El Correo de Burgos

«Vivimos un cambio de paradigma, la globalización seguirá pero se van a valorar más las economías regionales»

La asamblea general de Empresa Familiar de Castilla y León eligió el pasado 13 de junio a Pedro Palomo, CEO del grupo de Empresas Octaviano Palomo, como nuevo presidente para los próximos dos años. Se plantea como retos de la entidad –que cumple ahora 25 años con 170 entidades asociadas, que producen el 17,40% del PIB autonómico y generan el 8,70% del empleo–, el incremento de volumen de las empresas, la digitalización, la sostenibilidad y la formación como «patas de banco» para afrontar el futuro  

El presidente de Empresa Familiar de Castilla y León, Pedro Palomo. J. M. LOSTAU

El presidente de Empresa Familiar de Castilla y León, Pedro Palomo. J. M. LOSTAU

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SANTIAGO G. DEL CAMPO | VALLADOLID
Burgos

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Pregunta.– Cuando asumió el cargo instó a las administraciones a «no seguir poniendo piedras en el camino». ¿Cuáles son esas piedras?

Respuesta.– Me refería a que hay que crear un marco adecuado para que las empresas de Castilla y León podamos ejercer nuestra actividad, crear empleo y riqueza de forma competitiva.

P.– El entorno económico está nublado. ¿Cómo ve el futuro?

R.– Estamos en un momento de gran incertidumbre. Estamos viviendo un proceso de inflación que no habíamos visto nunca en los últimos 30 años. Eso es una gran amenaza, porque la subida generalizada de precios empobrece a la población, y por otro lado, el riesgo que lleva asociado es que se produzca estancamiento. Esto ya se ha producido en EEUU, donde han empezado con una recesión, y claramente en Alemania.

P.– Sin embargo, los últimos datos de empleo han sido estupendos.

R.– Han sido muy positivos en Castilla y León. La verdad es que hemos tenido un aumento de las afiliaciones a la Seguridad Social y también un descenso del paro notable. Puede ser consecuencia de las previsiones de campaña turística, que van a ser incluso mejor que antes de la pandemia, pero hay que señalar que esos nubarrones que tenemos en el horizonte son la inflación, sobre todo, y una posible recesión. Eso hace que tengamos que ser muy cautos. Cuando van a venir turbulencias tenemos que prepararnos para ellas.

P.– ¿Se cree esos datos tan optimistas del paro? ¿Todo lo atribuye a la campaña turística?

R.– Hay que señalar el aumento del empleo en el sector sanitario en Castilla y León. De los últimos datos se desprende que casi el 60% de los puestos creados han sido en el sector público. Eso es bueno en cuanto a que hay empleo, pero quien tiene que crear empleo es el sector privado, porque el sector público hay que pagarlo a través de los impuestos y al final puede aumentar la presión fiscal, que ya es muy elevada para las empresas de Castilla y León.

«Casi el 60% del empleo creado es del sector público, pero el que tiene que crearlo es el privado para que no suba la presión fiscal»

P.– La reforma laboral, con la eliminación de los contratos por obra o servicio, o los contratos temporales, ¿ayuda a esta creación de empleo en el sector privado, o es otra piedra en el camino?

R.– Las empresas familiares de Castilla y León queremos que haya flexibilidad laboral, un entorno normativo que nos haga fácil el poder contratar a trabajadores. Lo que queremos los empresarios es crear riqueza, empleo y contratar. Efectivamente, la rigidez en las leyes laborales no ayuda a ello. Cada sector es distinto, lógicamente los fijos discontinuos, por ejemplo, afectan de distinta manera a unos sectores y a otros.

Queremos que haya un marco regulatorio, laboral, flexible, que se adapte a las necesidades que tenemos. La situación que vamos a vivir con la inflación en los próximos meses, en los próximos años, y el posible riesgo de estancamiento, hace necesaria la flexibilidad laboral.

P.– La crisis de materias primas, junto a la inflación y los combustibles, está asfixiando a los agricultores por los elevados costes de producción. ¿Qué se puede hacer?

R.– Hemos tenido una dependencia de países terceros como es el caso de Ucrania, en lo que tiene que ver con cereales y alimentos, o de Rusia, en lo que tiene que ver con materias primas energéticas como el gas o los fertilizantes. Quizá ahora estemos asistiendo las empresas a un cambio de modelos, un cambio de paradigmas en lo económico. La globalización va a continuar, por supuesto –estamos en una economía global–, pero sí se va a dar más valor a las economías regionales. Vamos a dar más valor a tener cadenas de suministro cercanas. No tener tanta dependencia del exterior.

