PINTURA / PREMIO AXA
Miles de Burgos en el pincel
Cerca de 400 pintores adultos y niños salen a la calle para plasmar los rincones de la ciudad en el certamen que organiza Fundación Axa
Más de 10.000 catedrales posibles, más de 10.000 Burgos imaginables se han plasmado ya en sobre el lienzo de los miles de concursantes que han pasado por el certamen de pintura Catedral de Burgos, que ayer cumplía su 21 edición. Bajo un sol abrasador, los rincones del centro histórico se volvieron a llenar de profesionales y aficionados al pincel para reflejar de la mejor manera ‘Burgos y su entorno’, tal y como especifican las bases de un concurso que reparte cerca de 14.000 euros en premios, tal y como recordó el director de la FundaciónAxa, Josep Alfonso Caro.
A media mañana todavía seguía llegando a los pies de la Puerta delSarmental de la Catedral para inscribirse en el certamen, que este año ha superado los 500 inscritos. Este concurso se ha convertido desde hace años en una referencia a nivel nacional, hasta el punto que con la proliferación de este tipo de certámenes «se ha generado un nuevo profesional, que va mucho a este tipo de concursos», apuntaba ayer el presidente del jurado,Carlos Cermeño, pintor, escultor y profesor de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Burgos.
Cermeño explicó que se trata de un certamen«muy singular», con unas normas muy particulares, ya que los concursantes tienen un límite de tiempo, hasta las 18.00 horas, lo que hace muchas de las obras estén inacabadas, aspecto que se debe tener en cuenta cuando por parte del jurado para valorar los trabajos. «Hay que valorar la calidad, teniendo en cuenta que son cuadros que se han hecho en una serie de horas, por lo que siempre se valora aquello que los pintores pueden hacer en ese tiempo». Y, evidentemente, que se vea en el cuadro que se trata de Burgos. Aunque a lo mejor no sea de forma inmediata, sobre todo para alguien que no sea de Burgos, como pasaba con el ganador del año pasado, Sebastián Velasco, quien se decidió por una escena típica de uno de los lugares más reconocibles de la ciudad, el interior del bar del Patillas.Velasco era este año parte del jurado como ganador de la edición del pasado año.
Este ejemplo demuestra que el talento siempre aflora en un concurso de estas características. «Normalmente, son gente con muchísima calidad, que son capaces de hacer no un cuadro completo, pero sí un esbozo de un cuadro muy interesante, que es muchas veces lo que nosotros valoramos y lo que la mayoría de las veces premiamos».
Pero no solo los adultos destilan talento y buen hacer en estas circunstancias, los más pequeños, que participan en tres categorías -hasta los 5 años, de 6 a 10 años y de 11 a 14 años- también ofrecen detalles muy interesantes, según indicaba ayer Cermeño. «Se ve la frescura de los chavales». Y después de la «vorágine» del concurso de los adultos, siempre viene bien repasar los trabajos de los menores.Lo principal que se valora en sus trabajos es «la frescura», lo que los «chavales pueden hacer en ese tiempo».