El Correo de Burgos

Licitan por 1,9 millones la Casa del Parque ‘Sabinares del Arlanza-La Yecla’ en San Pedro de Arlanza

La primera fase será la restauración de la parte del monasterio donde se ubicará esta instalación y está previsto que las obras concluyan en la primavera de 2026

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Ical

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La Junta de Castilla y León publica la licitación de las obras para ubicar la Casa del Parque Natural ‘Sabinares del Arlanza-La Yecla’ en el monasterio de San Pedro de Arlanza y el acondicionamiento de zona de aparcamiento. Los trabajos, que se realizarán en la localidad burgalesa de Hortigüela, tienen un presupuesto de 1,87 millones de euros y las ofertas podrán presentarse hasta el 28 de noviembre de 2024. Se trata de una actuación incluida y financiada por el Programa FEDER de Castilla y León.

La primera fase será la restauración de la parte del monasterio donde se ubicará esta instalación y está previsto que las obras concluyan en la primavera de 2026, según informaron hoy fuentes del Gobierno autonómico a través de un comunicado de prensa recogido por Ical. Las obras en el monasterio de San Pedro de Arlanza servirán para acoger una de las sedes de la Casa del Parque Natural ‘Sabinares del Arlanza-La Yecla’.

Sin embargo, precisaron que esta Casa del Parque tendrá una segunda sede, ubicada en el casco urbano de Santo Domingo de Silos. En la antigua casa de cultura del municipio se está redactando actualmente el proyecto de reforma interior que permitirá su nuevo uso como espacio para la promoción de la educación ambiental y el desarrollo sostenible del territorio.

La finalidad es que ambas sedes se complementen y se entiendan como un conjunto, reflejando el devenir tanto geográfico como natural, histórico y cultural de esta zona. De este modo, los habitantes de la comarca reforzarán su sentido de pertenencia y cohesión hacia un entorno que ellos mismos han contribuido a crear generación tras generación; y a los visitantes se les ofrecerá una visión integradora de todos los valores que hacen único a este espacio natural.

El principal objetivo de esta actuación es reunir entre las dos sedes los mejores elementos expositivos que faciliten el acercamiento respetuoso de los visitantes al Parque Natural 'Sabinares del Arlanza-La Yecla' y les ofrezca las claves necesarias para identificar, valorar e interpretar el patrimonio etnográfico y paisajístico de este lugar.

Segunda vida para San Pedro de Arlanza

El monasterio de San Pedro de Arlanza, declarado Monumento Nacional en 1931, se encuentra a orillas del río que le da nombre, en el término municipal de Hortigüela (Burgos). Su origen en el siglo X se vincula al condado de Castilla y a las figuras de Fernán González y su esposa Sancha. Los siglos XI y XII son de gran esplendor y las numerosas donaciones permitieron iniciar la construcción de un nuevo templo en 1080.

Los sucesivos periodos de pujanza y crisis, las reformas en la Orden Benedictina y los cambios estilísticos van dejando huella en el edificio. En los siglos XII, XV y XVII se transforma y amplía hasta que las desamortizaciones del XIX suponen el inicio de la ruina y la dispersión de fragmentos del monasterio.

Este conjunto monástico constituye un enclave con una identidad que no sólo perdura, sino que se acrecienta a lo largo de sus más de 1.000 años de historia, y se ha convertido en un lugar en el que se reconocen y convergen los habitantes de las comarcas del entorno y los más de 20.000 visitantes anuales, para contemplar esa admirable simbiosis de arte, espiritualidad y naturaleza.

Las obras que se acaban de licitar afectan a una parte del interior del monasterio (alas sur y este del claustro menor), a las edificaciones auxiliares exteriores y al entorno más próximo. Las actuaciones interiores servirán para acondicionar diversas dependencias del monasterio como Casa del Parque Natural ‘Sabinares del Arlanza-La Yecla’ y, de este modo, se devolverá al complejo monástico su papel como alma de la comarca y centro neurálgico y vertebrador del territorio a través de la dinamización turística.

Esta segunda vida del monasterio será compatible con la visita cultural al resto del conjunto edificado y no condicionará las siguientes fases de consolidación y restauración del edificio, especialmente la prevista en el sector noreste en el que se conservan los restos de un lagar para la producción de vino, que se remonta al menos al siglo XVIII y ha estado en uso hasta época reciente.