Eso va a afectar a las materias primas. Nos hemos dado cuenta de que, concretamente en España, una gran parte de la inflación, del 11%, es en energía y alimentos, lo que ha subido de forma mayoritaria, aunque la inflación subyacente sigue siendo preocupante al 6%. En cualquier caso estamos ante una dependencia. Ha habido una problema de cadena de suministro por un lado, y en lo que se refiere a energía y alimentos, es un círculo vicioso, porque para producir alimentos se necesita energía. 

Seguro que en España no lo vamos a ver, pero este encarecimiento y escasez de materias primas lo que sí está produciendo y va a producir, lamentablemente, son más hambrunas en algunos países del mundo donde sí que tienen una dependencia directa de suministradores como Ucrania, Rusia, etcétera. Y esto sí que puede originar movimientos migratorios hacia otros bloques, y desde luego grandes dramas humanos. 

Al final esta guerra, esta invasión de Ucrania por Rusia, no solo tiene efectos en el ámbito energético, sino también por supuesto en la alimentación. Estamos en un mundo global donde incluso desde Europa se está volviendo a revisar la PAC, en cuanto a producciones, pensando más en la seguridad alimentaria, no solo en una economía verde. Por supuesto hay que continuar en esa senda, pero ahora lo que hay que primar es que haya abastecimiento. Hay algo de lo que no podemos prescindir que es comer todos los días.

«Tenemos que ser cautos ante una posible recesión,  si van a venir turbulencias hay que prepararse»

P.– Si hay que depender menos del exterior y producir más en el interior puede ser una oportunidad para la empresa familiar, precisamente. ¿Qué nuevas oportunidades hay en un escenario tan convulso?

R.– Es algo muy manido que en una crisis hay oportunidades. Sin duda vamos a tener que innovar más, quizá ahora más que nunca, y que nuestras empresas ganen tamaño, porque es muy importante. Podemos tener una gran oportunidad para poder cambiar nuestros modelos de negocio y depender menos de mercados exteriores. 

Por otro lado, uno de los retos que tenemos en Empresa Familiar es continuar con la internacionalización de la empresa, porque como he dicho antes, vivimos en un contexto internacional global, y ahí vamos a continuar nuestros esfuerzos, también promoviendo y haciendo que las empresas sean más grandes, que las empresas crezcan. Somos conscientes de que para competir hay que tener tamaño. Todavía el tejido empresarial de Castilla y León sigue siendo pequeño en comparación con otros países de nuestro entorno como Francia o Alemania. Ahí volcaremos nuestros esfuerzos. No en vano hicimos el Plan de Crecimiento Empresarial dentro de la Asociación en el año 17, y se volvió a renovar en el 2020 porque es algo que nos preocupa, el tener empresas competitivas con un tamaño adecuado.

Y al final, en un mercado nuevo, los empresarios estamos acostumbrados a gestionar ante la adversidad. Lo hemos visto en anteriores momentos, en anteriores crisis, y vamos a continuar haciéndolo en esta, innovar, buscar la diferenciación. 

Castilla y León es una tierra maravillosa, una gran superficie, un mapa ferroviario de comunicaciones y de carreteras –por supuesto mejorable, y todavía hay zonas de la Comunidad que tienen que estar conectadas–, y yo soy optimista por naturaleza. Creo que es una magnífica tierra de oportunidades y tenemos que explotarlas y ayudar a las empresas familiares a que sean más competitivas.

P.– Usted anunció en la asamblea un estudio de la caracterización de las empresas en Castilla y León. ¿Se puede avanzar alguna conclusión?

R.– Lo presentaremos después del verano. Básicamente, una de las cosas que queremos es comunicar mejor, mejorar la imagen del empresario. Nosotros pensamos que la empresa es el motor de riqueza y empleo en esta Comunidad, y que el modelo de empresa familiar, como compañía mercantil para la actividad económica, es un modelo de éxito.

Prácticamente el 85% de las empresas de la Comunidad son empresas familiares, y queremos seguir ayudando a que las empresas familiares sean más competitivas, como decía, con formación, con innovación también, preparando el relevo generacional. Nos diferencia de otro tipo de empresas el que tenemos unos valores como es el arraigo al territorio. Para nosotros es muy importante dónde estamos. Tenemos compromisos, somos familias que estamos muy cerca del territorio, y de hecho en muchos casos la empresa lleva el apellido de la familia fundadora. La calidad en nuestros productos, en nuestros bienes y servicios, es muy importante porque llevan nuestro apellido.

Otros objetivos que perseguimos son la sostenibilidad, la concienciación en la vida laboral, el relevo generacional. Para nosotros es muy importante preparar a las nuevas generaciones, preparar a nuestros hijos, bien sean gestores o no, para que sepan que la empresa familiar es algo que debemos cuidar, transmitir, y tenemos que ser útiles a la sociedad. Esa es la clave. Tenemos que ser útiles a la sociedad para hacer una sociedad mejor.

