'Artesa' desembarcará en Madrid tras su paso por el Arco de Santa María
La exposición sobre la revista literaria de vanguardia se inaugura el miércoles en la sala burgalesa y el 12 de abril llegará al Círculo de Bellas Artes de la capital española
A.S.R. / Burgos
Han pasado meses, años, desde que se anunciara por primera vez el ambicioso resurgimiento de la revista Artesa. Primero iba a ser un facsímil que reuniera todos los números de esta publicación poética nacida en los años sesenta. Después pareció oportuna esta ocasión para diseñar una exposición sobre la misma y acompañarla con un encuentro con sus artífices. El cambio de planes ha dilatado el proyecto en el tiempo pero ya es una realidad. El miércoles se inaugura la muestra La revista Artesa, una aventura de vanguardia en Burgos en el Arco de Santa María, donde permanecerá hasta el 28 de marzo y que irá acompañada por una edición facsímil, enriquecida por cartas y manuscritos inéditos.
Y si aquella revista de culto que puso a Burgos en el punto de mira nacional e incluso internacional de la poesía experimental saltó las fronteras, también lo hará este recuerdo orquestado por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y el Instituto Municipal de Cultura (IMC). Tras su paso por la capital burgalesa viajará hasta Madrid para ser mostrada en el Círculo de Bellas Artes desde el 12 de abril.
Gonzalo Santonja, director del Instituto de la Lengua, resalta el valor de esta iniciativa literaria «citada por extenso en todas las historias de la literatura y las revistas literarias de la segunda mitad del siglo XX» y añade: «Artesa fijó, sin incurrir en ningún tipo de exageraciones, la capitalidad en hojas volanderas de la vanguardia en el ámbito universal de nuestra lengua, el español de todos y sin fronteras».
La revista Artesa, una aventura de vanguardia en Burgos, tanto la exposición como el facsímil, materializa un viejo sueño del Instituto de la Lengua en el que también se embarcó el investigador, escritor y técnico del IMC Juan Carlos Estébanez, que falleció sin ver el resultado final de esta expedición.
Si importantes son los promotores de este homenaje a la publicación, más lo son aquellos pioneros que lo hicieron posible. Y en este punto entran Antonio L. Bouza, los hermanos Tino y Jesús Barriuso y Carlos Balbás, que entre las paredes del desaparecido bar Miraflores empezaron a hablar de poesía en 1968 en una tertulia que un año más tarde daría nombre a una de las iniciativas editoriales más rompedoras de aquellos años.