La locura se desata a paso de baile

A.S.R.  / Burgos

La voz delata a Alberto Estébanez. La ronquera del director del BurgoSalsón lo dice todo. Y ese todo se resume en el éxito de la novena edición de esta cita con la salsa y el hip hop que ha reunido en Burgos a más de 1.200 personas llegadas de distintos puntos de la geografía española y más allá.

«Hemos cumplido las expectativas de sobra. Totalmente superadas. No esperábamos esta masificación de gente, la carpa del hotel se quedó pequeña y también las aulas de los talleres. Ha sido una edición preciosa», apuntaba ayer Estébanez, horas antes de la clausura de este encuentro, que se puso en marcha con la incertidumbre de saber cómo podía afectarle la crisis económica. Principalmente tras ver cómo fulminaba a otros certámenes de sus mismas características en otras ciudades españolas, sobre todo aquellos que dependían de ayudas institucionales o patrocinios privados.

¿Cuál es el secreto para mantenerse en pie? «Nosotros tenemos una mínima ayuda del Ayuntamiento y cubrimos con la bolsa de participantes el resto del coste, que ronda los 40.000 euros. Esto lo hacen pocos congresos», responde y completa la fórmula del éxito con dos ingredientes más: calidad (con estrenos incluidos) y precios muy competitivos (65-75 euros, alojamiento incluido).

Llama la atención igualmente sobre la presencia de más de 300 jóvenes burgaleses. «En estos nueve años hemos conseguido fomentar las relaciones sociales que propicia el baile», apunta y subraya la bonita estampa de ver a varias generaciones compartiendo pasos.

A la vista de estos resultados, la décima edición está garantizada y, además, la edil de Juventud, María José Abajo, anunció su traslado al Fórum Burgos Evolución. A Estébanez se le hace la boca agua. «Esa es la idea. A mí me parece un sitio encantador y permitiría que lo disfrutaría más gente porque su capacidad es mayor», dice.