P.– Antes se decía que el abuelo crea la empresa, el hijo la hace crecer y el nieto la arruina. ¿Esto se está solucionando?

R.– La mortalidad empresarial en las primeras generaciones, en las segundas, es muy elevada, y una de las grandes labores que hacemos en Empresa Familiar es ayudar a transitar a esa segunda generación. Informamos, ayudamos a la implantación del protocolo familiar, donde se regulan las bases de relaciones entre la familia, gestores y propietarios. Ayudamos de forma importante y procuramos que las generaciones venideras estén formadas y comprometidas con la empresa familiar.

«La calidad de los productos, bienes y servicios de una empresa familiar es muy importante porque llevan nuestro apellido»

P.– ¿Cuáles son los principales retos que se plantea en estos dos años de presidencia de la Asociación?

R.– Somos una junta directiva continuista con la anterior. Queremos mejorar la imagen del empresario, seguir siendo un referente de opinión para las administraciones públicas y para la sociedad. Tenemos una buena imagen como asociación, y en Castilla y León el modelo de empresa familiar funciona, pero queremos insistir en ello. Por supuesto, seguir teniendo opinión sobre los cambios que se necesitan en nuestra Comunidad para hacer que las empresas sean más competitivas, no solo desde el punto de vista fiscal, sino también desde el punto de vista de gestión de la propia Administración.

Uno de los temas que más nos preocupa, por ejemplo, es la burocracia, tan farragosa, que existe cada día en toda nuestra actividad económica. Queremos que haya una simplificación administrativa en los trámites como la hay en otros países. Esto no es un mal solo de Castilla y León, pero sí de España, con 17 comunidades autónomas y 17 legislaciones. Son miles y miles de páginas en los boletines oficiales, casi millones, que hacen que sea cada vez más difícil poder estar al día y poder hacer nuestro trabajo.

P.– Y otro tema en el que se vuelcan es la Formación Profesional.

R.– Sí, especialmente la FP dual. Es curioso que la cifra del paro haya descendido, pero a veces nos cuesta trabajo encontrar personal cualificado. Tenemos, a través de la Fundación Empresa Familiar Castilla y León, el programa Tierra de Saber en el que estamos fomentando la FP dual con un programa muy ambicioso, que está llegando a muchas comarcas de nuestra región.

Es un programa de éxito porque estamos siendo referencia en la Alianza FP dual en España, con las comunidades y el Ministerio de Educación, porque queremos acercar que los programas curriculares sean los que necesitan las empresas, para que la empleabilidad sea total. 

De hecho, prácticamente, la empleabilidad de los jóvenes que se incorporan a los programas de FP dual que organizamos en Empresa Familiar es casi del 100%. E incluso tenemos una iniciativa con centros de formación profesional en distintas zonas de la región, estamos orientando a los padres para que ellos orienten a sus hijos sobre cuáles son los estudios que quieren hacer de Formación Profesional. Lógicamente los padres tenemos una gran influencia sobre nuestros hijos, sobre todo en edades tempranas.

La FP dual es un proyecto en el que estamos muy comprometidos, porque primero, hacemos que haya empleabilidad en el mundo rural, y por otro lado facilitamos que las empresas sean más competitivas porque hacemos que luego se queden en las empresas. Es un win to win para todos.

«Nos preocupa la burocracia tan farragosa, con 17 legislaciones y miles de páginas publicadas en los boletines oficiales que hay cumplir»

P.– En el mundo de la empresa es muy importante el optimismo de los que tienen que ‘tirar del carro’. ¿Como está ese ánimo en la empresa familiar?

R.– Hicimos una encuesta telemática y las previsiones de este año es que el 91% de las empresas creará más empleo o lo mantendrá. Son buenas expectativas.

P.– ¿En un escenario tan difícil como este?

R.– Lo que está ocurriendo a nivel macroeconómico como es la inflación, la subida de tipos, el enfriamiento de la economía, es complicado, porque es como el cirujano que tiene que operar, y al operar tiene que cargarse otra cosa para recuperar el resto. El subir los tipos de interés, enfriar la economía, puede producir paro, así como otros efectos no deseados. Pero, sobre todo, estamos en un contexto en el que somos muy dependientes energéticamente y en otras materias primas del exterior, y eso significa que la devaluación del euro, que el euro se devalúe con respecto al dólar, nos perjudica, porque estamos importando inflación para poder producir nuestros bienes y servicios.

En la anterior crisis la exportación nos salvó en parte. El problema que tenemos ahora es que importamos tanta inflación que no es fácil que el sector exterior mejore. Y eso nos viene por la devaluación que hace que el mercado internacional vea la economía europea más débil. La bolsa ha caído en la última semana, en toda Europa, en todas las plazas, y en la española especialmente. 

