MÚSICA TRADICIONAL
Triste Quedada, la esencia de la música de Las Merindades
El Colectivo Yesca presenta su nuevo disco en directo en el Monasterio de San Juan. Un trabajo en el que rinde tributo a la voz en las melodías populares
Burgos
La esencia del folclore popular tradicional se vistió de gala ayer en el Monasterio de San Juan. Era el momento en el que las tonadas y otros cantos del Norte de Burgos tomaban forma en el calor del directo. El Colectivo Yesca presentó su último trabajo discográfico en un concierto intimista, arropado por sus seguidores y las betustas piedras del monasterio burgalés. «La música aunque esté escrita en palitos y puntos negros sólo cobra sentido cuando es cantada. Es un arte que nace cuando se canta y termina cuando se acaba la canción» recordaba en la presentación del disco, Gonzalo Pérez.
Con este proyecto el grupo rescata alguna de las melodías que tiempo atrás recuperaron tras su recorrido por los pueblos de Burgos. Una puesta de largo intimista donde los instrumentos apenas aparecen y cobra protagonismo la voz. Es como en las coplas de antes. Son piezas de música de tradición oral que en otras zonas de la provincia mejor comunicadas se perdieron a principios del siglo XX. «En estos pequeños pueblos abundan más que en otras estas expresiones musicales para el baile porque eran los propios vecinos los que tenían que amenizar el baile dominical y por ello han quedado en el recuerdo y se conservaron hasta mediados del siglo XX cuando estas canciones de bailes a lo agudo, que recuerda Federico de Olmeda, se habían abandonado en otros puntos de la provincia», reflexionan.
Para María Jesús Santa María un ejemplo de ello es que «cuando realizamos esa labor de búsqueda de la música tradicional, recuerdo que esta zona del norte era la que más tenía presente el baile con pandereta».
30 años después de ese esfuerzo de búsqueda de la música que pasa de padres a hijos desde tiempo inmemorial y que define una forma de vida, ésta apenas si está en el recuerdo.