SOMOS CASTILLA Y LEÓN
Iberaval, el aliado estratégico para el desarrollo del tejido empresarial en Castilla y León
La sociedad de garantía plantea nuevas fórmulas para la obtención de financiación dirigida
a inversión y liquidez al lograr un posicionamiento clave entre pymes y autónomos
Que una empresa castellana y leonesa, como es Iberaval, la sociedad de garantía que ha superado los 600 millones en financiación a empresas durante 2023, haya logrado situarse como líder en un sector desconocido hasta hace apenas una década en nuestro país, debería ser motivo de orgullo para una comunidad autónoma que tiene mucho que ofrecer –en primer lugar–, y también vender –porque lo que no se conoce no se compra–.
Iberaval, de hecho, se ha convertido en un pilar fundamental para la innovación empresarial y el crecimiento sostenible en Castilla y León. Y éstos son precisamente dos objetivos a corto y medio plazo en los que pretende invertir recursos la entidad. Si bien, en sus más de cuatro décadas ya de historia, Iberaval ha ido de la mano con la administración autonómica, la Junta de Castilla y León, a partir del impulso de su Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE), e iniciativas como su programa ICE Financia, que, a partir de diferentes líneas dirigidas a pymes, autónomos, emprendedores y compañías de mediana capitalización (midcaps), ya ha financiado más de 16.000 operaciones a lo largo del último cuarto de siglo –inició su andadura con este siglo–, por un valor de 1.877 millones de euros, lo que ha supuesto una inversión inducida de cerca de 2.400 millones de euros.
Nuevo instrumento financiero
A ello se ha sumado un Instrumento Financiero, cogestionado con ese Instituto de la Junta de Castilla y León, y cofinanciado con Fondos de la Unión Europea para el Desarrollo Regional (FEDER), que se ha comenzado a aplicar este mismo año y que servirá para respaldar proyectos empresariales con 60 millones de euros a lo largo de los próximos años aquellas iniciativas que buscan fortalecer la Competitividad Empresarial. O lo que es igual: una mayor versatilidad, especialización y agilidad en un contexto global cada vez más complicado y en el que la clave se sitúa en localizar nichos de negocio y prosperar en ellos.
El Instrumento cubrirá préstamos concedidos por entidades financieras para fines concretos. Estos son la adquisición de inmovilizado material como inmaterial, financiación de capital circulante asociados a proyectos de inversión y proyectos mixtos. El importe máximo al que podrán ascender dichos préstamos será de 2,5 millones de euros, y el plazo podrá llegar hasta los 15 años, con dos años de carencia, según las características del proyecto.
La sostenibilidad gana terreno
Y es que, con un panorama en el que la financiación apegada a la sostenibilidad sigue avanzando, el respaldo de Iberaval, que con la prestación de sus productos avalistas abarata costes y permite ampliar los plazos de devolución, constituye en este momento un must esencial para muchos proyectos empresariales, como los que cada año despegan en el territorio castellano y leonés. En palabras del presidente de la sociedad de garantía, César Pontvianne: «La marca Iberaval ya es una más en el día a día de muchos directores financieros de las empresas más relevantes de Castilla y León, porque conocen nuestro trabajo y la capacidad de respuesta que logramos». Iberaval, de hecho, no sólo asegura el acceso a financiación en condiciones preferentes, sino que también fomenta una cultura de innovación, a partir de una automatización de procesos o el despliegue de algoritmos de resolució+n, que conllevan un ajuste fino, además de la rebaja en esos tiempos clave para el desarrollo de proyectos.
Compromiso con el futuro
En este contexto, y con una clara visión de futuro, Iberaval ha sabido adaptarse a los constantes cambios y desafíos del mercado, poniendo especial énfasis en proyectos que lideran la transformación digital, la sostenibilidad y la innovación tecnológica. La entidad entiende que el apoyo a este tipo de iniciativas no sólo es una inversión en las empresas individuales, sino en el tejido económico y social de Castilla y León y, por extensión, español. Con el riesgo vivo actual de Iberaval –a cierre de 2023, contaba con más de 22.000 operaciones activas por valor de 1.574 millones de euros–, sostiene 222.000 puestos de trabajo, pertenecientes a las empresas con financiación.
Iberaval, de hecho, ya demostró esa capacidad de adaptación en mitad de la adversidad de períodos económicos inciertos, como el desencadenado por la pandemia global o los efectos de la guerra de Ucrania y el encarecimiento del precio del dinero. Iberaval ha respondido con programas específicos destinados a facilitar la liquidez y el acceso al crédito para sus socios, algo más de 38.000 en este momento, la mayoría de ellos castellano y leoneses. Pero, más allá de la financiación, la entidad se ha erigido como un bastión de asesoramiento y acompañamiento, vital para la superación de obstáculos y la reinvención de negocios en tiempos de crisis. Particularmente notable ha sido su papel como promotor de la transformación digital de negocios tradicionales, fundamental para su adaptación y supervivencia en el nuevo entorno económico.
Agente de cambio
Iberaval se conforma así como un agente relevante de cambio hacia una economía más sostenible y digitalizada. La adaptación a los nuevos modelos de negocio, la implementación de soluciones sostenibles y la contribución a una sociedad con mayor número de oportunidades suponen ya ejes sobre los cuales Iberaval desea seguir construyendo su legado. El objetivo, en dos años, se sitúa en 1.950 millones de euros de riesgo vivo. Una cifra que marca su actual plan estratégico y que contiene variadas interesantes como que esa cantidad implica un importante respaldo al empleo, pero también la dinamización de los territorios que componen Castilla y León.
Con este objetivo, Iberaval lleva a cabo importantes esfuerzos dentro de su actividad, con vistas, sin ir más lejos, a dar una respuesta aún más rápida a las necesidades de financiación de las compañías.