XXXVIII FERIA DEL LIBRO
Aventura ilustrada en el templete
Mónica Carretero embarca a los niños en un cuento de hadas, brujas y piratas de la mano del proyecto Ilumina, convertido en otro clásico de la cita en El Espolón
A.S.R. / BurgosAnadina es un hada con el pelo como un algodón de feria, muy coqueta, enamoradiza, con las piernas muy largas para saltar de flor en flor y con su inseparable varita mágica en forma de estrella siempre en la mano. Uno, dos tres, en un santiamén apareció en el papel en blanco. Es la magia de los buenos ilustradores y Mónica Carretero, madrileña afincada en Segovia, lo es, aunque ayer se olvidó sus premios internacionales en casa. Tocaba vivir una aventura con los más pequeños por la que corretearían hadas, brujas y piratas.¿Otra vez? ¿Cómo se consigue sacar algo original de unos personajes clásicos de la literatura infantil?«Siendo tú misma, no queriendo imitar a nadie, porque al final cada uno, y esa es la magia de los ilustradores, ve la realidad o la fantasía de una manera. Siempre hay algo que cambia y por eso funcionan siempre. Llevamos años y años dibujando hadas, piratas y brujas pero acaban gustando porque cada uno le ponemos nuestro toque», contesta la dibujante minutos antes de atrapar la atención de los niños, y también de algunos padres, en el taller infantil que ayer ocupó el templete del Espolón de la mano del proyecto Ilumina, cita que va camino de convertirse en otro clásico de la Feria del Libro.Sergio, con solo 3 años, pareció captar perfectamente la idea. Su pirata nada tenía que ver con la imagen que de ellos se tiene. Tampoco sabía si sería bueno o malo, pero sí de color verde. Más clásicos eran los de Santiago y Sergio, también de 3 años, amigos, que, a juzgar por su aluvión de preguntas, van más para periodistas que para ilustradores.Verdes, azules o rosas. En lo que Mónica Carretero sí tiene razón es en que estos clásicos de la literatura infantil no pasan nunca de moda, ni en una sociedad secuestrada por el mundo de los videojuegos, mayormente alejados de estos estereotipos. «Es la magia de los cuentos y, además, estos personajes invitan a que los niños sigan imaginando», comenta la ilustradora que ayer abrió esa ventana en la cabeza de la veintena de niños que acudió a la llamada, algunos sin saber que la batuta la llevaba una ilustradora con una importante trayectoria, a pesar de que, ella misma observa, se enganchó a este mundo tarde.De pequeña le gustaba dibujar, pero también quería ser bailarina, cocinera, directora de orquesta... y descubrió la ilustración como profesión hace doce años. «Lo vi claramente y luché contra viento y marea porque el proceso ha sido largo».Largo y exitoso. Cuenta con los premios London Book Fair y Latino Book Awards and BookExpo America in New York y ha publicado libros con Cuento de Luz, Siete Leguas, Anaya, Pearson, Siruela, Imaginarium, Teide, Santillana y Grimm Presss.Cree que su secreto es tratar de tú a tú a los pequeños, pero advierte que de nada serviría sin trabajo, trabajo y más trabajo. No hay duendes que valgan.