El alcalde de Soria pide no confundir "cohesión territorial con convergencia económica" y cree necesario dotar de "competitividad social" a los territorios

El alcalde de Soria, Carlos Martínez, pidió no confundir “cohesión territorial con convergencia económica”, al creer necesario que se dote de "competitividad económica y social a los territorios", además de "proteger el estado de derecho". Puntos claves que defendió durante su participación en el Comité Político del CMRE y en el Comité de las Regiones en el Edificio Jacques Delors (JDE52) de Bruselas, junto a la delegación española de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

Martínez indició que la política de cohesión de Europa “ha sido la herramienta fundamental para corregir las desigualdades entre los países de la Unión”., quien añadió que “es esencial que reconozcamos y abordemos el refuerzo financiero y económico para el nuevo periodo y al mismo tiempo seamos conscientes de las desigualdades que existen dentro de cada uno de los países de la Unión”.

Las sesiones de trabajo abordaron temas esenciales de ámbito europeo, pero con repercusión local como la necesidad de dar forma al próximo mandato y las prioridades locales y regionales de un futuro próspero. Otra de las mesas redondas ha abordado la necesidad de reducir la brecha entre las zonas rurales y las urbanas a través de un desarrollo territorial integrado.

En ese sentido, el regidor soriano insistió en esa misma dirección y en la importancia de la “ordenación territorial para reducir los desequilibrios entre provincias, entre territorio y con ello entre personas”. Además de las sesiones del comité político, el representante municipal asistió al Comité de las Regiones donde ha tenido además la oportunidad de conversar con la comisaria, Elisa Ferreira, responsable del área de las políticas de cohesión.

Estas intervenciones se enmarcan en unas sesiones en las que se ha avanzado en otros aspectos de actualidad en los que las entidades locales tienen mucho que decir. Los resultados de las elecciones europeas, el perfil de quienes se sienten más decepcionados o alejados de la política, el creciente número de euroescépticos hace que el foco se deba poner en esas personas, jóvenes, de clase obrera, pero también en esos espacios donde viven, en su mayor parte ciudades de menos de 20.000 personas y entornos rurales, y que la recuperación de la confianza en la Unión Europea pase por los gobiernos locales.