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BURGOS / Exposición

Mágica y misteriosa África

Cultural Cordón se adentra en el significado del arte de este continente a partir de 350 piezas inéditas del coleccionista José Luis Blanco

José Luis Blanco (d.) explica a Javier del Campo (c.) y Óscar Martínez unas piezas de las 350 expuestas, entre las que aparecen máscaras, estatuas, armas, brazaletes... Todas creadas para ser usadas.-Santi Otero

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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«Una máscara no es solo la máscara: es la ropa, son los instrumentos que acompañan su aparición, perfectamente definidos e inmutables, son los tocados, la carga mágica de plumas y otros objetos, son las palabras que emite, a veces en lenguas ya desaparecidas. Son los pasos concretos que realiza, son los gestos de los habitantes del poblado. El danzante ya no existe. Existe el espíritu». Estas palabras resumen el latido de la colección de arte africano de José Luis Blanco, que se aleja del valor crematístico y formal de la pieza en sí para enamorarse del simbólico y ritual, del significado dado por quien la utilizó. Esto es lo que reivindica en la exposición África. Mito y creación, que ocupa Cultural Cordón hasta el 10 de mayo.

350 obras inéditas -400 si se tienen en cuenta las colectivas-, máscaras de madera, bronce y terracota, estatuaria, armas, utensilios, accesorios personales, emblemas de autoridad o instrumentos musicales procedentes de las culturas akan, senufo, lobi, baulé, yoruba, fang, kwele, punu, kota, songye, luba, sao y sokoto del África subsahariana, sobre todo de lo que hoy es Costa de Marfil, Ghana, Camerún, Gabón, Congo y Chad.

La colección nace del trabajo como arqueólogo de Blanco y de la persecución de una utopía que igual no lo es tanto: demostrar que antes de la colonización romana de la península ibérica el arte que se hacía en ella no era muy diferente al que se realizaba al otro lado del Mediterráneo. «Yo persigo intentar comprender qué significan estos símbolos en África para conocer nuestro pasado», explica Blanco y suma la fascinación por la gente africana al porqué de este empeño.

De este hilo tiró para reunir este importante legado con obras unas veces compradas a otros coleccionistas, otras regaladas como agradecimiento a un favor personal y alguna hallada sobre el terreno. Todas creadas para ser usadas en rituales de protección, bailes sagrados, de iniciación... y todas legales: «Nunca sacaría algo conscientemente que fuera una pieza única y pudiera perjudicar al patrimonio cultural de un país».

África. Mito y creación se articula en cuatro apartados que pretenden «apartar prejuicios, desterrar viejas visiones prefijadas, plantear interrogantes y acercar al arte de los pueblos de África con la misma pasión que a su coleccionista», en palabras del coordinador de exposiciones del Cordón, Javier del Campo.

«Se reivindica el arte africano frente a la apropiación que de él realizaron las vanguardias europeas (Representación y estética); nos acercamos a las antiguas culturas para recordarnos que tienen pasado y manifestaciones tan diferentes como las que se encuentran en nuestro continente (Memoria, historia y creación); nos sumergimos en el mundo simbólico y espiritual inherente a él en el terreno de las fuerzas mágicas y propiciatorias que animan muchas de sus piezas (Un mundo de creencias); y concluimos en las artes dedicadas al ornato, la belleza, la representación y el poder (El arte africano en la cultura de lo cotidiano)», recorre Del Campo, fascinado por José Luis Blanco, el, como lo define Óscar Martínez, responsable de Cultura de la Fundación Caja de Burgos, último coleccionista romántico.