Castilla y León se deja más de 2.800 autónomos y pierde el listón de los 190.000
Los registros del recién concluido 2022 suponen un varapalo al emprendimiento en Castilla y León. El año cerró con 2.806 autónomos menos que el anterior, hasta bajar el listón psicológico de los 190.000 y situarse en 187.395. Supone, en términos relativos, un 1,5% menos, un porcentaje que coloca a la Comunidad –dejando aparte a las ciudades autónomas–, en la segunda en España que más trabajadores por cuenta propia pierde, solo por debajo de La Rioja (que perdió un 1,9%, aunque muchos menos en números absolutos, 483 autónomos).
Por provincias, León es la que más autónomos pierde, con 756 en negativo, desde los 36.136 de diciembre de 2021 a los 35.380 de diciembre de 2022. Le sigue Valladolid, con 540 menos (de 35.593 a 35.053), y en tercer lugar aparece Burgos, con 324 autónomos menos (de 27.155 a 26.831). Todas las provincias de la Comunidad, sin excepción, pierden autónomos, si bien en términos relativos el orden de más a menos es otro. Así, porcentualmente, la que más se deja es Palencia (un -2,2% de los 12.865 autónomos a los 12.576, un total de 289 menos). En segundo lugar aparece León con -2,1% y en tercer lugar, Zamora, con -1,9%, de los 16.373 autónomos a 16.054 en un año (319 menos).
Valladolid iguala el porcentaje autonómico con un -1,5%, y por debajo se sitúan Burgos y Segovia (-1,2% en ambos casos, con 165 autónomos menos en la segunda); Salamanca (-1,1% con 297 menos) y en último lugar Ávila y Soria (con -0,5% en ambos casos, 76 y 40 autónomos menos, respectivamente).
Tampoco le ha ido bien al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (Reta) en el conjunto nacional, donde se han perdido 1.204 trabajadores por cuenta propia en un año, desde los 3.325.252 registrados en diciembre de 2021 a los 3.324.048 en el diciembre recién concluido. Solo las comunidades de Canarias (2,8%), Baleares (1,9%), Comunidad Valenciana (0,6%), Comunidad de Madrid (0,5%) y Andalucía (0,3%) han conseguido cerrar el año en positivo, informa la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), que ha recogido los datos de la Seguridad Social a 31 de diciembre de 2022.
«Es el peor dato desde 2012 y el primer año en que se pierden autónomos en la última década en términos netos de afiliación a último día», asegura el presidente de ATA, Lorenzo Amor. «Excepto esas cinco comunidades autónomas, el resto de las regiones españolas han perdido afiliación de autónomos en 2022». Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla son las que más autónomos pierden porcentualmente.
Tras La Rioja y Castilla y León, lideran este ranking negativo Galicia y Asturias, que han descendido en un -1,4% su número de autónomos en un año. «En cifras absolutas hablamos de una pérdida de -2.897 autónomos en 2022 en Galicia y de 1.000 autónomos en Asturias», subraya la organización. Por provincias en el conjunto nacional, tanto Castilla y León como Galicia y Aragón registran pérdida de autónomos en todas sus provincias. Las que mayores pérdidas porcentuales registran son Lugo (-2,3%), Palencia y Teruel (-2,2%), León (-2,1%) y Orense (-2%).
Canarias es la Comunidad con mayor crecimiento. Sus dos provincias son las que más han crecido en afiliación en un año. Destaca la subida en un 3,3% de los autónomos de Santa Cruz de Tenerife. Las Palmas suma en 12 meses 1.520 autónomos, un 2,2%. La tercera provincia que más crece, y que lleva años entre los primeros puestos de emprendimiento, es Málaga con un incremento del 1,1%. Con el mismo porcentaje crece Cádiz, que suma en cifras absolutas 682 autónomos.
Por sectores y género, «las peores cifras las marcan tres sectores fundamentales. Es una debacle en comercio, hostelería e industria con fuerte pérdida de autónomos en el año», añade el presidente de ATA. Los datos a último día reflejan en los sectores una importante caída del -2,6% en el comercio que en números absolutos refleja una caída de 19.699 autónomos en el conjunto de España en un solo año. Las actividades financieras han perdido en el periodo el 1,5% de los autónomos que se dedicaban a esta actividad. Le siguen en pérdida de autónomos el sector de la industria (-1,3%), hostelería y agricultura (-1,1%). El sector de los transportes también pierde afiliados al Reta con una bajada anual del -0,5%, lo que supone 1.102 transportistas menos en un año.
Por el contrario, las actividades artísticas y de entretenimiento han crecido en un 4,5% en 2022. Importante incremento han tenido también las actividades inmobiliarias (4,2%), información y comunicación (3,8%) y actividades sanitarias (3,7%). En cuanto al género, «es importante destacar que son las autónomas las que tienen un mayor impulso emprendedor en España», señala en su informe la Asociación de Trabajadores Autónomos. «En 2022 los autónomos varones han descendido en 9.022 afiliados, un descenso del 0,4% mientras que las autónomas se han incrementado en un año en 7.816 afiliadas (0,6%)».
EL RETA ENVEJECE Y NO HAY RELEVO GENERACIONAL
El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos envejece progresivamente y las nuevas generaciones no se animan a entrar en un sistema que les aporta pocas certezas y muchas incertidumbres. Así lo reflejan los registros de 2022, que acaba de cerrar con una evidente pérdida de autónomos menores de 40 años de en torno a los 15.000 en negativo en el conjunto nacional. Así lo ha reflejado la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), que ha informado de que existen 14.838 menos en esta franja de edad desde el 31 de diciembre de 2021. En los últimos seis años sumarían un total de más de 100.000 jóvenes autónomos menos.
Según la entidad, «se viene repitiendo año tras año prácticamente en los últimos seis años una tendencia preocupante y es la pérdida de jóvenes autónomos y empresarios». Por el contrario, hay un crecimiento de los autónomos mayores de 60 años. «La verdad es que el emprendimiento joven ha bajado y ha crecido el emprendimiento senior», apuntan desde ATA. Entre otras cosas, el emprendimiento joven ha bajado por las dificultades en los últimos años de emprender, pero también, y sobre todo, porque en estos momentos «se está demonizando la figura del emprendedor y del empresario y eso alerta a muchos jóvenes a no emprender», señala la entidad.
Por otro lado, aumentan los autónomos mayores de 55 años dada la dificultad que tienen muchos trabajadores con esa edad de mantenerse en el trabajo por cuenta ajena. Muchos de ellos deciden emprender como alternativa para mantenerse en el mercado laboral. Por ello ATA demanda un plan de fomento del emprendimiento juvenil.