Altavoz vestido de vaquero
Virgina Calvo 'forrará' el CAB con el proyecto colectivo D Autor
L. B. / Burgos
¿Por qué vivir el arte como mera experiencia contemplativa? ¿Por qué no situarnos al otro lado de la creación? El CAB lanza y resuelve estas cuestiones. La respuesta es sencilla y suena así: D Autor. He ahí el nombre del nuevo proyecto en el que se ha embarcado este espacio, una apuesta por la participación, por estrechar el lazo que ata a los artistas con su público. Virgina Calvo será la primera en asumir este reto que ayer se presentaba en sociedad de la mano de Óscar Martínez, jefe de Gestión Cultural de Caja de Burgos, Cristina García, responsable de coordinación externa del CAB y la propia artista que capitaneará el estreno de esta nueva sección.
Para la ocasión, Calvo se vestirá de vaquero. Y es que este tejido será forma y fondo de su propuesta, denominada El muro de las lamentaciones. «Vivimos una época en la que todo el mundo tiene necesidad de hablar», explicó. Ella brindará la oportunidad de expresar esas ideas en los retales que logre reunir hasta el próximo 27 de marzo. Con la tela acumulada -que puede incluir algún mensaje de quien la entregue, o no- la artista, ducha en el manejo de este material como soporte creativo, confeccionará un panel a modo de gran pieza colectiva.
Así, los interesados en colaborar en el proyecto, que de eso se trata, pueden hacerlo entregando ropa de tela vaquera en el CAB, con o sin 'intervención' propia, o acudiendo a las instalaciones los martes de 17.30 a 20 horas para plasmar un mensaje en el panel o para ayudar a confeccionar el muro.
También las redes sociales abrirán una ventana a este proceso. «Su evolución podrá seguirse desde Facebook, aunque los que deseen sumar su mensaje tendrán que acudir al CAB», indicó Calvo que, no obstante, aseguró que conoce casos de personas que viven fuera que ya han manifestado interés por enviar su aportación.
Los más tímidos tendrán su espacio. «Se podrán colgar notas en papel con alfileres y dejaremos los bolsillos abiertos para meter en ellos mensajes», relató.
¿Algún límite? «Los lógicos, nada de insultos o cosas así. Por lo demás, ojalá podamos forrar el máximo espacio posible», deseó Calvo.
Finalizado el plazo, El muro de las lamentaciones lucirá en el nivel -2 del CAB desde el 30 marzo, día en el que se celebrará la fiesta de inauguración a la que estarán invitados todos los autores de la obra final, «entre los que se sortearán un viaje a Berlín y varias piezas seriadas de la artista impulsora del proyecto», anunció Cristina García.
Sobre el futuro de este collage vaquero que, al menos, ocupará 10 metros de largo, desde el techo al suelo, Óscar Martínez avanzó que, si se obtienen los permisos oportunos, «la idea es que el muro pueda salir a la calle en la próxima edición de la Noche Blanca».