BURGOS / Artes escénicas y Patrimonio
La ‘Burgati’ se come en bocadillo
Bambalúa Teatro asalta el Castillo un verano más con el estreno de un nuevo espectáculo de apellido ‘Diccionario de antropología burgalesa’ que se desplegará en clave de cómic durante 15 funciones desde mañana y hasta el 5 de septiembre
Catedral: Dícese de la censora de este reino que para sí quisiera el moño de la señorita Rottenmeier. Cid: Se llama de este modo al personaje bipolar que desconoce si su lugar está en el capítulo literario o en el histórico. Gigantilla: Mujer de cabeza grande y baile pizpireto que antaño era una macarra y hogaño pasea en puntillas cual burgalesa de pedigrí. Papamoscas: Autómata que se viste de bufón de la Catedral en su horario laboral y de señor de las horas en su tiempo libre. Tetín: Figura llegada del averno para mayor gloria del insulto patrio.
Bambalúa abre el Diccionario de antropología burgalesa y alienta a estos cinco personajes como protagonistas de Burgati, su nuevo espectáculo para el Castillo que se estrena mañana y se alargará hasta el 5 de septiembre con 15 funciones en cartera.
Álex Britos, intérprete, director y dramaturgo de este montaje que da una vuelta de tuerca entre el humor, la ironía y la ternura a los tópicos made in Burgos, explica que la pretensión es sacar a escena símbolos, personajes y edificios que son parte de la identidad de los burgaleses dentro y fuera de la ciudad.
«La propuesta se plantea como si fuese un cómic y representa una gran farsa en la que aparecen esos símbolos tratados de una manera cómica e intentando rescatar la esencia de esos personajes», amplía el creador de este espectáculo, que, guiado por ellos, encadenará tópico tras tópico de viñeta en viñeta, desde el impertérrito frío a la sabrosa morcilla.
Britos echa por tierra la estampa del chiste fácil. No se trata de eso. No solo.
«A la vez que tratamos de entretener a la gente, buscamos informar sobre estas figuras que antiguamente tenían un significado muy diferente al de hoy», puntualiza el intérprete de este tebeo actuado junto a Sito Matía, Cristina Salces, Fran de Benito y Fernando Ballesteros.
El espectador descubrirá que la solemnidad que envuelve hoy a la Gigantilla fue ayer desmadre, con un carácter más festivo y popular que la llevaban a ser personaje imprescindible en las llamadas mochadas, golpes que daba a la gente con su cabeza y que obligaba a restaurarla cada año con el consiguiente gasto que llevó al Ayuntamiento a acabar con esta costumbre hace 120 años; o que el Tetín se vistió de la oficialidad que hoy luce a finales del siglo XIX y que antes era un cachidiablo que encabezaba la procesión del Corpus y que con su fusta de crines de caballo azotaba al que se ponía a tiro y, al mismo tiempo, recibía los insultos de la muchedumbre por representar al mal.
Bambalúa enfrentará al espectador al Cid histórico y al literario reflejado en el Cantar que, observa Britos, es por sí solo una sátira por las grandes diferencias entre unas páginas y otras. «Está ahí. No nos inventamos nada. Cogemos el rotulador fluorescente para remarcar esa distancia entre uno y otro», dice el actor para quien el Cantar de Mío Cid es un gran libro de humor si se lee desde ese punto de vista.
La Catedral encarna el otro lado. Es la generala de esta tropa con un punto cómico, burlón, simple y loco. «Para que las historias evolucionasen necesitábamos un punto censor, además de ser un símbolo gigantesco de la ciudad», expone el director y añade que, salvando las distancias, sería el cara blanca en el mundo del clown.
«Burgati intenta recuperar el carácter de esos personajes que tienen una parateatralidad muy grande. Al final lo que queremos es jugar con ellos y presentar otra perspectiva. Todo tiene un aspecto transgresor por esa vuelta de tuerca a las cosas, pero realmente partimos de otras fuentes que se han obviado o transformado», ahonda y matiza que, a pesar de todo, no es una lección de antropología ni de historia, sino una pieza teatral.
Afirma que será entendida tanto por el público foráneo como por el oriundo. Eso sí, este pillará unos guiños que se les escaparán a los no descendientes del Cid. «El espectador local se sentirá identificado en todo momento», sonríe para sí el teatrero solo de pensarlo.
Burgati es la quinta producción de la compañía burgalesa para la fortaleza medieval tras ¡Kikiripum! (2013-2014), Témpora (2010-2012), La gallina ciega (2008 y 2009) y El hilo de la memoria (2005-2007). Britos reconoce que es complicado sacar adelante estos espectáculos, pero confiesa que la ciudad y su historia lo ponen fácil. «Posee una serie de personajes con un potencial enorme para los actores», reconoce ávido por ver la cara de los asistentes ante las sorpresas que esconde esta nueva cita con la que buscan revalidar su éxito estival.
Apuntes
Qué. Burgati. Diccionario de antropología burgalesa es la nueva propuesta de Bambalúa Teatro creada y dirigida por Álex Britos e interpretada por este, Sito Matía, Cristina Salces, Fran de Benito y Fernando Ballesteros.
Dónde. Castillo de Burgos.
Cuándo. El espectáculo, que dura unos 70 minutos, se estrena mañana a las 22.30 horas y se repetirá este sábado, el 1, 6, 8, 13, 14, 15, 20, 21, 22, 28 y 29 de agosto y el 4 y 5 de septiembre (desde el 13 de agosto a las 22 horas). Se recomienda llevar ropa de abrigo.
Cuánto. La entrada cuesta 5 euros y se vende en el Centro de Recepción de Visitantes (Nuño Rasura, 7) a diario de 9 a 20 horas y en el Castillo de 11 a 20 horas y dos horas antes del inicio.