Médicos y enfermeras dejan patente que la UCI del Hospital de Segovia “sí estuvo desbordada” por el COVID-19
Ambos colectivos rechazan las declaraciones del coordinador de las UCIs de Castilla y León negando que se llegara a este extremo
El Sindicato de Enfermería Satse en Segovia y el Colegio Oficial de Médicos de Segovia subrayaron, en sendas notas de prensa, que la UCI del Hospital de esta provincia sí estuvo desbordada durante los perores momentos de la pandemia del COVID-19, por lo que rechaza las declaraciones del coordinador de las UCIs de Castilla y León, Jesús Blanco Varela, negando que se llegara a este extremo.Desde Satse Segovia constataron “el enorme malestar” que estas afirmaciones de Blanco Varela provocaron en los profesionales sanitarios que tuvieron que sufrir ese colapso en los pasados meses y que se vieron totalmente desbordados por la enorme presión asistencial que padecieron para las dimensiones y dotación de espacio y personal sanitario de dicho centro hospitalario.Desde Satse Segovia argumentaron que la realidad se impone y la UCI de Segovia sí estuvo desbordada, teniendo en cuenta que “hubo que sumar 12 camas de Reanimación y 10 de UCI para poder hacer frente a los pacientes que había que atender y en momentos puntuales se llegó a instalar a dos pacientes afectados por COVID-19 en un mismo box”. Para SATSE Segovia, las declaraciones del coordinador de las UCIs de Castilla y León causan “asombro” porque a la vez que niega ese desbordamiento llega reconocer que hubo que trasladar a 27 pacientes de Segovia a las UCIs de Valladolid. Asimismo, Satse Segovia recordó TSE recuerda que esa enorme presión asistencial se afrontó con el mismo que toda esa presión asistencia, con las 12 camas de Reanimación, fueron atendidas solo por cuatro enfermeras, que asumieron una enorme carga de trabajo.En la misma línea, el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Segovia, Enrique Guilabert, también resumió cómo vivió Segovia esos críticos días. “El 25 de marzo, envié una carta a la consejera pidiendo ayuda. La situación era insostenible, el hospital de Segovia estaba a punto de desbordarse”, sostuvo. Tres días antes, el 22 de marzo, la tasa de ocupación por la COVID-19 en el hospital era del 86 por ciento mientras que, en los grandes centros hospitalarios de Castilla y León, no llegaba al 24 por ciento.“Recuerdo que los compañeros médicos que trabajan en esos hospitales, con ánimo de colaborar, me preguntaban por qué no se les estaba derivando pacientes”, subrayó Guilabert, para añadir que el Colegios de Médicos de Castilla León, a través de su presidente, también se sumó a este clamor y solicitó a la consejera que se pusieran los recursos necesarios. Sin embargo, no fue hasta principios de abril cuando se realizaron los primeros traslados.“Hechos constatados y que ahora me veo en la obligación de recordar ante las recientes, y poco afortunadas, declaraciones del Coordinador de UCIs de Castilla y León”, dijo el doctor Guilabert, porque cuestiona unas circunstancias probadas, que “pusieron al límite a sus compañeros médicos del hospital de Segovia y costaron la vida a muchos de nuestros vecinos”.Desde el Colegio de Médicos de Segovia le preguntó si el 22 de marzo sólo quedaban dos camas disponibles en la UCI, “con una previsión de ingresos tal que hubo que cambiar criterios de priorización” por lo que es necesario saber si esos mismos criterios estaban establecidos en todo territorio Sacyl ya que es una pregunta que también se hacen los familiares de las víctimas que no tuvieron la oportunidad de acceder a una UCI.Además, Enrique Guilabert reseñó que el coronavirus no solo afectó el funcionamiento de las UCIs, sino también en los servicios como Urgencias, Anestesia, Medicina Interna, Neumología, radiodiagnósticos, análisis clínicos e, incluso, Atención Primaria sufrieron las consecuencias de la carencia de recursos de nuestra área y la tardanza en recibir los refuerzos.Por último, el doctor Guilabert le preguntó que si no comparte con los sanitarios segovianos que “hubiera sido más adecuado poner en marcha el traslado de pacientes con coronavirus, tanto estables como críticos, antes de empezar a quitar las butacas del salón de actos, la cafetería o el gimnasio”. En su opinión, decir que “en ningún momento la UCI de Segovia estuvo desbordada durante la pandemia, es faltar a la verdad y ofenderles a ellos y a los segovianos”.