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El reciclaje se transforma en arte

Susana Azcona expone 55 de sus obras confeccionadas en los últimos años donde la diversidad de materiales, ideas y estructuras generan una simetría donde reúne sueños y sentimientos

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Burgos

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MARTA CASADO / Burgos

Susana Azcona ha sido una enamorada del arte desde siempre. El tiempo le ha permitido dedicarse a dar forma a su inspiración de forma autodidacta. «Me hubiera gustado estudiar Bellas Artes pero soy autodidacta al cien por cien». La falta de técnica la suple con originalidad y buen gusto que le permite «resumir en las piezas todos los sentimientos, sueños y la energía que yo tengo y que deseo transmitir». Así surge Simetrías una producción en la que Azcona demuestra que todo objeto natural o metálico, nuevo o oxidado tiene una obra de arte en su interior. El reciclaje de un objeto en arte es posible y Simetrías, que se puede ver en la Sala de Exposiciones del Consulado del Mar hasta el 1 de julio, es un ejemplo de ello.

«Me dedico a hacer mis propios materiales. Voy recogiendo todo lo que veo en el campo, en la cocina, en un desguace... y le doy una utilidad», apunta. En esa confección surge hasta el lienzo que Susana realiza buscando tablas de madera a las que aplica una sábana encolada para formar el lienzo. «Me parece que es un sistema más propio, personaliza aún más la creación y además la madera tiene mucha energía». Una vez elaborado el lienzo es momento de aplicar las pinturas. «Apuesto por todos los colores pero después les incorporo materiales como  plásticos, metales, algas secas...». Con elementos como las algas que aportan un hilo fino que con papel o pintado genera un relieve «especial, como ramificado como tipo reflactales». A esto se une pasta, papel, plásticos arrugados... «Estos materiales dan un relieve y una textura muy especial al lienzo. Es como una rugosidad natural», apunta la artista que ya ha expuesto sus creaciones en los Centros Cívicos de Burgos e Ibeas de Juarros, localidad en la que reside.

Entre las propuestas pictóricas más curiosas los cuadros redondos. «Tenía la idea de hacer un cuadro redondo porque soy un poco antitodo pero no se me ocurría como. Un día cayó un tapacubos en mi mano y lo vi claro. Probé como quedaba y tiempo después ya me conocían en los desguaces que hasta me guardaban los materiales», recuerda con gracia.

Otro material inusual que en sus manos se convirtió en arte fueron un grupo de llaves. «Pasé de forma casual por el escaparate de una tienda, donde estaban dispuestas un montón de llaves y me llamó la atención. Pedí que me vendieran unas pocas y el tendero me las regaló todas» y comenzó a crear.

Otros objetos que se transforman en arte en las manos de Susana Azcona son ramas, troncos de árbol, conchas de mar, una baraja que permite construir un castillo de naipes en un cuadro... Una originalidad que no es una impostura es algo natural. «No busco innovar, hago lo que quiero, lo que me surge sin pensar en si hago o no exposición, tengo mi casa llena de cuadros, hasta cien», apunta. Un proceso de creación en el que tiene mucho que ver su capacidad para asimilar conceptos de sus lecturas. «Me gusta mucho leer de ciencia, de química, de biología, de temas espirituales... Esa  es mi inspiración. Yo leo, reposo y luego actúo. Hago lo que siento sin intención de innovar», concluye.

Sus simetrías alocadas y casi asimétricas se pueden ver hasta el 1 de julio en el Consulado del Mar en horario de martes a viernes de 19 a 21 horas, sábados de 12 a 14 y de 19 a 21 horas y domingos y festivos de 10.45 a 14.15 horas.