaba ayer Cajamar Caja Rural, bajo la coordinación de Jorge Jordana, doctor ingeniero agrónomo, ex secretario de la Federación Española de la Industria de la Alimentación y Bebidas, FIAB, y profesor universitario. Jordana subrayaba en la presentación de este trabajo, en el que han colaborado más de 30 investigadores y profesionales, la fortaleza de un «gigante industrial invisible», que «tiene futuro» y posibilidades reales de crecimiento.Un futuro «que no será gratis» y que pasa, en su opinión, por eliminar obstáculos como la «inadecuada gobernanza en Europa». Y es que, según este profesor, «el mayor enemigo del sector son las malas políticas económicas comunitarias». Un aspecto, como la escasez de agua a la que se alude, que requieren «el esfuerzo de todos».El libro, que forma parte de la colección de estudios Mediterráneo Económico, apunta también otros inconvenientes derivados de una estructura atomizada o la formación empresarial profesional, que depende los titulares del sector.«Si no hay tamaño no seremos competitivos», afirma convencido el coordinador de esta publicación, que apuesta por una cadena alimentaria en la que «funcionen todos los eslabones». De las 30.000 empresas que conforman la industria alimentaria española, más del 99% son pymes. Un hecho destacable junto a la escasa integración y unión por parte de los productores en cooperativas u organizaciones profesionales.El sector agroalimentario español tiene «capacidad de crecimiento», como se pone de manifiesto en esta publicación. Según los datos de la FAO, el reto hasta 2050 será incrementar entre un 60 y un 70% las producciones para abastecer la demanda mundial. Lo que quiere decir que «pocos sectores como el agroalimentaria tienen perspectivas de futuro para poder crecer» a estos niveles.Según el doctor Jordana, España y Castilla y León presentan una oferta agroalimentaria «competitiva», aunque hay «sombras» que hay que tener en cuenta.Por un lado la globalización, «que no es mala en sí misma», pero que obliga al sector a dimensionarse «para competir». La publicación de Cajamar pone en valor, por otra parte, el crecimiento registrado en las exportaciones año a año, lo que se traduce en un incremento de cuota de mercado internacional.A pesar de ello, el libro alerta sobre la capitalización de las empresas, y cuestiona que en España lo habitual sea que el 70% del capital sea ajeno y solo el 30% propio, a diferencia de lo que ocurre en países como Holanda, Estados Unidos, Suecia o Inglaterra, en los que se invierte esta condición.El coordinador de esta publicación critica también la «excesiva» volatilidad de los precios y aboga por mecanismos como los seguros de renta para paliar los desajustes del mercado. Asimismo, cree que la formación, la investigación y la innovación ayudarán a «adaptarse al futuro».Junto a Jordana, participaron en la presentación, Raúl Ortega, director territorial de Cajamar, Eduardo Baamonde, candidato a la presidencia, Bartolomé Viudez, director de negocio y Manuel Gutiérrez, director de la colección de estudios.