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ALEJANDRO YAGÜE Compositor

«El músico ha sido un burro y lo va a pagar»

A los diez años cambió al dibujo por la música como su principal pasión. Paso a paso, se ha convertido en el autor burgalés con más proyección fuera y dentro de casa. Y en menos de un mes se jubila y deja su plaza de catedrático en Salamanca

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Burgos

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A.S.R. / Burgos

Alejandro Yagüe hojea el periódico sentado en una mesa de la reluciente cafetería del Fórum Evolución Burgos. El compositor burgalés habla maravillado del espectacular cambio que esta dotación ha significado para esta orilla del Arlanzón. La entrevista no podía empezar de otra manera.

Pregunta- ¿Qué supone para la ciudad la inauguración de este auditorio?

Respuesta- En principio, un cambio total del paisaje. Es el nuevo Espolón. Nada que ver con el tráfico que antes había delante del Museo de la Evolución. Y culturalmente va a ser un elemento de gran transformación, pero le afectará la crisis, que viene galopante y va a durar tiempo.

P.- ¿De qué manera puede mermar la crisis su espectacularidad?

R.- Lógicamente en número y cantidad de actividades que se pueden hacer aquí. Y es que solo su mantenimiento requerirá un buen presupuesto. Cada vez que se abra para cualquier espectáculo va a costar mucho dinero. Afectará también en la calidad porque el precio tiene que ser más bajo.

P.- ¿El equipamiento se ajusta al contenedor?

R.- El equipo es muy interesante y el sitio no digamos. No hay una sola ciudad que tenga en el centro un sitio como este. Es extraordinario.

P.- ¿La apertura de este espacio puede reactivar de alguna manera el movimiento musical?

R.- Burgos tiene una Orquesta Sinfónica hecha con elementos de fuera de aquí y en futuros años tendrá que estabilizar la plantilla con gente de la misma ciudad. Y una vez que se haya conseguido esto, los coros deberán ser sinfónicos, que actúen con orquestas e interpreten obras sinfónico-corales. Ya no tendrán que acomodarse a actuaciones de coros solos. ¿Compositores? Somos muy pocos todavía los que podemos hacer obras. La actividad que yo he tenido en los últimos diez años en Burgos es escasísima. Me fijo más en otras ciudades como Madrid, que es el centro de la cultura.

P.- Eso de que todos los integrantes de la Sinfónica deban ser burgaleses...

R.- El profesional de una orquesta tiene que estar en el conservatorio y tiene que ser útil en la ciudad, no solamente venir a dar un concierto y marcharse. Hoy por hoy no hay ninguna duda de que la Orquesta Sinfónica de Burgos es una institución extraordinaria, pero con el tiempo hay que intentar que sea el mismo Burgos, con la gente que esté aquí, quien se espabile y tenga que poner en marcha actividades culturales musicales dentro de ella sin tener que pedir refuerzos de fuera. ¿Que es una utopía todavía? Pues claro, pero hay que intentarlo. Lo mismo pasa con las corales. Ya van a dar el paso de estrenar la Novena Sinfonía con el Coro de Fecobur (Federación Coral Burgalesa), algo impensable hace veinte años. Hay un futuro, hay un proyecto.

P.- ¿Debería ser mayor la colaboración entre la Sinfónica y los coros locales?

R.- Exactamente, es que si no... El coro tiene un atractivo, un estímulo distinto, cuando actúa con una orquesta, una banda o un conjunto instrumental. Hay que intentar llegar a las obras sinfónico corales y para eso hay que contar con profesores de canto, que ahora Burgos ya tiene, hacer cursos de dirección de coros, de dirección de orquesta y de banda... y poco a poco mejorar la situación.

P.- ¿Qué papel juega en esta película el Conservatorio, aunque sea Profesional y no Superior?

R.- Ojo porque en Francia solo hay dos conservatorios superiores. En España ha sido el desmadre y hay veintitantos y no se sostienen. Con el tiempo irán desapareciendo. En todas las ciudades, el germen de las orquestas y de los coros está en el conservatorio. Ahí están las personas que pueden tener alumnado y crear una escuela. Por eso es importante la actividad de uno en una ciudad.

P.- ¿Su apertura marca un antes y un después?

R.- Por supuesto, en el momento en que el Conservatorio ha pasado a la Junta hay mayor número de profesores, puede formar agrupaciones corales o instrumentales...

P.- Hace tres años hablaba de la carencia de educación musical en los colegios. ¿Continúa siendo así?

