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Herrera rechaza la visión ‘chata’ de la globalización que ignora los derechos

Alerta de las críticas de falta de transparencia en la negociación del tratado EEUU-Europa, cuestiona las «tentativas proteccionistas» y defiende «nuevos y mayores espacios de libertad económica»

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, participan en la Convención Nacional de la Cámara de Comercio Hispana de los Estados Unidos.-ICAL

Publicado por
J. LUIS F. DEL CORRAL
Burgos

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El presidente de la Junta exhibió ayer su particular ley del embudo para advertir de algunos riesgos de la globalización y defender a ultranza la libertad económica. Juan Vicente Herrera se desmarcó de quienes mantienen una visión «chata» de la globalización y de la libertad de comercio. Con la resaca del Brexit y las crecientes críticas al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), el jefe del Ejecutivo rechazó la concepción de quienes se quedan «con la parte ancha del embudo» para proclamar la libertad económica y abogan por la parte estrecha para los derechos sociales y libertades políticas.El escenario de esta manifestación era el adecuado: una jornada sobre las oportunidades competitivas de EEUU para las pymes. El público, el idóneo: un selecto grupo de empresarios norteamericanos y castellanos y leoneses. El contexto, el propicio: la reciente «pésima noticia» sobre el Brexit en Reino Unido.Herrera se mostró como un europeísta convencido, que elogió los casi 30 años del Mercado común, pero advirtió de los efectos del malestar que está originando los múltiples y variados reproches hacia la falta de transparencia y el secretismo de las negociaciones entre EEUU y la Unión Europea para pactar el TTIP. Ni mucho menos se podía ver como una crítica a la creación de ese área de libre comercio e inversiones, pero sí como la sensibilidad de quien, como jefe de un ejecutivo, se ve en la obligación de escuchar la contestación social de los ciudadanos.Por si alguien tuviera duda de sus verdaderas intenciones, Herrera advirtió contra «las tentaciones proteccionistas y nacionalistas» que pretenden restringir la plena libertad para los capitales. Y para neutralizar sus efectos, no dudó en constatar el «creciente rechazo social» y político que «la falta de transparencia» de EEUU y la UE está provocando.El presidente acuñó ayer esa versión nueva de la ley del embudo para acabar con la doble medida de la política europea, al tiempo que alimentó con una calculada pasión la necesidad de aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el tratado entre ambas zonas y especialmente «las enormes posibilidades» que se abren a Castilla y León en materia industrial, agroalimentaria, turística y educativa. «EEUU es un mercado estratégico para nuestra economía y una fuente de oportunidades», destacó el presidente, para advertir de que las inversiones son manifiestamente mejorables y reiterar que la salida al exterior no es una opción, sino una necesidad.Nadie replicó la vertiente social de la ley del embudo de Herrera. Ni la ministra de Agricultura, encargada oficial de inaugurar la jornada, ni el primer ponente y presidente de la Cámara de Comercio de EEUU en España. Isabel García Tejerina defendió la firma del tratado bilateral «más amplio negociado hasta la fecha» que integra «dos zonas del mundo que albergan a más de 800 millones de habitantes, generan más de la mitad de la producción mundial y un tercio del comercio internacional de bienes y servicios».Aunque advirtió de que «fomentará el crecimiento económico en ambos lados del Atlántico y tendrá efectos positivos para nuestra economía y para la creación de empleo» y supondrá para el sector agroalimentario «la supresión de aranceles y aspectos normativos que afectarían de modo muy positivo a los intercambios», dejó claro que el acuerdo debe pasar por «la protección de nuestras denominaciones de origen». «Estamos hablando de una verdadera propiedad intelectual como la de cualquier invención, que es necesario respetar», añadió. La ministra no entró en el aspecto social y menos en las críticas a la transparencia, porque lo considera «una gran oportunidad» y lo apoya «siempre que incluya todos los aspectos de la negociación: acceso al mercado y armonización de regulaciones y normas».La defensa del polémico TTIP, que ha generado un vendaval de críticas, fue contundente en la intervención del presidente de la Cámara de Comercio de EEUU, Jaime Malet. Sobre todo, porque concentra a más de la mitad de los consumidores del mundo. Se mostró convencido de que el Brexit tendrá efectos en la firma del acuerdo bilateral. Antes del referéndum, Malet pronosticaba su firma en 2017. «Ahora tengo dudas de si será factible con ese enorme populismo de Europa». A su juicio, el TTIP aportará un crecimiento adicional del PIB entre el 0,7% y el 1%, sobre todo por la reducción de aranceles, la mayor contratación pública y la armonización legislativa.La jornada empresarial tenía como estrella EEUU y la exportación. Herrera no dejó pasar por alto el liderazgo exportador de Castilla y León en 2015 y en el primer cuatrimestre de 2016, así como la caída del paro y el aumento de 9.000 afiliados a la Seguridad Social. Y aprovechó para anticipar que Castilla y León habrá crecido en este primer semestre un 3% con el consiguiente traslado del repunte del PIB hacia el empleo.El jefe del Ejecutivo regional presumió del balance exportador y de que el peso nacional del mercado exterior autonómico (6,3%-6,5%) supere al del PIB (5%). Sobre las exportaciones recordó que suben al 22% anual frente al 1,8% del conjunto del país. Para quienes advierten de la excesiva concentración de las exportaciones les recordó que la automoción ha perdido 14 puntos desde 2004 en favor de la maquinaria, la química y la agroalimentación. En su mensaje de apertura de la jornada dejó claro que hay margen para desarrollar un volumen de comercio e inversiones mayor con EEUU.