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CARLOS LOZANO / Director de Actividades Culturales de la Universidad de Burgos

«Soñamos con un espacio que aúne la cultura generada en el campus»

Carlos Lozano-Raúl Ochoa

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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El mismo día que la Universidad de Burgos ponía fin a su curso cultural, el mismo día que el Tablero de Música despedía su decimoquinta edición con alrededor de 9.000 espectadores en la partida, ese día el director de Actividades Culturales se sentó en su despacho con vistas a ese mágico espacio para repasar lo terminado y abocetar lo que está a punto de comenzar. En la camiseta, una declaración de intenciones robada a Stravinsky: «No basta con oír la música, además hay que verla». Carlos Lozano (Burgos, 1963) la hace suya antes de coger la batuta.

Pregunta- ¿Qué significa esa cifra? ¿Es la guinda de un rico pastel?

Respuesta- Significa que el Tablero de Música se ha convertido en una fiesta de carácter social, que está en la agenda de verano de muchos burgaleses, que hemos llegado al techo en cuanto al número de público, que el evento ya ha alcanzado la madurez. Y, sí, por supuesto, es la mejor guinda para esa tarta que saboreamos durante todo el curso y de la que han disfrutado 35.000 personas.

P.- A punto de iniciar otro curso cultural. ¿Tendremos nuevas asignaturas?

R.- Cuando añadimos ciclos a los ya consolidados buscamos cubrir vacíos en el mapa cultural de la ciudad. Sí estamos pensando cosas nuevas y ya estamos dando vueltas a un programa que pase al primer plano a artistas de distintas disciplinas que habitualmente ocupan el segundo. Estamos trabajando en una idea para octubre que se asentará en una serie de producciones de música, cine, danza o teatro desde esta perspectiva.

P.- ¿Se vislumbran novedades más allá de octubre?

R.- Aunque la Universidad no tiene un programa de subvenciones económicas, sí se está implicando en los últimos años en los diferentes proyectos que se están realizando tanto en la capital como en la provincia. Apoyamos festivales como el TriBU, el Demandafolk... Estamos en una fase primera de acercamiento institucional a las distintas líneas culturales abiertas y esto es positivo. No se trata de encerrarnos en una programación propia, sino de implicarnos en lo que hacen otros con un apoyo explícito, sin más, porque ellos lo están haciendo muy bien, es gente joven con muchas ganas de sacar adelante cosas y que tienen la continuidad que faltaba antes.

P.- ¿Desaparecerá alguna materia de la programación habitual?

R.- Esperamos que no y que eso signifique que sigamos con el mismo presupuesto económico.

P.- Que asciende a...

R.- A 120.000 euros. Nos estamos recuperando. Pasamos de 160.000 a 80.000 euros y, poco a poco, volvemos a remontar. Sí es cierto que hemos podido mantener todo porque los precios en el ámbito cultural han bajado.

P.- Echemos la mirada atrás. Este año han pegado una vuelta a la sala de exposiciones. ¿Se completará este revolcón con otras actuaciones?

R.- Hemos conseguido marcar un criterio basado en contar con gente joven, burgaleses que tienen una carrera incipiente pero muy sólida en lo que hacen, que ya tienen una proyección en el exterior y que, entendemos, la labor de la Universidad deber ser la de posibilitar que muestren su obra en casa, son gente embarcada en proyectos nacionales e internacionales que no van de despacho en despacho, sino que tienes que ir tú a buscarlos. Vamos a seguir con esa misión. El caso del último artista que ha estado en Código UBU, Sebas Velasco, es el ejemplo más claro de que vamos por el buen camino.

P.- ¿Se plantean cambiar de espacio? ¿Abandonar el vestíbulo ocupado ahora?

R.- Estamos acostumbrados a las típicas salas de exposiciones y este lugar te da una versatilidad infinita, ninguna de las sesenta exposiciones se ha colocado de la misma manera, permite generar un espacio propio y a muchos artistas les gusta poder interferir en la visión que van a tener los espectadores. La cuestión es si en los nuevos edificios vamos a tener la posibilidad de tener la típica sala de exposiciones.

P.- ¿Se refiere al Hospital Militar? ¿Mantienen la esperanza de contar con un espacio cultural allí?

R.- Siempre queda esperanza. Hay un edificio precioso en ese Hospital Militar que es la capilla, que de momento no se ha tocado ni hay planes de ello y sería un sitio perfecto, con muchas posibilidades, muy peculiar, en medio de todo el complejo, precioso...

P.- ¿El proyecto de conversión de esta capilla iría más allá de una sala de exposiciones?

R.- Sí, soñamos con un espacio que aúne toda la cultura que se genera en el campus, igual que en su momento se pensó en el Hospital de la Concepción, que finalmente se ha quedado ahí. Somos conscientes de que hay que ir poco a poco y esperar a la recuperación económica.

P.- La que no acaba de despegar es el aula literaria...

R.- La está llevando muy bien Pedro Ojeda.

P.- Pero es solo un club de lectura... ¿Hay algo más?

R.- Sería una de las cosas pendientes. No podemos llegar a más. Además, el tema literario en la ciudad está muy arriba, con una dinámica generada en torno a las letras que no necesita más.

P.- Repaso a la tropa. ¿El Aula de Cine se queda como está?

R.- Sí, cada vez funciona mejor, en cuanto a la calidad de las películas y a la respuesta del público. La constancia es la clave.

P.- Las Noches del Clunia, Escena Abierta, Ciclo de Teatro Joven y Muestra de Teatro Universitario. ¿Hay algo nuevo sobre el escenario?

