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ESTRELLA MORENTE Cantante

«Cualquier música con una buena letra da un giro de 180 grados»

Recién declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, el flamenco llega bajo cero en la maleta de la artista granadina. Nada de tocar y palpar esta noche, pero sí mucho de sentir y emocionarse

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Burgos

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Actualizado:

A.S.R. / Burgos

La historia de amor entre Estrella Morente y el flamenco es desde antes incluso de que la artista naciera. Hija del maestro Enrique Morente y de la bailaora Aurora Carbonell, nieta del guitarrista Montoyita, sobrina y prima de cantaores y músicos, lo raro es que no se hubiera entregado a este arte Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Se le nota la pasión cuando escribe de su vida, de su pasado y de su futuro, se le nota en las respuestas a las siguientes preguntas que contesta a través del correo electrónico y que dan pie al concierto de esta noche en Cultural Caja de Burgos de la avenida Cantabria. Se la esperaba con ganas. Ha agotado las entradas.

Pregunta- Pregunta obligada: ¿Qué significa para la gente del flamenco que se haya declarado Patrimonio de la Humanidad?

Respuesta- Como dice don Enrique Morente ahora la humanidad forma parte del flamenco.

P.- ¿Qué es el flamenco para una persona como usted que lo ha mamado, tanto de su padre como de su madre?

R.- Algo natural, forma parte de mi persona.

P.- ¿Cuál es su canción talismán? ¿La que nunca falta en sus conciertos?

R.- La improvisada

P.- Le dedicó un disco a las mujeres. ¿Qué importancia tienen en este mundo?

R.- La mujer es la madre de la vida.

P.- En ese álbum incluye varias nanas. ¿Su maternidad le ha cambiado? ¿Le ha hecho mirar la música de otra manera?

R.- Yo le cantaba nanas a mis hijos antes de que nacieran, cuando solo los imaginaba.

P.- ¿Para cuándo y cómo su próximo disco, que debe estar al caer?

R.- No creo que este nuevo disco esté al caer, aún le queda un proceso de ordenar cosas y darle algunas vueltas a la cabeza para ver que sacamos, porque tenemos mucho material. Todo tiene su momento, claro que estamos trabajando en ello y deseo que salga al mercado cuanto antes para poder compartirlo, pero pienso que aún queda trabajo.

P.- ¿Cómo surgió la colaboración con Michael Nyman?

R.- Él vino a verme a un concierto en Londres y pasó a saludarme al camerino. Allí tuve la suerte de coincidir con un monstruo de la música que, humilde, como todos los grandes, me obsequió con parte de su obra, entre la que se encontraban algunos cedés antiguos que enseguida, de vuelta a casa, escuché. Encima de su orquestación le puse letra de San Juan de la Cruz, concretamente a un réquiem que el tenía de hace treinta años, se lo mandé y emocionado me visitó en Granada donde pasamos una velada maravillosa... Y ahí empezó todo.

P.- ¿Qué papel juega la poesía en sus canciones?

R.- El texto es el 50% junto a la melodía, si la música es bella y el texto no tiene calidad estamos perdidos, en cambio, a cualquier música una buena letra le da un giro de 180 grados.

P.- Además de estos temas grabados con el compositor británico. ¿Qué otras sorpresas aguardarán al público?

R.- Las justas.

P.- ¿Qué ventajas y desventajas tiene que el productor además de serlo también sea su padre?

R.- Es el mejor produciendo, esa es la mayor ventaja

P.- Mucho se habla de la crisis de las discográficas. ¿Ha afectado al flamenco o éste vive del directo? ¿La magia del flamenco se puede sentir desde un disco?

R.- Pienso y creo en la teoría de que todo tiene que tener una relación y una coherencia entre sí, no siempre se consigue pero es importante intentar que todo tenga un hilo conductor.

P.- ¿Qué elementos no pueden faltar en una noche de flamenco?

R.- Una guitarra, aunque a veces también nos hemos encontrado sin ella. Supongo que el corazón sustituye a cualquier objeto.

P.- ¿Existe realmente el duende del flamenco? ¿Cómo es? ¿Dónde se esconde? ¿Cómo se llega a él?

R.- A mí siempre me ha hecho mucha gracia recordar lo que decía mi tío Chano Lobato, que el duende es un ser chiquitillo, mú gracioso, con un jersey de rayas y unos zapatones mú grandes que aparece cuando quiere... (jajajajaja).