La terminal de mercancías de Valladolid despierta el interés de las autopistas ferroviarias y podría conectarse con Madrid, Valencia, Zaragoza o Algeciras
La Variante Este estrenará la primera fase en el primer semestre de 2025 para dar servicio a Renault y evitará el paso de ocho trenes diarios
La terminal de mercancías de Valladolid, situada en el Complejo Ferroviario del páramo de San Isidro, despierta ya el interés de la industria agroalimentaria, para dar salida a producciones como la alfalfa, puesto que se convertirá en el nodo logístico de Castilla y León, así como de las operadoras de las autopistas ferroviarias. De esta forma, podría dar dar continuidad al eje Valencia-Madrid ya inaugurado o contar con una nueva de Madrid a Valladolid, con doble destino a Algeciras y Zaragoza, y conexiones al norte peninsular.
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, visitó hoy las obras que se están ejecutando en esta infraestructura, que señaló dará servicio como “hub” de las mercancías a la provincia de Valladolid, pero también a Castilla y León. En su intervención, anunció que los diferentes entes de su departamento han recibido ya propuestas de servicios para esta terminal que señaló es “muy demandada”.
Por un lado, indicó que las empresas operadoras de las autopistas ferroviarias, pretenden por un lado prolongar la existente entre Valencia y Madrid, y por otro crear una nueva de Valladolid a Madrid, con doble destino hacia Zaragoza y Algeciras, con el objetivo de dar servicio, sobre todo, a la industria del automóvil, presente en Valladolid y la Comunidad. Además, su intención es ofrecer conexiones con Cantabria, Asturias, Galicia, así como con la terminal de Júndiz, en Álava.
Asimismo, el ministro subrayó la actividad de contenedores que tendrá la futura estación de mercancías para sectores como la industria agroalimentaria y como ejemplo indicó que la producción de alfalfa en pellet que ahora sale en camiones hacia Madrid, Valencia o Zaragoza, para partir desde el puerto de Barcelona hacia África, Oriente Medio o Asia, lo hará en tren. La previsión es que al menos un tren diario cargado de contenedores partirá de esta terminal, ya que actualmente desde Castilla y León salen 12.000 contenedores al año. A todo ello se sumarán, dijo, la patata, el azúcar o el vino.
Esta terminal, insistió Óscar Puente, se convertirá en un polo “emisor” y de recepción de mercancías frente al actual modelo que definió como de tren de paso por Valladolid. Esta infraestructura, cuenta con una superficie de 230.000 metros cuadrados y siete vías de 750 metros, a lo que se unen otras dos de carga y descarga, lo que conforma una playa de nueve vías, la más grande del país. Además, dispondrá de un edificio de gestión, una zona de estacionamiento y un área de expansión. La obra tiene un presupuesto de 19,5 millones de euros.
Para que entre en funcionamiento, el ministro de Transportes indicó que será necesario terminar la Variante Este de mercancías, de 17,5 kilómetros, cuyas obras se encuentran ejecutivas en un 91 por ciento. Su puesta en servicio será en dos fase, siendo el primer semestre de 2025 el plazo previsto para la primera, lo que dará servicio a Renault, evitando el paso de ocho de los 30 trenes de mercancías que cada día atraviesan la ciudad de Valladolid. La segunda llegará en el primer semestre de 2026, desviando los otros 22 convoyes, una vez se terminen las obras del viaducto de 1.115 metros pendientes.
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