ESCUELA MUNICIPAL DE TEATRO
Fin de curso en los despachos
A.S.R.
El mismo rayo de esperanza que alumbra la trama en Fool for love se vislumbra en el toma y daca que desde hace unos meses protagonizan la Escuela Municipal de Teatro y el Instituto Municipal de Cultura (IMC). Su presidente, el concejal Fernando Gómez, cuando cogió las riendas, ya advirtió de la necesidad de replantearse este servicio gestionado por la Asociación Cultural Escuela de Teatro Francisco de Salinas. A punto de terminar el curso, las reuniones se han intensificado en las últimas semanas. Ayer se produjo la última. Ambas partes reconocen que se van acercando posturas y se han emplazado a la próxima semana para, previsiblemente, poner el punto y final.
«Parece que hemos llegado al acuerdo de mantener toda la oferta de la escuela pero con reducciones económicas importantes», reconoce el director de la Escuela de Teatro, Fernando Quintana, que se jubila este año -no tendrá relevo- y quiere dejar todo atado antes de su despedida.
Y es que el recorte, efectivamente, es importante. Pasaría de los 140.000 euros que recibió en el curso 2011-2012 a los 38.000 euros que, en principio, tendría para el 2012-2013, según datos proporcionados por el edil.
«Estamos dispuestos a hacer lo que ellos crean siempre que entren dentro de los criterios del Ayuntamiento», expone Gómez y, por sus palabras, se deduce que la principal solución ahora mismo pasa por aumentar la cuota que pagan los alumnos, aunque aclara que ese incremento no será el mismo para todos los niveles. «El Ayuntamiento puede hacer una apuesta importante por que los niños se acerquen al teatro, pero no puede dar el mismo grado de cobertura a una persona mayor. No podemos poner el mismo dinero para que un niño se forme y tengamos un futuro espectador o actor que para que un adulto viva una afición», dice el concejal y pone como ejemplo los poco más de cien euros al año que pagan los alumnos de Arte Dramático por 15 horas semanales de clase.
El IMC ha puesto un proyecto sobre la mesa. La pelota ahora está en el tejado de los responsables de la Escuela de Teatro. Tanto unos como otros hablan de ambiente cordial y de la meta compartida que es la continuidad del centro.