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OTRA CULTURA ES POSIBLE

Música con posavasos

El otoño irrumpe en los bares con un torbellino de conciertos que llama la atención en la agenda cultural y posiciona a estos locales como una alternativa cada vez más consolidada

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Burgos

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A.S.R. / Burgos

Bares, qué lugares tan gratos para conversar, no hay como el calor del amor en un bar, cantaba Jaime Urrutia (Gabinete Caligari), que, volcado en encontrar el momento justo, se acordó del bollo, del café y del camarero que lee el As con avidez, pero se olvidó de ese saxofonista que rompe la noche, de ese grupo de rock que encuentra su primer escenario, de la banda consolidada que quiere la compañía del tintineo de hielos... Los bares siguen siendo esos lugares gratos para conversar, pero también para disfrutar de la música en directo. Y, de un tiempo a esta parte, en la capital burgalesa se han multiplicado los locales que se postulan como una alternativa a la cultura institucional.

La agenda de este otoño es un claro ejemplo de este boom. A los que pueden presumir de una vieja apuesta por la cultura como la Sala Estudio 27, La Rúa, La Abuela Buela, el Bardeblás, el Carabás o el Vagón del Castillo, heredero, salvando las distancias, del extinto Quinta Avenida, se suman nuevos nombres como La Casa de la Musas, El baúl de la Piquer, El Bardo o el BnB.

El amor al arte y la estrategia comercial se reparten a partes iguales los motivos de esta pequeña revolución. Los responsables de La Casa de las Musas, Jesús Gadea, y de La Rúa, Jacho, convienen en esta apreciación.

«Nosotros llevamos programando mucho tiempo y tal y como están las cosas hay que moverse. La cosa está muy jodida y no te puedes quedar parado», expone Jacho, con quince años detrás de la barra del número 26 de Reyes Católicos. Una opinión de la que no dista la de Gadea, que el 23 de diciembre cumplirá su primer año en el número 22 de Eduardo Martínez del Campo: «Estamos en una crisis dura y la única forma de que se mueva la gente es ofreciendo actuaciones de calidad y siempre culturales».

¿El público responde? ¿Funciona? ¿Temen la competencia?

Toma la palabra Gadea. «La competencia es buena, el caso es que se active la gente, sacarla a la calle. Es fundamental la unidad de todos los locales para fomentar la cultura y que la gente piense en otras cosas, que tenga ilusión por algo porque está triste y se le cambia la cara cuando hay un concierto, escucha a un cuentista, ve una exposición...», dice este joven que abre la puerta de su local a todas las disciplinas y ha consagrado el mes de octubre al Musart Festival

«Al final que se hagan cosas culturales es bueno para todos, si yo no programo hoy y lo hace otro sitio y saca a100 personas a la calle, es bueno porque la gente está acojonada. El esfuerzo que supone traer a artistas de la categoría que traemos es un esfuerzo brutal, pero brutal, y el reconocimiento es al final lo que vale y es lo que buscas, no persigues ganar un dineral. Yo siempre digo que con no perder ya ganas», argumentan desde La Rúa.

Recuerdan que, al fin y al cabo, viven de los cafés y las cervezas del día a día y que los conciertos son un extra que pueden salir bien o mal. Y cuando esto pasa al rescate sale su pasión por la música que le ha llevado a programar a Raimundo Amador, Muchachito, Los Delinqüentes, La Pegatina, Tomasito...

La misma que le ha empujado a embarcarse en una nueva aventura, un concurso de música que ha superado, «con creces», sus expectativas. Cuarenta bandas presentadas, veinte seleccionadas y otros tantos conciertos entre octubre y noviembre hasta la gran final en diciembre.

Y surge aquí el importante apoyo que estas programaciones suponen para la creación local convirtiendo la historia en una pescadilla que se muerde la cola: el público sale y disfruta, lleva gente a los bares, estos dan trabajo a los artistas, que, a su vez, hacen gozar al cliente.

«Es un banco con tres patas porque la parte institucional, que sería la cuarta, está desaparecida. Entre los tres nos tenemos que poner de acuerdo, crear, y obtener un beneficio que nos mantenga vivos», señala el responsable de La Casa de las Musas, que se revuelve al hablar del Ayuntamiento, con quienes algunos bares mantuvieron una reunión en marzo y, dice, aún esperan que los llamen para celebrar una segunda como les prometieron.

Allí les informaron de la anunciada guía de bares artísticos de la que, anota Gadea, no ha vuelto a saber y de la que Jacho no tenía ni idea, ni de que se fuera a hacer.

No les preocupa. De momento el boca a boca y su amor al arte están siendo su mejor promoción.