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LA HORA FELIZ

Brindis por los pequeños detalles

La Poesía es un Cuento celebra el Día de Amélie el 31 de agosto con una fiesta en La Casa de las Musas que será también la de su séptimo aniversario

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Burgos

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A.S.R. / Burgos

Un 31 de agosto, a las cuatro de la madrugada, en un apartamento del bohemio y parisino barrio de Montmartre, una camarera soñadora descubre un pequeño tesoro escondido en su baño. Decide devolvérselo a su dueño y esta proposición la llevará a otra, y a otra, y a otra. La Poesía es un Cuento reivindica esos pequeños placeres que la protagonista de la película Amélie sirve en bandeja a quienes la rodean con la celebración del Día de Amélie el 31 de agosto. La Casa de las Musas (Eduardo Martínez del Campo, 12) se convertirá en el centro de esta fiesta desde las 16.30 horas.

¿Por qué? «La asociación se guía por las estrellas de mar, por los granitos de arena, por los detalles, y esta película es también así: trata de hacer feliz a los demás a base de cositas pequeñas», contesta Javier Gil, alma de La Poesía es un Cuento, quien reconoce que esto es una moñada. «Yo soy un moñas. Lo tengo asumido», se retrata. «Será, como lo llaman los modernos, una instalación, una pequeña exposición con partes interactivas», avanza lo que en su blog enumera en bonito qué es.

Y es ante todo sorpresa, y emoción, y sonrisas, y carcajadas y pellizquitos en el estómago. Y es la magia del cine, sin magia y sin cine. Y es un ratito de recuerdos propios y otro ratito de recuerdos ajenos. Y es encontrarte lentejas en una cafetería o pintadas de un filósofo que nunca existió (y la posibilidad de dejar las propias). Y es, además, un cumpleaños, el séptimo de La Poesía es un Cuento y, por tanto, más sorpresas, más emoción, más sonrisas y carcajadas y pellizquitos en el estómago.

Este es conlleva la representación del espectáculo Historia de un contador de historias (22 horas), una exposición de carteles de todos los espectáculos, las ilustraciones de las revistas Quien lo probó lo sabe y de su único libro, No son solo palabras, y este es obliga una parada y una mirada atrás.

«Empecé sin pretensiones, a ver qué pasaba, por lo que ha sido fácil superar mis expectativas. En la primera entrevista seria que me hicieron dije que el día que actúe en el Teatro Principal lo dejo y ahora no lo veo tan difícil», teme.

Siete años después, tampoco se pone grandes metas. Solo pide seguir cuenteando y poniendo en marcha nuevos proyectos. Un montón de pájaros revolotean en su cabeza, él los escucha e intenta que no se queden ahí.

Y así, al tiempo que apaga las velas de esta tarta imaginaria, desea volver a celebrar el Día de la Poesía (21 marzo) y, también, el Día de la Narración Oral (22 de marzo). Un segundo soplido le lleva a volar alto y crear un pequeño, tiempo habrá de que se convierta en grande, festival de cuentacuentos tomando el testigo de aquel que ya antaño organizaba la Universidad de Burgos.

Se esfuma una nueva llama y otro propósito se esconde detrás: la creación de un espectáculo de fútbol. Tiene mucho material recopilado, numerosos libros sobre el tema, aunque no se pone plazos para su estreno. La Poesía es un Cuento no compite por ganar la batalla al reloj y prefiere caminar paso a paso.