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Certamen de Coreografía Burgos-Nueva York

El palmarés de la niña bonita

Las ganadoras de las categorías de Danza Contemporánea, Sara Angius, y Urbana, Aina Lanas, hablan emocionadas de su paso por el festival burgalés

Arias Fernández y Aina Lanas, en ‘AtoA’.-Gerardo Sanz

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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El Certamen Internacional de Coreografía Burgos-Nueva York escribió el punto y final el viernes por la noche. La niña bonita se fue. Queda su palmarés. Artistas con más o menos trayectoria para los que el nombre de la ciudad del Arlanzón ya forma parte de su historia. La italiana Sara Angius se subió a lo más alto del podio de Danza Contemporánea, la sección estrella, dotado con 9.000 euros. Le siguieron el albanés Klevis Elmazaj, con Until the sand (6.000 euros), y los españoles Jesús Benzal y Ole Kristian Tangen, con empty.after (3.000 euros). En Danza Urbana, Aina Lanas y Arias Fernández se impusieron al francés Bouside Aït Atmane, con premios dotados con 2.000 y 1.000 euros. A estos galardones se sumó una lluvia en especie en forma de colaboraciones o residencias con el Festival Solodos en Danza (Costa Rica), Centro Coreográfico de La Gomera, Ventana Abierta, L’Estruch de Sabadell, Abril en Danza, Cuerpo Romo, Ballet de Sienna y TAC de Valladolid.

SARA ANGIUS: «Me encanta la atmósfera, más convivencial que de competición» 

Han pasado ya algunas horas desde que subiera al escenario del Teatro Principal a recoger el máximo galardón de Danza Contemporánea y la italiana Sara Angius aún habla emocionada de lo vivido en el Burgos-Nueva York. «Es un honor para mí. No me lo esperaba. Estoy muy contenta de haber participado. Es una emoción increíble. Más que por el premio, por la atmósfera que hemos vivido con el resto de participantes. Ha sido más convivencial que de competición», afirma la coreógrafa, también intérprete junto a Loretta D’Antuono de The fish bowl, el trabajo ganador.La creación, apunta su autora, dibuja sobre las tablas la búsqueda de la identidad del ser humano. «Habla del ser humano, de las circunstancias cotidianas de la vida que llevan a las personas a construirse máscaras, como de las que habla Pirandello, para relacionarnos con los demás», introduce y señala que el título, La pecera en español, es una metáfora en la que ella asemeja al ser humano con un pez dentro de una pecera, «que nada en un agua de superficialidad y apariencia».The fish bowl, prosigue Angius, escenifica la relación de la propia persona con esas imágenes que se fabrica como parte de una sociedad y para interactuar con ella. «A veces queremos salir de ellas, pero forman parte de nosotros, tenemos que convivir con ellas y algunas veces lo hacemos en armonía, pero otras nos rebelamos», ahonda la coreógrafa a punto de coger un avión.Angius, como muchos de sus colegas, también baila. Asegura que la interpretación de la pieza creada por uno mismo es un ejercicio fácil. «Todavía sigo bailando y disfruto mucho haciéndolo y más si son cosas mías», sostiene la artista italiana, que visitaba el Burgos-Nueva York por primera vez y se ha ido de él más que entusiasmada por el trato recibido y por la calidad del resto de participantes, que han sido más colegas que rivales.

 

AINA LANAS: «La urbana y la contemporánea están cada vez más unidas»

Aina Lanas también habla de sorpresa. Y además muy grande. Tanto ella como Arias Fernández, su partenaire en la creación de la coreografía y en su interpretación, habían visto en otros certámenes el nivel de algunas obras con las que competían y no se esperaban la victoria final. «Nos ha hecho mucha ilusión. El público reaccionó muy bien. Es una pieza arriesgada que juega con el humor y si la gente no responde a nosotros nos da el bajón. El de Burgos fue muy receptivo desde el principio. Ya de la semifinal salimos muy contentos», destaca esta barcelonesa que ya conocía el Burgos-Nueva York, donde había estado con una compañía anterior.Llama la atención igualmente sobre la importancia de salir a escena junto a las coreografías de Danza Contemporánea y con un patio de butacas con la escrutadora mirada de programadores y gente con mucha trayectoria. «Más que felices de estar en esta plataforma tan importante que es Burgos», insiste, a pesar de que la diferencia de dotación económica entre la Contemporánea y Urbana es abismal.Ella reconoce que sí se lo ha planteado, pero asegura igualmente que la llega más la apuesta de este festival por las artes de la calle, que ha mantenido e incluso mejorado a pesar de los malos tiempos vividos. «Agradezco que nos den esa oportunidad y pueda crecer».Advierte que la presencia de la Urbana en este tipo de citas va a más y que las fronteras que separan ambas disciplinas se difuminan cada vez más con una influencia recíproca. «La Urbana aún no tiene tanto lugar porque sigue siendo más underground, de eventos aislados, de batalla, pero cada vez están más unidas y no sentimos ninguna discriminación», se explaya esta artista que sabe de lo que habla. Tiene una base de clásico y contemporáneo y se enganchó de forma natural a la Urbana en su Barcelona natal, donde conoció al madrileño Arias Fernández, con el que comparte vida profesional y personal, un doblete sin el que AtoA, la propuesta que los ha llevado a lo más alto, no sería la misma.