El Correo de Burgos

LA KERMÉS DEL NEUTRINO

Otra forma de entender el arte

Carlos Urbina vuelve a su ciudad con sus exposiciones-fiesta de un día . La Kermés del Neutrino se celebra hoy en Espacio Tangente a las 20 horas

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Burgos

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MARTA CASADO / Burgos

Los neutrinos son partículas subatómicas minúsculas sin carga que surgen de la destrucción del átomo. Son juguetones y atraviesan cualquier tipo de materia, cualquier cuerpo. Cuando Carlos Urbina, artista burgalés en constante renovación, escuchó esto hace más de cuatro años «me vinieron a la cabeza cuerpos con agujeros de los neutrinos, huecos ... no sabemos para qué sirven pero me resultan simpáticos y siempre me ha interesado mucho la ciencia» afirma este artista que trata de reinventarse a sí mismo, a su obra y al arte. Por ello presenta dos de sus revoluciones la científica vista a través de sus pinturas y la forma de exponer con La Kermés del Neutrino. Un acto festivo que permite vivir el arte de igual a igual entre el espectador y el artista donde éste explica el contexto de gestación del cuadro que el espectador ve y «se establece un diálogo». Es una forma de sentir que «el arte está vivo». Para Urbina las exposiciones en galerías de arte son algo desfasado, de otro tiempo. «Hay que cambiar los modelos de promoción y presentación del arte a la sociedad, cuando has colgado los cuadros, la exposición ya está obsoleta, es lo más absurdo que hay», asegura al tiempo que defiende esta fiesta entorno a su arte en exposiciones de un solo día. «Cuando alguien tiene algo que decir y algo que presentar es una fiesta». La fiesta del arte de Carlos Urbina arranca hoy en Espacio Tangente a partir de las 20 horas. Empieza con una conferencia donde «explico cuáles son mis motivos para pintar, mis ilusiones, qué argumento hay detrás de los cuadros». Después «tomamos una caña, comemos algo, como una fiesta, mientras tanto charlamos con música de fondo. Sólo duran un día» concluye. Una fórmula novedosa que Urbina, siempre en constante renovación dado su inconformismo vital, quiere trasladar a los jóvenes. «Siempre hago estas kermés en espacios alternativos porque creo que aquí van a venir más jóvenes que son los que tenderán a cambiar el tipo de modelo de relación de la sociedad con el arte».

Y es que este sistema expositivo de un día es una innovación que surge de la percepción de Urbina de que el «el arte si no está vivo, está muerto». Asegura que la fórmula convencional de gestión artística a través de las galerías «es una burbuja que va a estallar, como lo han hecho todas», vaticina. Por eso él sabe amoldarse a los tiempos y por ello la veintena de piezas que muestra en su kermés alcanzan «precios de chinos». Aporta descuentos importantes, y realiza piezas de bajo precio para «llegar a todos y porque el artista también tiene que vivir». Asegura que con estos precios de chino «estoy vendiendo más que nunca». 20 piezas en un día puede ser una buena cuenta de resultados para cualquier empresa.

Urbina vuelve una vez más a su tierra. A principios de los 80 expuso en el Arco de Santa María, «de las primeras exposiciones me dieron la llave grande del arco, fue inolvidable», su conjunto de retratos históricos. Tras su estancia en Nueva York trajo a Burgos, al Monasterio de San Juan, sus grandes formatos de 4x4 metros con el negro como protagonista. En el año 1993 expuso sus inicios con el arte electrónico en la sala de arte de Caja Burgos en la Avenida del Arlanzón, precursora del CAB. En aquel momento fue el primero que introdujo un ordenador dentro de una escultura que vomitaba imágenes de la obra expuesta. Su fiesta se prolongará mañana sábado con la proyección de su película Brief, Fast, Ambrosia imágenes artísticas el sonido de la música electrónica de Eduardo Polonio de fondo que reflexionan sobre diez segundos de apagón mundial en el mundo.  La presentación, con coloquio, será a las 19 horas en Espacio Tangente.

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