Música tradicional / Encuentro internacional
Crisol de Cuerda lanza su edición más ambiciosa y sin subvenciones
La cita vuelve a Arlanzón en agosto, espera llegar a los 120 alumnos, cuenta con nuevos profesores y añade novedades como los talleres de canto y de danza
A.S.R. / Burgos
Lejos de achantarse por los nubarrones que se ciernen sobre la Cultura, Crisol de Cuerda Tradicional saca pecho y afronta su edición más ambiciosa. La cita dirigida por el escocés Alasdair Fraser regresa a la granja escuela de Arlanzón entre el 5 y el 12 de agosto. Lo hace sin subvenciones (no saben aún si contarán con la que hasta ahora recibían de Caja de Burgos) y con la pretensión de conseguir veinte alumnos más por lo que son 120 las plazas ofertadas para poder así afrontar el alto presupuesto que manejan.
«En vez de echarse atrás con lo que viene, hemos tirado hacia adelante. Nos hemos lanzado y lo queremos hacer», enfatiza Javier Ortega, artífice de este encuentro, que este año aumenta su oferta con novedades que encienden las luces sobre la voz y la danza y que suman nuevos nombres a la lista de profesores.
La voz se hará un hueco entre los instrumentos con la realización del llamado Singing Circle (Círculo de Cantantes), que brinda la posibilidad de empezar a cantar canciones de diversas tradiciones bajo la batuta de distintos profesores coordinados por Sally Ascraft.
Un segundo taller que asoma en la oferta es el que la organización llama Conciencia corporal para músicos y otros seres fantásticos, dirigido por María José Llorente, que propone «un paseo por el cuerpo, un viaje a través de los sentidos y una nueva mirada al propio sonido» y pretende «dar algunas herramientas que ayuden, completen o mejoren la interpretación musical a través de la reeducación postural, la expresión corporal y la conciencia del propio cuerpo».
En la nómina de nuevos maestros destaca el nombre del húngaro Jani Lang, experto en melodías del Este, que, explica Ortega, está encantado con la invitación a esta cita de la que había oído hablar a colegas suyos. Aparece igualmente Quico Comesaña, miembro de Berrogüeto, con la guitarra/bouzouki, y la vuelta de Jaime Muñoz, de La Musgaña, con la flauta travesera y el whistle, que ya hizo sonar en las primeras ediciones.
Estos nombres se unen a los ya habituales de Begoña Riobó (violín), Juan Arriola (fiddle), Arkaitz Miner (violín), Natalie Haas (violonchelo y Gema Rizo (baile y canto tradicional). Todos capitaneados por el violinista escocés Alasdair Fraser, que en reiteradas ocasiones ha mostrado su satisfacción por dirigir esta propuesta, única de sus características en España, según apunta Ortega, que sí recuerda experiencias similares en Escocia, Alemania y las islas griegas y turcas.
«Crisol de Cuerda es un encuentro en torno a la música tradicional en el que convergen creatividad, práctica, conocimiento y libertad. Es un espacio para amantes de la música que comparten su interés por la tradición y la innovación», se explica en la página web.
Para los bolsillos
La inscripción para esta nueva edición ya está abierta y es para todos los públicos. Los precios oscilan por tramos de edades. Los menores de 14 años pagarán 500 euros (380 euros el taller de danzas); los jóvenes entre 14 y 18 años, 520 euros (410 los que hagan el taller de danza); los estudiantes hasta 26 años y los jubilados, 540 euros (430 en baile); y los adultos, 550 euros (450 en danza). Estas cifras son válidas para las matrículas realizadas antes del 30 de mayo más 60 euros por reserva de plaza. A partir de esta fecha, a cada una de las cantidades habrá que sumarlas 20 euros.
El programa de becas continúa adelante (info@crisoldecuerda.com) y también existen descuentos para las familias en función del número de miembros.
Toda la información se encuentra en la web www.crisoldecuerda.com y las consultas se pueden hacer en los números de teléfono 699 97 33 29 y en 947 55 80 69.