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MÚSICA

Gamonal volverá a sonar raro en otoño

La tercera edición del Festival de Intérpretes e Instrumentos Insólitos se hará el 10, 17 y 24 de noviembre. Repite Xavi Lozano y ya está cerrada la participación de Hyperpotamus y Dimitri Psonis

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Burgos

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A.S.R. / Burgos

La rareza persigue al Festival de Intérpretes e Instrumentos Insólitos hasta el punto de que consigue sortear la crisis y plantarse en la agenda cultural de la capital burgalesa más chulo que un ocho orquestado por su director, Diego Galaz. Regresa esta cita por tercer año consecutivo y lo hará con fidelidad al barrio que la vio nacer. Gamonal sonará raro en noviembre. Su Casa de Cultura acoge tres veladas con la música más curiosa los sábados 10, 17 y 24 de noviembre.

El concejal de Cultura, Fernando Gómez, confirma que este encuentro se quedará en esta populosa zona, aunque admite que también se barajó su traslado al Fórum Evolución Burgos. Finalmente se ha descartado y el edil destaca que para estas fechas ya funcionará el servicio de Teleentradas, que, calcula, empezará a operar en septiembre.

Quedan más de dos meses por delante para que los personajes más fascinantes del universo sonoro interpreten el más difícil todavía y el cartel ya empieza a tomar cuerpo. Confirmada está la presencia de Xavi Lozano, que ya participó en la primera edición, de Hyperpotamus y de Dimitri Psonis.

El catalán Xavi Lozano, que dejó al público boquiabierto en 2010 con su facilidad para sacar bellas melodías a los objetos más cotidianos, regresa y con él viajará su equipaje repleto de los objetos sencillos que adquieren una nueva personalidad cuando él los coge. Desde la valla de una obra a un tubo de protección labial pasando por una escoba, un grifo o un macarrón.

Cuenta que la música se coló en su vida cuando era un niño y empezó a tocar la dulzaina catalana, utilizada en el baile de la sardana. Después se dejó hechizar por el saxofón y más tarde por las flautas de bambú, indias, árabes... Un día, sus ojos se detuvieron en la muleta de su abuelo. Una bombilla se dibujó en su cabeza. Tenía agujeros para regular su altura como los de una flauta. Pronto se la llevó a las clases que por entonces impartía. «Era para hacer una gracia extra». Vio que gustaba. E incorporó nuevos objetos de su día a día. Y hasta hoy.

Otro nombre propio ya confirmado es el de Dimitri Psonis, que durante media hora expondrá sus canciones para las que usa curiosos instrumentos de la cultura mediterránea en el sentido más amplio de la palabra.

La guitarra clásica fue su primer compañero de travesía. Comienza a tocarla con 11 años. Pronto se interesa por el rebético, música popular conseguida con el buzuki, y a los 18 estudia santur con el gran maestro de esta pieza, Tasos Diakoyorgis. Dos años después, en la Opistodromiki Compañia, ya toca una retahíla de instrumentos: buzuki, santuri, marimba, contrabajo...

Su traslado a Madrid conlleva la especialización en marimba y vibráfono y su colaboración con grandes artistas, entre ellos, Jordi Savall, Hespèrion XXI y varias formaciones de música antigua, sin olvidar su faceta de compositor de bandas sonoras y melodías para montajes teatrales.

Y la voz será uno de los instrumentos a mimar en esta nueva edición. Algunos de los creadores que hacen virguerías con ella pasarán por el escenario de la Casa de Cultura de Gamonal.

Se la traerá puesta, y como única aliada, Hyperpotamus, que, a juzgar por las reseñas de él en internet, escenifica un más que curioso y efectista espectáculo en calcetines. ¿Se puede hablar de rarezas en un festival así?

Jorge Ramírez Escudero se esconde detrás de este sonoro apelativo. Tiene un marcado espíritu independiente y apuesta por este personal proyecto ya plasmado en dos discos, Largo bailón y Delta.

Estos tres artistas garantizan el asombro y la sorpresa en un encuentro que está ultimando una programación que incluirá más nombres propios y extraños.