Creatividad, regalo de mercadillo

A.S.R. / BurgosLos mercadillos ya no son lo que eran, o no todos. El Hangar Market irrumpió hace casi dos años y trajo un aire distinto, fresco, vintage, con entrada a objetos sin cabida en estas citas hasta ahora. A él se sumó meses después el Vintangente, en Espacio Tangente, y ayer ambos coincidieron felizmente en la agenda de la ciudad. Uno y otro brindaron al público un abanico de regalos para estas navidades caracterizados, la mayoría, por la originalidad y la exclusividad, sin olvidar el encanto de la segunda mano.Las dos primeras etiquetas acompañan a los grabados de Guillermo Cantarín y Bárbara García. El primero debuta en esta edición y destaca la oportunidad de comprar algo exclusivo por precios bastante aceptables y lo variopinto del público. «Te encuentras desde lo más punki a señoras con abrigo de visón», observa.Las pinturas de Alegría del Prado, la papiroflexia de Míster Doñita o las caricaturas y originales de cómic de Iván Sarnago salpican la sala. Este último ya arrastra varias ediciones y está contento con el ritmo de ventas y con la promoción que permite hacer de la escuela recién abierta en el G-9.Inma pasea con calma entre los puestos de Vintangente. Acude libre de obligaciones. Mira el género curiosa por si se topa con el mejor regalo para los múltiples amigos invisibles que le esperan estas fechas. Pero mientras lo divisa, se regodea en la nostalgia al encontrar un disco de Primera Session, el grupo del célebre Vilma, ábreme la puerta, donde tocaba su hermano Luis Miguel, o con el juego de mesa ¡Sobrevive!, con el que pasó buenos ratos de niña. No se llevará ninguno, pero quizás sí una de las piezas de Alegría del Prado.Toño Gallego está al frente de un puesto de segunda mano dirigido especialmente a los coleccionistas. Libros, carteles de cine, discos... Afirma que los precios tan bajos atraen a los compradores y su balance es positivo. Todavía le queda hoy. Vintangente abrirá de 17 a 21 horas.Muchos objetos también tienen una segunda oportunidad en el Hangar Market, que esta Navidad tiene una caseta en La Flora. El mercadillo de San Pedro y San Felices, con más puestos y una periodicidad que le ha valido un buen número de fieles, apuesta por lo retro y lo vintage. Complementos, ropa y piezas de decoración son los reyes, sin olvidar la artesanía.¿Los precios? Contra ellos arremetía Esther, que echó el ojo a un vinilo, pero no compró porque en internet lo había visto igual por la mitad. «Me parece que se han subido un poco a la parra», señalaba feliz a pesar de todo porque había charlado con los elfos que escoltan a Papá Noel.Y es que ayer ni el objeto más finamente diseñado eclipsó la presencia del señor llegado de Laponia.