Felices, pero no rebaño

Teatrería Denuncia regresa en la que se ha convertido en una asentada alternativa al pregón de las fiestas de San Pedro. Mientras el viernes en la Plaza Mayor la autoridad municipal se ajuste la corbata y aclare la voz para entonar el Himno a Burgos, en la Casa de Cultura de Gamonal se sacarán los colores a esos mismos gobernantes incapaces de borrar las injusticias sociales en el estreno de Pensamiento im-positivo, el nuevo montaje de Teatrería Denuncia que, una vez más, hace honor a su nombre.Pensamiento im-positivo aboga por una sociedad más feliz, pero no prefabricada, no de personas sin conciencia crítica, no la de un rebaño de sonrisas cinceladas por un pastor que marca la senda por la que transita cada oveja sin mirar a los lados.El fenómeno tan de moda que se ha dado en llamar coaching es el hilo conductor de esta propuesta cocinada a fuego lento. Un entrenador personal «tan simpático como odioso» coserá las siete escenas que ahondarán en educación, inmigración, familia, la necesidad de tener utopías...«Este año hemos trabajado sobre dos variables. Una primera centrada en la discriminación y las injusticias y una segunda asentada sobre la corriente de psicología positiva que rauda y veloz nos está llegando a todos pero de manera manipulada», marca la directora de este laboratorio, Paloma Fernández Yllana, que precisamente sigue en el taller la filosofía contraria, la de dejar que las ideas fluyan, que se contrasten las propuestas, que se retroalimenten las opiniones... «Esa es la positividad que buscamos», añade sobre este espectáculo que, a diferencia de los anteriores, tira menos de humor, aunque destile parodia y sátira.«Siempre buscamos un río de emociones. Hemos logrado que el humor esté sin destacar demasiado y que las escenas tengan un discurso comprometido sin ser un drama ni una tragedia», ilustra Fernández Yllana al tiempo que se quita el sombrero ante los integrantes de esta feliz aventura que nació hace siete años y ante su compromiso e implicación sin ánimo de lucro (la taquilla se destinará a la coordinadora de la Memoria Histórica), su valentía para explorar en los vericuetos de las artes escénicas sin miedo, con la libertad de no estar atado profesionalmente a las tablas.Esos son Nerea, Subur, Marcos, Alba, Marquis, Yoly, Belén, Eli, Paco, Leticia y Compi. Así sin apellidos. Sin querer ser más que un grupo de amigos que han encontrado en el escenario el vehículo de su pensamiento positivo. Sin imposiciones. Con posiciones.