ESPACIO TANGENTE
Luz para la mujer maltratada
Sara Tapia, Verónica Alcácer y Sonia Cho aúnan sus voces en ‘Cárcel’, un proyecto multidisciplinar que busca la visibilización de la violencia de género
A.S.R. / Burgos«La violencia contra las mujeres es un tema del que nunca hablaremos ni visibilizaremos lo suficiente». Esas palabras, pronunciadas por Sara Tapia, alientan Cárcel, una propuesta multidisciplinar que une la voz de la profesora y la de las artistas Verónica Alcácer y Sonia Cho contra esta lacra de la sociedad que ya ha matado a 43 féminas en lo que va de año.Las tres miradas, Quién al otro lado del espejo, Limitación y Las demás, se juntan y se complementan en Espacio Tangente (Valentín Jalón, 10) hasta el 5 de diciembre, aunque en el ánimo de las tres creadoras está continuar con el proyecto e incluir nuevas voces.Qué sientes. Claustrofobia, ahogo, soledad, silencio... Quién eres. Sé que te conozco, pero no te reconozco. Qué dices. Leo tus labios mas no oigo tus palabras... La voz de Tapia se escapa del altavoz, se repite como un bucle y se dirige hacia una fotografía que espeta a quien la mira: ‘Tú también, solo por ser mujer, podrías estar ahí, en esa cárcel, en ese lugar inhabitable, enajenado, de desconocimiento...’. «Es nuestro compromiso por visibilizar la violencia contra las mujeres y una propuesta a la reflexión de este fenómeno, que es un problema de salud pública, que afecta a las sociedades, que impide desarrollos democráticos en las ciudadanías...», enumera Tapia.La mirada de Sonia Cho, aunque es más íntima e introspectiva, se amplía. Dibuja con lapicero la vida truncada de una mujer muerta: el ordenador encendido, la puerta entreabierta, la olla puesta en el fuego y la botella de aceite lista para usar. Pero también vislumbra a las víctimas potenciales, sin rostro, que pueden ser cualquiera: la señora que lleva la compra, la que lee apacible en un banco... «Es una poética de la ausencia», ilustra la artista barcelonesa que desde hace diez años vive en Burgos.La prisión de Verónica Alcácer tiene forma de ovillo de mimbre. Soledad, ahogo y herida. Son los sentimientos que abofetean a quien se introduce en ellos. Y solo se siente vacío. Mientras de estas se puede salir, de otras, más pequeñas, no. Dentro se ha quedado el alma de las víctimas, de las que no lograron escapar. Fragilidad.«Nos acostumbramos a oírlo en las noticias, tanto aquí como en otras culturas, y tenemos que luchar contra eso», se emociona la artista, que ayer, durante la inauguración, realizó una performance.Cárcel se complementará el 22 de noviembre con el happening Con tus fraxes y con las mías, de Tapia y Alcácer, planteado como el antídoto contra la violencia con hincapié en los afectos, el bienestar, la empatía, la comunicación... el amor.