El rey insta a los sargentos a «mantener todos los valores»
Felipe VI preside la entrega de Despachos a la XXIV Promoción de la Academia del Aire
Felipe VI presidió ayer por decimocuarta ocasión -la primera fue el 10 de julio de 1995- la entrega de Reales Despachos de sargento a los 185 (21 de ellos mujeres) integrantes de la XXIV Promoción de la Academia Básica del Aire de La Virgen del Camino (León) a quienes deseó «mucho éxito, llevando todos los valores que habéis aprendido e incorporado y por los que vivís», informa Ical.Don Felipe, que se desplazó en un avión del Ejército del Aire, llegó puntualmente a la plaza de armas de la Academia, donde se encontraban todas las autoridades, entre ellas, el ministro en funciones de Defensa, Pedro Morenés; el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera; la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente; la delegada del Gobierno, María José Salgueiro; el general jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, Francisco J. García Arnáiz., así como otras autoridades militares encabezadas por el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el almirante general Fernando García Sánchez.Después de pasar revista al Escuadrón de Alumnos y tras una breve intervención del arzobispo castrense, monseñor Juan del Río Martín, don Felipe entregó personalmente el despacho al número 1 de la promoción, Luis Alberto Puigdomeneq, quien se mostró orgulloso de su logro al tiempo que comprometido en demostrar por qué lo ha alcanzado. También destacó la calidad humana y profesional de sus compañeros.A continuación se dio lectura a la última lección del curso impartida por el coronel director de la Academia, Juan Ángel Treceño García, quien les dijo a los nuevos sargentos que su formación «no termina nunca». «Nuestra misión es hacer frente a las dificultades en defensa de la seguridad de los españoles y no hay lugar para el descuido. Tenemos que estar dispuestos a hacer el esfuerzo de adaptación permanente que nuestra profesión requiere, con la humildad del que siempre tiene algo que aprender».Parafraseando a Steve Jobs les recordó que el trabajo llenará «gran parte» de sus vidas. «La única forma de estar realmente satisfecho es hacer lo que consideréis un trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo genial es amar lo que hagáis. No os conforméis». Como colofón al tradicional homenaje a los que dieron su vida por España tuvo lugar una pasada de aviones del Grupo de Escuelas de Matacán (Salamanca) y una descarga de fusilería. Para poner el punto final a la solemne ceremonia, el rey ordenó romper filas a los nuevos sargentos «por última vez en esta Academia» antes del tradicional lanzamiento de gorras. A continuación, tuvo lugar una exhibición aérea y un desfile militar.Concluido el acto oficial castrense, las autoridades civiles y militares compartieron un ágape servido en el hangar de la Academia, momento en el que el ministro hizo un brindis «por el primer aviador de España, por su majestad el rey» y éste brindó por España después de felicitar a los nuevos sargentos, a sus familias y maestros y desearles mucho éxito. El rey rompió el protocolo, como hace habitualmente, para saludar a los militares a sus familias durante un recorrido por el recinto. Antes de abandonar La Virgen del Camino, despedido por las autoridades, Felipe VI cumplió la tradición de fotografiarse junto a los representantes de los medios de comunicación. La Casa Real no estuvo presente el pasado verano en la entrega debido a la agenda de los monarcas.