El Fadrique gasta bromas por su exposición permanente... y convence

MARTA CASADO / Burgos

El Museo del Libro Fadrique de Basilea tiene unas citas marcadas en el calendario para abrir sus puertas a todo el mundo de forma gratuita. Abren de par en par la instalación para celebrar, por ejemplo, el Día del Libro, celebrar su aniversario o el final de año. Esta última jornada se vive en sábado y este año cayó en el día de los Santos Inocentes. Así que la exposición temporal se transformó. Una serie de pistas indicaban las bromas.

Un acierto porque se ha doblado el número de visitantes respecto a la anterior jornada de puertas abiertas. Hasta 300 personas se dieron cita ayer por la instalación durante todo el día. Todos ellos disfrutaron de los gags preparados en la instalación que «ha resultado un éxito tan ilusionante que es una actividad que tenemos que institucionalizar y celebrarla cada año», afirma el director del Museo del Libro, Rodrigo Burgos.

Así, un pato de juguete se coló entre las ilustraciones de aves de Historia naturalis de avibus; en la sección de tablillas romanas se coló una tablilla marcada con el símbolo de Apple de los Ipad de hoy; junto a las tablillas cuneiformes hay un libro electrónico; en la sección de biblias se ha sustituido una que era completamente ilustrada por un cómic de Mortadelo y Filemón. Y es que esas biblias medievales para el pueblo, que no sabía leer, explicaba el contenido de las sagradas escrituras a través de imágenes y eran consideradas como el primer cómic de la historia. Ayer se sustituía por las viñetas más conocidas de Ibáñez. O mapas antiguos donde se superponía el actual de la ciudad. Para finalizar los visitantes veían a los monitores y director en un proyector que, en vez de explicar cómo se elabora el papel, se proyectaba un simpático lipdub realizado por los trabajadores de la instalación para felicitar las navidades y que ya va camino de las 600 visualizaciones en You Tube.

A la entrada, el visitante recibía un folleto con pistas para encontrar la parte bromista de la exposición permanente que se cerraba en la zona de las tabletas electrónicas con un gran muñeco inocente. «Algunos visitantes que entraban y no les habíamos explicado cómo iba la jornada les chocaba encontrar por ejemplo uno de nuestros facsímiles de la editorial del revés. Después les explicábamos y todo el mundo ha terminado muy contento», afirma Burgos.

Una experiencia nueva y divertida que «es una forma de darle una vuelta de tuerca a la exposición permanente». Pero en el museo Fadrique de Basilea no paran. Y ya ultiman sus próximas actividades como el taller Las mil vidas de un libro sobre el reciclaje de libros sin uso en, por ejemplo, un macetero. Será el 3 y 4 de enero para niños. El día 11 será el momento de disfrutar de un taller de grabado infantil.