LIBRO
Reflexiones de un aprendiz de todo
Julián Salas reúne en ‘Todo lo que siempre necesité saber pero nadie me contó’ consejos vitales para animar al lector a «construir su camino»
«Vive: ese es el resumen de este libro». Así, con claridad y contundencia, sintetiza Julián Salas el contenido de Todo lo que siempre necesité saber pero nadie me contó, la inclasificable publicación que hoy presenta en la capital burgalesa. Nació en Venta de Baños pero desciende de Ura, un «pequeño y bonito pueblo» próximo a Covarrubias en el que nació su madre y al que regresa siempre que encuentra ocasión.
Al vínculo familiar con esta tierra añade ahora, a través de la cita que protagoniza en el bar Carabás (Carmen, 2) a las 19 horas, el de su pasión por la Filosofía, encarnada en una obra que reúne reflexiones y consejos sobre la vida dirigidos «a almas nobles» en general y a «jóvenes o adultos con espíritu joven» en particular.
No pretende aleccionar, ni mucho menos. El objetivo de sus letras es más sencillo: incitar al lector, espolear la necesidad inherente al ser humano de encontrar su camino. Salas es optimista, confía y reclama confianza en el futuro. Tanto, que ni la evidente pérdida de peso de la Filosofía en la actualidad le inquieta: «Es verdad que parece que tiene menos importancia en la educación y en la sociedad pero pensar es algo tan consustancial al ser humano que, por más trabas que se le ponga, no acabarán con ella. Puede que justamente ocurra lo contrario, que por esconder las ideas de los grandes pensadores las busquemos con más ahínco».
Quizá para facilitar la tarea, Salas, que se define «aprendiz de todo y maestro de nada», salpica las páginas de Todo lo que siempre ne cesité saber... -libro de rápida lectura y pausada digestión- de una «cuidada selección» de citas de filósofos que «por sí mismas ya otorgan interés al libro».
Y así, con palabras propias y ajenas, el autor comparte en negro sobre blanco la esencia de lo que ha aprendido sobre el conocimiento, las creencias, las relaciones, las mentiras... Lo hace sin tapujos, sin rodeos, posicionándose y haciendo gala del bagaje acumulado en la «gran parte» de trayecto que ya ha recorrido «de este hermoso viaje que es la vida».
No siempre fue devoto de la Filosofía. De hecho su formación es «técnica». La curiosidad le presentó a su «amor juvenil, la ciencia» y de ahí saltó a la literatura para desembocar en estos derroteros del pensamiento «ya en la madurez». Fue entonces cuando -tras publicar varias novelas y desnudar su mente al mundo en la web que lleva su mismo nombre, juliansalascamarero.blogspot.com- se lanzaba a la aventura de plasmar sus reflexiones en un libro en el que insta a «perder el miedo» y que arranca así: «El mundo humano es una tensión continua entre el egoísmo y la generosidad, entre la impasibilidad y la sensibilidad. Este libro sólo es para almas nobles. Las envidiosas, las egocéntricas, las insensibles no necesitan libros, se valen muy bien con sus instintos. Si es usted un listo utilice su tiempo en algo de su provecho, nada de lo que aquí se aconseja le será de utilidad».
Quien opte por cruzar este umbral se encontrará también con las ilustraciones de Beatriz García Sánchez.