EDUCACIÓN
El CAB modela a su público futuro
El Centro de Arte Caja de Burgos abre un mundo nuevo a los menores que participan en sus talleres de verano. Cerca de 4.500 niños han pasado parte de sus vacaciones aquí en estos diez años de vida
A.S.R. / BurgosRodrigo López de la Calle destila el gesto concienzudo de un creador. Unas cápsulas desechadas por una moderna cafetera le ayudan a construir una ciudad junto con otros compañeros de viaje. Trozos de papel de colores se convertirán en palmeras, pajitas en carreteras y rollos de papel higiénico en torres. Una docena de niños se ha embarcado en la aventura de crear una ciudad imaginaria, en la línea de lo realizado por un grupo de artistas en Chile con la exposición Agenda Santiago como resultado. Es una de las propuestas de las vacaciones ideadas por Centro de Arte Caja de Burgos (CAB) para los más pequeños.Es el segundo verano que Rodrigo pasa por allí. Es uno de sus pasatiempos favoritos cuando viene de Vitoria a visitar a la familia burgalesa. Tiene 9 años, le gusta pintar y las manualidades y ahora, dice, es cuando dispone de tiempo para dedicarse a ello. La pasión no llega al río. Rodrigo no será artista, sino científico e inventor. Lo tiene claro.Una incógnita es aún el futuro laboral para las hermanas Lola y Alba Martín, de 9 y 7 años. Tiempo habrá. También son repetidoras y, sobre todo, les gusta la oportunidad de construir cosas con sus manos y compartir un rato con otros niños. El pozo ideado por Iván Navarro es la pieza que más las ha entusiasmado de las visitas a las exposiciones incluidas en su artístico paquete vacacional.A quien sí le hace tilín esto del arte es a Sofía Sáez. Lo lleva en la sangre. La pizpireta hija del pintor y director de la Academia Provincial de Dibujo, Carlos Sáez, cuenta que le encanta el CAB. Ha perdido la cuenta de los talleres que ha realizado y las veces que ha paseado por sus salas con sus padres o con su abuelo. A bote pronto, señala que le gustaría ser pintora y que hace sus pinitos en Navidad creando ella misma las postales de felicitación que manda a la familia.La capitana de esta expedición es Estela Rojo. «Siempre intentamos que se acerquen al arte de una forma divertida, fomentar el reciclaje de materiales y la creatividad puesto que no hay pautas definidas», comenta y enfatiza que una de las grandes satisfacciones es ver a adolescentes que visitan el CAB y recuerdan con agrado los talleres en los que participaron de niños.Calcula que en los diez años de vida del centro han pasado 4.500 menores en verano. Pero la sección de Educación va más allá y cada año llega a atender a 8.000 personas. Algunas hasta se convierten a la religión del arte contemporáneo.En la fiesta del arte me colé
El programa educativo del CAB se propone nuevas metas, aunque este año su equipo ha menguado. Estela Rojo avanza que para el próximo curso quieren ahondar en el trabajo de los colectivos en riesgo de exclusión social una vez que el trabajo con los centros escolares está más que consolidado. Septiembre será el momento de contactar con las asociaciones y ver su interés para ponerse a trabajar. «Queremos desarrollar un programa continuo y que no se limite a la visita aislada que realizan ahora. Es una parte a reforzar», comenta la educadora, quien cita, por ejemplo, a la vecina Casa de Acogida San Vicente de Paúl.