Los radares móviles aumentan las multas y la recaudación un 50% en Castilla y León
Las infracciones que más cometen los conductores en la Comunidad son por exceso de velocidad, aunque los radares de pórtico 'cazaron' a un 20% menos durante 2022
Conducir respetando los límites de velocidad es un requisito indispensable para evitar sanciones que puedan afectar a los puntos de carnet y al bolsillo. Eso sin mencionar los accidentes, muchos de los cuales se producen cuando se rebasa la velocidad máxima de la vía. Pero, a pesar de todo, estos motivos no parecen ser suficientes para los usuarios de las carreteras de Castilla y León, donde los radares móviles se volvieron el año pasado más 'multones' tras tramitar un 46,11% más de denuncias que en 2021, lo que a su vez tuvo su reflejo en la recaudación que va a parar a las arcas del Estado. En total, los registros de estos dispositivos conllevaron más de 175.000 sanciones en 2022 frente a las menos de 120.000 que se contabilizaron durante el ejercicio anterior.
La ubicación de estos radares móviles, que como su propio nombre indica puede variar en función del criterio de las autoridades para controlar aquellas vías más peligrosas o en las que los conductores son más generosos con el acelerador, es cambiante, y por tanto evita que los ciudadanos se aprendan su ubicación para, con picardía, reducir la velocidad justo los metros necesarios para evitar la temida 'foto'.
De hecho, los mismos datos de Automovilistas Europeos Asociados a los que ha tenido acceso este periódico demuestran que los radares fijos ocultos en los pórticos de las carreteras disminuyeron sus sanciones un 20,46%. Esto puede deberse a que buena parte de los conductores, aquellos que recorren estas carreteras de forma recurrente, ya conocen donde se ubican las cámaras y hacen lo posible por circular más rápido de lo permitido en ese tramo, lo que hace que las multas vayan a parar a usuarios esporádicos y a los despistados.
En este caso, las 317.000 sanciones que estos dispositivos provocaron en 2021 cayeron hasta las 252.000 del pasado año, lo que también pone de manifiesto que siguen siendo más 'multones' que los radares fijos.
Pero a pesar del éxito sancionador de los radares de velocidad, hay otras infracciones que también se sitúan entre las que más denuncias provocan en Castilla y León. En el tercer puesto de la lista aparecen las que tienen que ver con con la Inspección Técnica de Vehículos y no tenerla en vigor, lo cual provocó 48.289 multas en la Comunidad el año pasado que, pese a todo, son un 3% menos que las del anterior.
En el caso de las provincias, sin embargo, la evolución de las sanciones provocadas por radares de velocidad es muy diferente entre unas y otras. En Ávila, las multas aumentaron considerablemente tanto en los dispositivos fijos como en los móviles, sobre todo en estos últimos en los que crecieron casi un 61% hasta superar las 12.000. En el caso de las cámaras ubicadas en los pórticos, la variación fue menor, de un 16% más, con un total de 18.467.
Más multas en Burgos
Por parte de Burgos también se detectó un aumento de las multas y, por ende, de la recaudación para las arcas del Estado. En los radares fijos fue del 16,4% (63.542 totales), mientras que en los móviles se duplicó hasta el 32,7% (40.019). Más evidente que los anteriores, si cabe, fue el caso de León, donde las multas por cámaras camufladas casi se duplicaron, con un 81% más, si bien en términos absolutos arrojaron una cifra discreta por debajo de 16.000. Los radares fijos de las carreteras leonesas aumentaron su recaudación un 12%, aunque motivaron más de 50.000 sanciones en todo 2022.
En lo que atañe a la provincia palentina, los radares móviles volvieron a dejar un importante aumento de las sanciones. No en vano, duplicaron sus datos con respecto a 2021 al pasar de 5.780 denuncias a 11.573, mientras que los dispositivos fijos recaudaron un 20% menos al quedarse en 14.800 multas.
Por parte de Salamanca, es una de las provincias que mejor sigue la tendencia del conjunto de la Comunidad, con los radares móviles aumentando sus multas un 51% (hasta casi 30.000); y los fijos reduciéndola sensiblemente en un 67% (el dato absoluto no alcanzó las 10.000 denuncias). Segovia, por su parte, destaca gracias a una buena evolución en lo que respecta a las infracciones relacionadas con el exceso de velocidad, ya que las sanciones de los radares móviles, si bien aumentaron, lo hicieron solo en un 3,51% (hasta 11.180), mientras que las de las cámaras fijas descendieron cerca de un 19% hasta las 33.708.
En el caso de las multas de circulación que se pusieron en Soria a lo largo del año pasado, gran parte del protagonismo fue a parar a las denuncias por exceso de velocidad detectado por radares camuflados. Se contabilizaron 23.262, casi un 127% más que en el ejercicio anterior, mientras que en esta provincia los 'cazados' por cámaras fijas descendieron un 16,4% hasta situarse por debajo de los 20.000.
En la provincia de Valladolid, las multas por radares fijos y móviles fueron casi las mismas, con 22.262 y 23.922, respectivamente, Sin embargo, estos datos tienen su origen en una evolución muy diferente, con un descenso de casi el 40% para las cámaras ubicadas en pórticos y un ligero aumento de menos del 3% para aquellas camufladas. Finalmente, en el caso de Zamora, las 19.455 sanciones de 2022 corresponden a una caída del 62,5% en las de los dispositivos anclados a pórticos; mientras que las 7.864 de los móviles se alcanzan tras un repunte superior al 103%, es decir, más del doble.
Todas las infracciones
Más allá de los excesos de velocidad, causantes de la gran mayoría de las infracciones viales en carreteras de Castilla y León, hay otras que en mayor o menor medida contribuyen a engrosar la estadística. Aquí se engloban los positivos en alcohol y drogas, adelantamientos peligrosos o no utilizar las medidas de seguridad obligatorias al volante, por citar solo algunos ejemplos. Con todo, en el conjunto de Castilla y León el total de sanciones se redujo en 2022 un 2,9% hasta las 583.287, lo que supone casi 1.600 incumplimientos de la norma identificados cada día.
En un reparto por provincias, ese más de medio millón de sanciones tuvo especial incidencia en Burgos, donde se produjeron 128.112 después de anotar un incremento de casi el 14%. León es la segunda de la lista, con más de 91.000 multas que superan en algo menos de un 14% las contabilizadas en 2021.
En la tercera posición del listado autonómico aparece Valladolid, donde las infracciones disminuyeron un 19% hasta las 67.399; mientras que el cuarto lugar lo ostenta Segovia con 63.627 multas, casi un 12% menos que durante el ejercicio anterior. Más de 53.000 sanciones acumuló la provincia de Salamanca, un 15,6% que el año anterior. Entre los cuatro territorios con menores cifras aparecen Soria (55.000 multas con un aumento del 16%), Ávila (44.326 y un 21% más), Zamora (41.000 y un 40% menos) y Palencia, que cierra la clasificación con casi 39.000 sanciones tras un aumento interanual del 4,5%.