Eso significa que los activos denominados ‘en euros’ lógicamente valen menos, y por eso la devaluación cada día, la pérdida entre el euro y el dólar, no nos beneficia en el momento en el que estamos.

P.– Y los cereales mirando a la Bolsa de Chicago.

R.– Los precios lógicamente han subido por la invasión de Ucrania, por un lado, pero ya veníamos arrastrando una situación complicada incluso antes de la invasión. Los precios estaban muy elevados por distintos motivos, uno de ellos el aumento de la demanda mundial, el aumento de los fletes, y algo muy importante, que es que los fertilizantes, uno de los insumos más importantes para producir cereales, el año pasado se han triplicado de precio. El principal productor de fertilizantes en Europa es Rusia. En España tenemos una dependencia muy grande de Rusia. 

Por tanto, en este contexto no es fácil que los precios bajen. Y el problema no es eso solo, sino que eso no se pueda trasladar en la cadena, repercutir los precios, porque el ganadero…

P.– Los ganaderos están desesperados.

R.– Claro, porque no pueden repercutir el alza de los precios en sus productos. Y puede llevar en algunos subsectores ganaderos a tener que cerrar explotaciones, como pueda ser el caso del vacuno, incluso del porcino, avícolas, etcétera.

P.– Al final, o los repercuten o nos quedamos sin alimentos...

R.– Y eso al final es más inflación. Por eso hay un muro en la gran superficie que no permite subir los precios. La semana pasada hemos tenido varias sesiones en los mercados internacionales de bajadas de precios de los cereales, por la salida de los fondos de inversión, que han tomado beneficios. Pero luego hemos vuelto al final de la semana pasada a subidas importantes que se repiten.

Lo que quiero decir con esto es que hay una gran volatilidad. Vamos a tener una gran volatilidad en un sector tan importante como es el sector agroalimentario, en el que además los precios que se cotizan en Castilla y León tienen una referencia directa, eso sí, es un mercado muy globalizado, con el precio en Chicago, en Francia y con los fletes marítimos, que siguen estando muy elevados.

P.– Con el nuevo Gobierno del Partido Popular y Vox en Castilla y León, ¿hay buena sintonía?

R.– En Empresa Familiar lo que queremos hacer es ayudar y colaborar con la Administración para entre todos hacer una Comunidad mejor, que las empresas crezcan, sean mejores. Con el presidente Mañueco y con la Administración regional tenemos una buena sintonía. Les hacemos llegar nuestras propuestas, ellos nos escuchan, cuando pueden lo ponen en marcha, y lo que queremos es que haya estabilidad, tener una Administración fuerte donde nos escuchen y, sobre todo, que sean sensibles a que habiendo un buen entorno vamos a generar más empleo, riqueza, más impuestos, y esperemos que continuarán en la misma tónica.

P.– Tienen un proyecto en el que los empresarios van a los colegios para fomentar el emprendimiento. ¿Es necesario potenciarlo?

R.– Dentro del marco de Tierra de Saber hay un programa para llevar empresarios a las aulas, lo estamos haciendo a distintos niveles, incluso en la Universidad a través de la Cátedra de Empresa Familiar, para contarle lo que hacemos a los estudiantes, y luego a la inversa vienen para ver lo que hacemos nosotros.

Esto es curioso porque es algo muy útil y con resultados muy concretos. Tiene una utilidad buenísima para nosotros porque mejoramos la imagen del empresario, pero sobre todo suscitamos entre los jóvenes la posibilidad de ser emprendedor, de crear su propio negocio, su propia empresa. Todavía en España, en Castilla y León, en las encuestas esas inquietudes no son frecuentes.

P.– En Castilla y León todavía vamos mal en emprendimiento.

R.– Exactamente.

P.– Y con lo que quieren hacer con las cotizaciones de los autónomos, subirlas todas, irá a peor…

R.– Ahí yo creo que otros países nos llevan la delantera con eso. A los autónomos habría que darles toda la ayuda y el apoyo desde el inicio. Y que empiecen a pagar impuestos cuando realmente generen beneficios. Eso es algo que hemos dicho muchas veces. Aquí las cargas fiscales que tienen los autónomos desde el inicio son enormes. A veces les disuade de continuar. 

El tema del emprendimiento es fundamental. Y también el tema de la digitalización es fundamental. En la Asociación intentamos concienciar a las empresas familiares de que la transformación digital es algo inminente. Es algo que hay que estar en ello. Como en la sostenibilidad y la formación. Cuatro patas de banco en las que ayudamos a las empresas.

Por eso estoy en Empresa Familiar. Entré en la asociación hace muchos años y vi que era muy útil, y con una gran repercusión social para las administraciones públicas y el tejido empresarial de Castilla y León.

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