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Musical

«Llevo las críticas con frialdad. A mí me importa que cunda al público»

El televisivo Jorge Javier Vázquez interpreta, canta y baila en ‘Iba en serio’, una obra sobre su vida. Hoy en el Fórum

Jorge Javier Vázquez (con chaqueta) cumple su sueño de salir al escenario.-Javier Naval

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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Su nombre despertará euforia y crispación, levantará piropos y abucheos, pero es indiscutible que Jorge Javier Vázquez pasará a la historia de la televisión, con unos u otros epítetos. Pero él, culo inquieto, no se conforma con tocar una tecla. Quiere más. Tras irrumpir en el mundo de las artes escénicas como productor con Miguel de Molina al desnudo, da una pirueta más y él mismo sale al escenario. Actúa, canta y baila en el musical Iba en serio, escrito y dirigido por Juan Carlos Rubio a partir de La vida iba en serio, la primera novela del conductor de Sálvame, basada en su vida, con la que, con Kiti Mánver en el papel de su madre, llega mañana al Fórum (20 horas, 30, 40 y 45 euros).¿Qué Jorge Javier Vázquez descubre el espectador?«El hecho de que yo sea el protagonista a los diez minutos se convierte en algo anecdótico. Lo importante es que todo el mundo en algún momento de la función se ve reflejado en ella. Es un recorrido emocional a través de la vida de cualquier persona de 40 años. Se habla de infancia, adolescencia, amores y desamores, sueños... Descubrirán cosas mías pero también de ellos mismos. Reflexionarán, recordarán, sentirán nostalgia...», responde el presentador convertido en actor, cantante y bailarín.Asegura que enfrentarse a su vida no ha sido duro. «Cuando echas la vista atrás con cierta edad a menudo es muy gratificante». Otra cosa es hablar de los ensayos de la función. Ahí sí sudó la gota gorda.«Yo acabé Supervivientes un domingo a las dos y media de la mañana y el lunes a las nueve ya estaba ensayando. No hubo ningún momento de desconexión. Para mí era muy raro llegar a un sitio y repetir texto, y que me dijeran esto no es así, prueba otra vez... Me tenía que enfrentar a mis propias inseguridades».«Cuando quise una obra en la que yo fuera protagonista elegí el camino más sencillo que era hacer de mí. Yo creía que era más cómodo. Pero la televisión y el teatro son dos medios totalmente diferentes. Y eso fue lo más difícil: adaptarte al medio. Hay gente que dice ‘ay, hace algo sobre sí mismo porque es muy vanidoso’. No, lo hice porque era un reto que podía asumir».

¿Da vértigo no contar con la protección del plasma?«Las tablas de la televisión te sirven para estar en un escenario, que tiene la comodidad de que en él siempre sucede lo mismo. Para mí, que estoy acostumbrado al directo, a tener que improvisar y enfrentarme a situaciones varias, es una ventaja. Luego está el público de cada ciudad, que es muy distinto, y siempre tienes que salir a matar para metértelo en el bolsillo», responde el poliédrico personaje al que, sin embargo, en los primeros compases del espectáculo sí temían sus compañeros de reparto.Recuerda que un día Kiti Mánver le dijo ‘no sabes lo que te agradecemos todos que no metas morcillas’. Él, disciplinado, deja las morcillas para el plato. Ni siquiera ha sucumbido a la tentación de agradar a sus seguidores. «Me hacen mucha gracia algunos comentarios que dicen ‘hay que ver, echamos de menos que se dirija a nosotros y nos hable’. No. Esto es lo que es. Me gusta que no desbarremos», sostiene. «Aquí la partitura es la misma siempre y eso me da mucha seguridad».

Y es que necesita que cada nota suene en su sitio. Porque no contento con actuar, se lía la manta a la cabeza y también canta. Y baila.«Pues mira, sí. A mí lo que más me ha gustado del mundo siempre es cantar y hacerlo en un escenario me da muchísima alegría y más con unas canciones que forman parte de la memoria de todos», confiesa y calla sobre el repertorio para no chafar la sorpresa.Tampoco se moja a la hora de elegir la canción que defina la banda sonora de su vida: «Va por rachas... Esta mañana (por el miércoles pasado) he escuchado a Ana Belén y María Dolores Pradera. Me encantan las dos». Y hasta ahí quiere leer.Las que sí ha leído son las críticas que ha tenido el espectáculo. ¿Cómo las lleva?«Con mucha frialdad, con mucha distancia. A mí me importa que el público se lo pase bien y tenga la sensación de que el dinero que se ha gastado le ha cundido. Y no ha habido función en la que no se haya puesto en pie. Las críticas han sido muy obvias. Me llama la atención que han quedado para el recuerdo las de Málaga, pero ha habido otras absolutamente maravillosas y no han tenido tanta repercusión. Sabía lo que iba a suceder», contesta y pone sobre la mesa las ocho nominaciones que tienen en los premios de teatro musical: «Ante eso qué podemos decir. Los da la profesión».

Este reconocimiento cae como confeti en el sueño cumplido que para Vázquez es actuar. «Era lo que siempre me había gustado. Nunca tuve el valor para salir hasta que Juan Carlos Rubio me dio la seguridad y el ánimo para hacerlo».¿Le quedan otros sueños por cumplir? «El sueño que cumplo cada fin de semana es el de la función. Estamos consiguiendo abarrotar auditorios», enfatiza el presentador que tiene claro cuál es el mayor logro de este montaje: «Conseguir que una persona vaya por primera vez al teatro es maravilloso». Palabra de Jorge Javier.