R.- Siempre ha sido así. Yo ya tuve una discusión con los inspectores. Dije que aquí el profesorado no impartía música en las escuelas y me llamaron al orden, me dijeron que esto no era Cataluña y yo respondí que era más porque nosotros tenemos más folclore que Cataluña y el País Vasco juntos. El problema también parte de que la música llegó en una época en la que a los padres de los alumnos les interesaba más que supieran matemáticas, geografía y lengua, a esto contribuía que el profesorado no estaba formado, que lo ha empezado a estar ahora. Por lo que hay que esperar para que poco a poco se vaya reposando y en las escuelas entre gente con una educación musical.

P.- ¿Los cambios que introduce Bolonia son positivos o negativos?

R.- Ahí tocamos un tema que es el de los conservatorios superiores que es larguísimo. Actualmente las enseñanzas que se están dando en ellos las está cogiendo la universidad por lo que la desaparición de aquellos es inminente.

P.- ¿Los absorberá la universidad?

R.- De hecho ya en Madrid hay tres universidades que imparten enseñanza superior de música con lo que los conservatorios superiores deben espabilar. Esto les pasa por no haber querido entrar en una facultad como hicieron los pintores. Y ese es un error muy grande y se va a pagar ahora, cuando las universidades cogen la enseñanza superior de música y, por lo tanto, los conservatorios superiores no tienen ningún sentido.

P.- ¿Augura la muerte de los conservatorios superiores?

R.- Totalmente, si siguen tal y como están ahora mueren.

P.- ¿Qué deben hacer para no acabar en el hoyo?

R.- Meterse en enseñanzas universitarias regladas como lo hace la pintura. Si para ser pintor se necesita una facultad, para ser músico todavía más.

P.- ¿Es viable?

R.- Por supuesto, exigiendo el Bachillerato, pero es que al músico no se le ha pedido nunca. La enseñanza musical superior en España es errante, está ahí por su cuenta. Es un tema complejo. Yo ahí he metido mucha caña. En música te puedes encontrar a una persona que habla cinco idiomas y a otra que no tiene bachillerato y la diferencia es tremenda. Viene de los años setenta. A los pintores, escultores y músicos se les preguntó si querían entrar todos juntos en una Facultad de Bellas Artes y los músicos fueron los únicos que se negaron. El músico era hijo de músico y a los 13 años ya había hecho carrera y resulta que directores de conservatorio superior estaban sin Bachillerato. Problemón gordísimo. Que la música no esté en una Facultad de Bellas Artes es un disparate total.

P.- ¿Es que los músicos son más señoritos?

R.- Burros, burros. El músico ha sido un burro y lo va a pagar.

P.- Alguna que otra vez ha hablado de la necesidad de crear una asociación de compositores para defender sus derechos. ¿Sigue siendo necesaria?

R.- Sí. Ahora hay asociaciones madrileña, vasca y catalana, pero en Castilla y León somos muy pocos y no hay todavía. Se pueden contar con los dedos de una mano. Y, una de dos, o se hace una o nos tenemos que unir a las ya existentes.

P.- ¿Les admitirían?

R.- Ese es otro tema muy gracioso. Yo hice una gestión hace muchos años con los catalanes, pero me dijeron que al no vivir en Cataluña no podía ser y además con el apellido Yagüe...

P.- Compositores hay pocos, ¿y público?

R.- Depende del compositor. Pero es que realmente conciertos de música contemporánea en Castilla y León no hay, quitando los del Conservatorio Superior de Salamanca.

P.- ¿Qué le parece la supresión del Estío Musical Burgalés?

R.- Es una consecuencia de la falta de dinero, pero está pasando en toda España. Estábamos viviendo virtualmente y ha venido la realidad para ponernos en nuestro sitio.

P.- Y ese sitio no es el mejor...

R.- No, pero es que no hay dinero y tienen que cerrar el grifo. No hay más.

P.- ¿A lo que se suma la subida del IVA?

R.- Eso va a ser mortal. Si consideramos la música como un negocio y no como un bien cultural, realmente será un problema. Muchos autónomos y gente que se dedica a ello exclusivamente lo van a pasar mal.

P.- ¿Los políticos locales tienen sensibilidad hacia la música?

R.- El problema del político burgalés es que mira constantemente hacia Madrid. Y entonces lo primero es la parte económica, y no se pueden dedicar a la artística, aparte de que hay muy pocos metidos dentro de una actividad coral o musical.