Urbas mantiene encallados 37 millones en tres grandes obras de Sanidad y Educación, incluido el Silo
La Junta rescinde los contratos con dos constructoras del Grupo Urbas ante la falta de avances en las obras de las consultas externas del Clínico de Valladolid, el Centro de Salud ‘El Silo’ de Burgos y el nuevo conservatorio de León
Paralización, retraso, demora, detención y un amplio de repertorio de sinónimos que van ligados a tres grandes obras de la Junta de Castilla y León: el edificio de consultas externas del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, el Centro de Salud ‘El Silo’ de Burgos y el Conservatorio de León.
En común, más de 47 millones de euros invertidos por la Junta de Castilla y León que se mantienen a la deriva a consecuencia de la inoperancia de las constructoras del Grupo Urbas, responsable de los tres proyectos de ejecución. Sin cumplir con los plazos, las consejerías responsables han resuelto todos los contratos que implicaba a la empresa. Así, el ciclo se ha vuelto a repetir, con una actualización de precios de las obras y salidas a concurso en busca de una empresa que, esta vez sí, garantice su finalización.
El último en caso en estallar fue el del Clínico de la capital vallisoletana, que el pasado miércoles este periódico reveló que la Consejería de Sanidad despedía a la empresa contratista del bloque de consultas externas, Joca Ingeniería y Construcciones S.A. -absorbida por Urbas-, tras alegar “falta de avances” desde el pasado verano. Una decisión también justificada por el historial de Urbas como «responsable de haber abandonado otras obras contratadas con la administración pública en toda España», entre las que mencionaron el Conservatorio de León y el Centro de Salud ‘El Silo’ en Burgos. En los otros dos casos, la constructora implicada fue CHR Europa Gestión y Construcción S.L., «una de las de las promotoras–constructoras más grandes de Castilla y León» comprada por Urbas el 31 de agosto de 2022, resaltaron en el respectivo acuerdo.
Una vez la Junta de Castilla y León procedió a resolver el 7 de agosto de 2020 el contrato con la anterior adjudicataria del nuevo centro sanitario burgalés, Vialterra Infraestructuras S.A., que ejecutó la obra por un importe de 998.498,41 euros, lo que supone un 22,04% del importante contratado (4.529.550,93 euros) antes de solicitar la suspensión de la obra por la negativa de la Junta a ampliar el presupuesto un 9,75%; la segunda licitación se efectuó el 30 de marzo de 2022 en favor de CHR por ser un ejemplo de «eficiencia» y «diligencia» con un coste elevado de la ejecución de 752.848,11 euros, hasta 5.282.399,04 euros, y un plazo de ejecución de 12 meses.
Sin todavía ser absorbida la constructora por parte de Urbas, la Consejería de Sanidad consideró que «los trabajos se iniciaron con normalidad» desde la firma del contrato el 9 de mayo de 2022. Pero en semanas sucesivas al 31 de agosto de ese año, «el ritmo de la obra fue decayendo», por lo que el departamento de Alejandro Vázquez requirió el 19 de octubre explicaciones al respecto. Con dos visitas de por medio en noviembre y en enero, se constataron pasos como la colocación en la primera planta de perfilería de pladur, colocación de premarcos, o cerramientos de fachadas y pilares.
Ya en mayo de 2023, tanto CHR como Urbas «expresaron seguir con la obra», como recordó Alejandro Vázquez en la inauguración del Congreso Nacional de Coordinadores de Trasplantes, y «llegaron a plantear que sus subcontratas cobraran directamente de la Junta para tratar de evitar la falta de confianza que existía entre sus proveedores».
Sin embargo, Sanidad emprendió un ultimátum debido a que «las buenas palabras de los contratistas no se materializaron en ningún avance» y se concretó el 7 de junio con el inicio de los trámites para la resolución del contrato, completándose hasta esa fecha un 6,22% de la obra prevista para ‘El Silo’ por parte de CHR, que sumado a la aportación de Vialterra alcanzaba el 28,26%. Al respecto, la empresa presentó alegaciones como permite el proceso de resolución, y basaron su decisión de no continuar el proyecto por el «alza de precios en los materiales de construcción».
Sobre este contexto, la Junta de Castilla y León se consideró «perjudicada», defendiendo la actuación de los técnicos y recalcando que el compromiso con el nuevo centro de salud de Burgos «ha sido, es y será indudable». Así, está pendiente el relanzamiento de la licitación de las obras con la previsión de que en las primeras semanas de 2024 vuelvan a estar en marcha.
Únicamente transcurrirían tres meses más para que CHR sufriese una nueva desvinculación con el Ejecutivo autonómico. En este caso, la rescisión del contrato correspondió al Conservatorio de León, que la Consejería de Educación adjudicó con un plazo 20 meses, que finalizó en enero de 2023 y que está ejecutado al 49%, lo que supone una inversión de más de cuatro millones tras el total presupuestado de 7.860.053,54 euros.
No fue hasta el mes de septiembre cuando Rocío Lucas, consejera de Educación, anunció el proceso para la rescisión contractual en el Pleno de las Cortes de Castilla y León tras el interés del procurador socialista Diego Moreno sobre la finalización del proyecto para acoger a más de 600 alumnos.
Ante la paralización de las obras y los retrasos de la empresa adjudicataria, a la que se amplió el plazo para concluir las obras hasta el pasado mes de agosto tras mantener varias reuniones por el evidente parón del futuro conservatorio leonés, la Junta decidió iniciar una nueva tramitación conforme a la Ley de Contratos y con la «máxima celeridad» posible para abrir las puertas en el curso 2024/2025.
No obstante, según reconoció recientemente el secretario general de la consejería de Educación, Jesús Manuel Hurtado, el contrato con CHR todavía no se ha resuelto, por lo que afirmó que es «muy difícil» que León cuente con un nuevo conservatorio para el próximo año. Al respecto, estimó que a finales de 2023 podría estar resuelto. «Tendrá que pasar por el Consejo de Gobierno. Una vez ahí, se podrá licitar, sacar a concurso y retomar la obra», detalló.
Con este nuevo retraso, las obras, según sus previsiones, no se retomarán hasta primavera. «Todo se ha demorado porque queremos tenerlo todo bien atado para que la anterior empresa concesionaria no pueda recurrir», añadió, por lo que los estudiantes tendrán que seguir asistiendo al edificio de Santa Nonia.
La última gran obra de la Junta de Castilla y León perjudicada por las actuaciones del Grupo Urbas ha sido el edificio de consultas externas del Clínico de Valladolid, donde se ve implicada otra de sus constructoras: Joca Ingeniería y Construcciones S.A.
Adjudicadas las obras por 24.362.850 millones en mayo de 2022, con un plazo de ejecución de 26 meses que concluía en octubre de 2024, la Consejería de Sanidad comunicó a este periódico la intención de resolver el contrato ante la «falta de avances» y las «nulas explicaciones» desde el pasado verano por parte de la empresa contratista. Aspectos que constató Carlos Fernández Carriedo, consejero y portavoz de la Junta, con un ritmo de ejecución «claramente insuficiente» y falta de «voluntad».
Con escasos progresos desde que a finales de septiembre de 2022 comenzó la construcción del inmueble, Sanidad llevará a cabo una actualización del proyecto para que tenga en cuenta los costes reales» y que salga de nuevo a concurso.
Serán 19 los años que entonces se cumplirán desde que se anunció la rehabilitación integral del Clínico donde se incluía esta obra, prevista para estar operativa en 2025 con 168 consultas de especialidades, 43 salas y una inversión añadida de 13 millones.