La ópera toma el mando
La unión de artistas burgaleses y vallisoletanos recupera la ópera barroca con ‘Acis y Galatea’ que llega a Burgos por primera vez. Se busca que la cita tenga continuidad
MARTA CASADO / Burgos
Un proyecto cultural nacido de las aulas de la Universidad de Burgos que el próximo domingo se podrá disfrutar en el Teatro Principal. Así podríamos resumir la puesta en marcha de Acis y Galatea HWV 49 de Georg Friedrich Haendel que llevarán a escena Ensemble de Müsica Antigua de la Universidad de Burgos y el Coro Stellarum Vía. Son dos agrupaciones creadas ex profeso para este proyecto que surgió en clase de Didáctica Específica de la Universidad de Burgos que imparte Ignacio Nieto, director musical del espectáculo.
El proyecto cuenta con muchas colaboraciones burgalesas y las dos compañías que lo llevan a cabo son de nueva creación ex profeso para este espectáculo que trata de «poner en escena este tipo de espectáculos para acercarlos al público porque antes, la ópera, era como el fútbol y ahora se considera un espectáculo elitista, es algo más por eso este tipo de proyectos permiten acercar a la gente al género», apuntó el director musical del proyecto.
Para ello los integrantes de ambos proyectos, muchos de Burgos pero también de Valladolid y otras zonas de Castilla y León trabajan desde principios de año en el proyecto. Desde enero ensayan con los coralistas, desde marzo Nieto ha coordinado el trabajo de la orquesta. El conjunto de toda la puesta en escena, vestuario, actuación y música se ensaya desde ayer tarde y hasta el estreno del domingo. Se trata de unir las diferentes piezas del puzzle operístico que narra la historia de amor entre Acis, un joven pastor, y Galatea, una ninfa pretendida por el cíclope Polifemo. Éste último mata al joven pastor cuando descubre el idilio arrojándole a una roca y Galatea hace que su sangre fluya hasta convertirse en el río que hoy recibe el nombre de su amado, Acis. Una historia de pasión, celos y amor que inspiró la primera ópera escrita en inglés por George Friedrich Händel en 1718. A pesar de ser un proyecto con 300 años de antigüedad en Burgos es un estreno absoluto. Aunque esta versión, semiescenificada, es más moderna. «No es una puesta en escena historicista, es un trabajo simbólico porque este tipo de obras están pensadas para una escenotécnia que ya no se trabaja», asegura la responsable de la dirección escénica, Ruth Rivera. En todo el proyecto, que ha tenido un coste de 5.000 euros, el agua y el azul tienen mucho que decir.
El proyecto es didáctico y barato. Los precios de las entradas, que ya se pueden adquirir en el servicio de telentradas de Caja de Burgos o en el Teatro Principal, oscilan entre los 15 y los seis euros. Una búsqueda de la generalización del gusto por la ópera para el que, los impulsores del proyecto, reclaman apoyos institucionales para convertir la cita en habitual. Algo que no negó el presidente del IMC, Fernando Gómez, durante la presentación del evento.