ESCULTURA
El escultor Abelenda cede 60 de sus obras al Ayuntamiento
El artista burgalés espera que las piezas puedan exponerse
MARTA CASADO / Burgos
El prestigioso escultor burgalés de arte religioso Andrés Martínez Abelenda ha donado 60 imágenes y esculturas al Ayuntamiento de Burgos. Las piezas forman parte de lo que denomina arte menor ya que sus grandes retablos se encuentran en diferentes iglesias y catedrales, principalmente de Iberoamérica. El alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio, ha recibido al escultor quien ha expresado su deseo de que el Consistorio «pueda conservarlas y dedicarle un espacio idóneo para que pueda exponerse».
Entre el material que el artista donará al Ayuntamiento figuran pequeñas esculturas, libros, proyectos y bocetos además de los elementos que integraban su taller burgalés en el que trabajaban hasta 20 operarios. La temática religiosa obliga también a contar con piezas de gran tamaño además de bocetos y dibujos de los retablos confeccionados por el escultor a tamaño natural. Por ello es consciente que para su exposición «no es fácil encontrar un local que sea un espacio idóneo para que este tipo de obra pueda verse con facilidad pero ya hemos iniciado los primeros contactos y hay posibilidades», concluye.
Retablos, púlpitos, comulgatorios imágenes forman parte de la obra de carácter religioso que se confeccionaba desde el amplio taller de Abelenda en el que era auxiliado para esta magna labor por peones, canteros, tallistas que hacían los adornos, los sacadores de puntos que ayudaban al escultor así como especialistas encargados de dorar o policromar las tallas. Moviéndose por un estilo gótico con muchos calados y figuras en sus grandes composiciones. Por ello el traslado de estos elementos era considerado por Abelenda como «otra verdadera obra de arte». El embalaje para el transporte en barco de estas piezas tan frágiles y con tantos lacados ha sido siempre complejo. Ahora sus creaciones adornan la Catedral de Ponce (Puerto Rico) e iglesias en Caracas, San Cristóbal y Maracaibo en Venezuela, entre otros lugares.
Aprendiz de su padre, el escultor burgalés Valeriano Martínez, ha sido uno de los maestros de este arte del pasado moviéndose en todos los estilos históricos pero dando su toque personal a sus creaciones para que no se convirtieran en meras copias del pasado. De su autoría son algunas obras singulares como el Cristo de Burgos que se venera en Murcia. Los materiales en los que solía trabajar Abelenda son, entre otros, la madera, piedra o alabastro también mármoles o modelos de arcilla han servido para revivir ese arte religioso de otro tiempo que caracteriza su obra.