La planta baja y la planta primera se dedicarán a la parte expositiva de la Casa del Parque, mientras que la planta bajo-cubierta tendrá un uso polivalente y versátil, capaz de acoger actividades organizadas por diversas instituciones, entidades locales y colectivos de carácter cultural y social.

Una de las actuaciones más importantes será la sustitución de las carpinterías exteriores actuales, que apenas protegen el interior, por unas carpinterías de gran calidad que mejoran el confort interior de las dependencias, garantizan la eficiencia energética del edificio y son respetuosas con la composición original de las fachadas.

El edificio será accesible gracias a la instalación de un ascensor en el hueco de las escaleras del vestíbulo principal de planta baja y el zaguán se utilizará como área de descanso. Para ello, subrayaron que se propone un mobiliario muy ligero que no ocultará los elementos propios de su primitiva función.

Respeto del carácter original del edificio

Para garantizar el funcionamiento de la Casa del Parque, se han proyectado nuevas instalaciones de electricidad, climatización y ventilación, cuyo diseño es profundamente respetuoso con el edificio original, no ponen en peligro su conservación, no alteran las estructuras ocultas o restos arqueológicos, ni condicionan la recuperación arqueológica de los niveles originales del terreno.

Además, las acometidas de los diferentes suministros (electricidad, telecomunicaciones, abastecimiento de agua, saneamiento, entre otros) han tenido en cuenta los resultados obtenidos en la prospección geofísica mediante georradar (realizadas en 2021) y en las excavaciones arqueológicas (realizadas entre julio y octubre de 2023).

Parte de estas instalaciones se alojan en la planta semisótano del monasterio. En el exterior, una de las edificaciones auxiliares, que actualmente está en ruinas, se rehabilitará para albergar la centralización de las instalaciones de climatización (caldera de biomasa, depósito de inercia, acumulador, silo de pellets, etcétera) y electricidad (grupo electrógeno); y la otra edificación auxiliar se utilizará para albergar los aseos accesibles para el uso de los visitantes. El espacio entre ambas edificaciones se acondicionará completamente (consolidación y restauración de coronaciones de muretes, pavimentación, vegetación, etcétera) y la rampa de acceso a los aseos servirá como espacio de mirador a la ribera del Arlanza y a la ermita de San Pelayo.

En el entorno próximo del monasterio se realizarán movimientos de tierras en la terraza que sirve de base a la fachada sur y en las antiguas huertas, con apertura de zanjas para acometidas, canalizaciones varias y saneamiento. Darán servicio a los sistemas de captación-potabilización de agua y de depuración-evacuación de aguas residuales que se han proyectado respetando las franjas de protección previstas a ambos lados del complejo hidráulico medieval existente, realizado con piezas de cantería, formado por un pozo de captación y un pequeño acueducto, que tiene un alto valor arqueológico.

Zona de aparcamiento

El programa que se desarrolla corresponde a la ejecución de un nuevo aparcamiento que sirva para estacionar los vehículos (motos, turismos y autobuses) de los visitantes que accedan al Monasterio de San Pedro de Arlanza y al entorno próximo del Parque Natural de Sabinares del Arlanza-La Yecla. La superficie que se pretende acondicionar como aparcamiento está condicionada por la necesidad de conservar los caminos existentes, por el trazado de la carretera BU-905 y por la intención de conservar todos los árboles que se ubican en la zona.

El aparcamiento se ubica en la zona colindante de la carretera. El proyecto crea un acceso peatonal que atraviesa la carretera (protegido por una barandilla de madera) que garantice la seguridad de los visitantes. Los turismos y motos se ordenan en tres bloques paralelos de estacionamientos en batería. Cada uno de ellos cuenta con nueve o diez plazas, siendo una de ellas accesible. Respetando uno de los caminos forestales, se ha reservado una zona para el aparcamiento de dos autobuses.

Entre la zona de estacionamiento y la tenada se dispone un espacio peatonal, en el que pueden colocarse árboles, bancos y paneles informativos. Este acondicionamiento supone una actuación menor, con una mínima alteración del suelo natural, para lo cual se aplicarán soluciones ligeras y reversibles para la estabilización y nivelación del terreno.

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