R.- No. Se mantienen los ciclos y la respuesta del público es la que nos alienta.

P.- ¿Qué derroteros seguirá este año el Escena Abierta?

R.- Queremos reflejar en qué se está implicando el teatro, cuáles son sus contenidos. Ahora hay que hablar más que detenerse en cuestiones superficiales o estéticas. Hay una línea de artistas que han estado en la vanguardia y cuyas obras ahora llegan al corazón y se caracterizan por el análisis que hacen de la sociedad en la que vivimos.

P.- ¿Volverá el teatro clásico al Julio Cultural de la UBU?

R.- El patio de Romeros es un sitio maravilloso, hemos disfrutado de noches preciosas de teatro clásico, pero cuando llega una crisis económica muy dura lo primero en lo que repercute es en el tema cultural. Si podemos recuperarlo lo reinventaremos porque su desaparición es una cuestión de dinero. Por lo menos, el Festival de Clunia cumple ese hueco.

P.- UBULive, Uburama, Tablero de Música, Conciertos Jacobeos, Coro Universitario... ¿Consolidación en música? ¿Renovación?

R.- En música tocamos casi todos los palos, quizás nos falta, como nos solicitan algunos, algo más cañero, thrash metal, heavy o rock duro. El abanico es bastante amplio en una ciudad en la que hay conciertos a patadas. Quizás el UBULive es el que más ha evolucionado, el que más ha crecido en cuanto a la implicación de los universitarios en una actividad cultural.

P.- ¿Esa mayor implicación se extiende a otras disciplinas?

R.- No de una forma tan descarada. Al cine les cuesta ir, salvo si son cinéfilos, y en el teatro participan, pero tímidamente.

P.- ¿La colaboración con el Ayuntamiento y con la Fundación Caja de Burgos va viento en popa?

R.- Las relaciones con ambas se mantienen igual, somos buenos aliados.

P.- ¿Tienen algún nuevo pretendiente en la agenda?

R.- No más allá de las colaboraciones puntuales que siempre hemos tenido.

P.- La UBU siempre ha mimado a los creadores locales buscando un hueco para ellos en sus programaciones. ¿Cómo se ve desde el campus la producción made in Burgos?

R.- Desde hace unos años hay una ebullición, se han mantenido muy activos grupos surgidos a finales de los noventa, hay compañías que salen fuera, actores profesionales que intervienen en proyectos más allá de la ciudad, nuevos dramaturgos, músicos que buscan vivir de su arte... También vemos que hay una huida de muchos jóvenes creadores que se van fuera a buscarse la vida.

P.- ¿Se tiene que ver esa huida como un drama?

R.- No, no, es una necesidad y en cierta medida un deber. Es bueno salir fuera a intentarlo, a ampliar la formación, a conocer qué se está haciendo, entrar en otros circuitos... Es una necesidad, no siempre obligación. Luego nosotros, los agentes culturales de la ciudad, debemos estar ahí y darles la oportunidad de mostrar ese trabajo en casa.

«Las instituciones deberían tomarse en serio la cultura»Pregunta- «Crear un foro de la cultura nos viene bien a todos en cuanto a que es una oportunidad de análisis de lo que se está haciendo (...). La discusión es necesaria en cultura. No se trata de programar actuaciones, sino también de sacar adelante proyectos en común y es importante el intercambio de líneas e ideas entre las diferentes entidades y los creadores». Carlos Lozano dixit hace un año y medio. ¿Para cuándo se producirá esto?

Respuesta- Se está produciendo continuamente. Hay diferentes formas de trabajar. Que haya un frente común en el que todos estemos unidos y haya una mesa en la que nos juntemos artistas, instituciones y programadores no existe. No hay un foro estable, pero sí se establece esa comunicación, sí se habla, sí se genera, sí se analiza lo que pasa, otra cosa es si hablamos a nivel institucional, que no lo hay, pero entre los diferentes agentes sí se produce ese intercambio de una manera fluida. Podemos montar un consejo de la cultura, pero eso no vale para nada, es más efectiva la red que tenemos ahora, sin papeles, sin una mesa, sin un ente que aglutine nada, pero que propicia la discusión sobre lo que ocurre, sobre lo que se hace... Yo sí veo que existe esa comunicación y creo que es mejor que no esté estructurado en un órgano.

P.- ¿Qué le falta a Burgos para ser una auténtica capital europea de la cultura?

R.- Hay colectivos que se mueven, hay creatividad, hay cantidad de programación, de creadores... La cultura está ahí. ¿A qué nivel se llega? Esa es otra cuestión. Poco a poco se va construyendo. Hace falta mucho tiempo para tener el eco del Festival de Jazz de Vitoria o el del Cine de San Sebastián. Lo más importante es trabajar la cultura desde abajo y creérselo, y creérselo a nivel institucional.

P.- ¿En Burgos cuenta la cultura?

R.- Sí.

P.- ¿Y en el campus?

R.- Por lo menos se ven los resultados en los 35.000 espectadores que han ido a las actividades. ¿Qué sea la cultura lo más importante a nivel institucional? Pues no, no vamos a mentir.

P.- ¿Hablamos solo de la Universidad o del resto de instituciones?

R.- Es extensible a todas. Ninguna pone primero la cultura.

P.- ¿Deberían hacerlo?

R.- Deberían por lo menos tomársela en serio, no usarla como un objeto en función de unos intereses. El ser humano se basa en esa cultura, sin ella no dejamos de ser unas máquinas. La cultura amplía el concepto de ser humano en todos los ámbitos. Te da una mente más abierta y crítica de lo que ocurre en nuestra sociedad.