Artes plásticas / Obituario
Fallece el pintor Antonio Sanz de la Fuente a los 61 años
El mundo del arte siente la pérdida del creador burgalés
«No sé si existen las musas, pero siempre llegan cuando estoy trabajando. Es una cuestión de resistencia, de horas de trabajo. A partir de ahí vienen los resultados, si es que tienen que venir». La constancia, la humildad y la discreción acompañaron a Antonio Sanz de la Fuente hasta el final. El pintor burgalés falleció en la madrugada del jueves a los 61 años a causa de una enfermedad y en el equipaje se lleva su pasión por el arte y nuevos proyectos.«Esto no se acaba nunca y nunca llega a ningún sitio. Lo bueno es hacer el camino y hacerlo a gusto y, por supuesto, seguir sintiendo la necesidad de hacerlo», decía hace siete años en una entrevista con motivo de una de las exposiciones que jalonan su trayectoria como pintor en la que destaca su búsqueda del paisaje en la sencillez de los trazos.Una carrera que comenzó a los doce años cuando Sanz de la Fuente reproducía las pequeñas acuarelas que su padre llevaba a casa. La inquietud estaba clara y entró en la Academia Provincial de Dibujo antes de trasladarse a Madrid a finales de los sesenta. Conseguida la licenciatura en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, obtuvo una beca de posgrado para completar sus estudios en Holanda durante un año.Todos estos conocimientos y experiencias se volcaron en su primera exposición en 1978 en la Galería Mainel de Burgos, a la que siguió una larga lista tanto de individuales como de colectivas y tanto en su ciudad natal como en otras como Madrid, Segovia, Valladolid o Logroño.La discreción con la que actuó siempre Antonio Sanz de la Fuente no impidió que su obra fuera valorada y reconocida. El mundo de la cultura lamentaba ayer la muerte del pintor.Lo hacía el gerente del Instituto Municipal de Cultura, Ignacio González, y también el responsable de Actividad Social y Cultural de la Fundación Caja de Burgos, Óscar Martínez, quien recordó una muestra suya en la Sala Espacio en 1998.Al pésame se unió igualmente el coordinador de exposiciones de Cultural Cordón, Javier del Campo. «Estoy muy sobrecogido. En cada inauguración, su abrazo, su aliento, su emoción intensa nos acompañaba. Hoy lo voy a echar mucho de menos. Era una delicia contar con él», decía durante la presentación de la nueva exposición de la sala.La muerte sorprendió a Sanz de la Fuente con un diálogo pictórico pendiente junto a Fran Herreros, que ocuparía el centro Río 10 de Quintanilla Vivar y desde allí la galerista Mónica Freijo tenía bonitas palabras para él: «Era uno de los mejores artistas de esta ciudad, silencioso y discreto. No era popular, pero muy valorado, sobre todo entre sus compañeros y la gente iniciada en el arte, tanto de Burgos como de fuera. Era una excelente persona».