Pon un poeta burgalés en tu libro

Bernardo Cuesta Beltrán, Carlos Briones, Rafael Núñez Rosáenz, José Gutiérrez Román, Victoriano Crémer, Juan José Ruiz Rojo, Ricardo Ruiz y Tino Barriuso tienen algo en común. Los ocho han nacido a orillas del Arlanzón, los ocho tradujeron en versos el aliento de las musas y los ocho son protagonistas de la campaña que la Asociación Provincial de Libreros lanzó el pasado mes de noviembre para aupar la compra de poesía y difundir el trabajo de los vates burgaleses.El autor de Noticia de un antiguo paraíso es el último en sumarse a esta tropa poética que tuvo en el recordado Cuesta Beltrán, fallecido hace más de cuatro años, a su primer baluarte.El presidente del gremio, Álvaro Manso, admite que la poesía es un género en boga, pero reconoce que en esa tímida subida de las ventas nada ha tenido que ver esta campaña. «Se compra más por el fenómeno propiciado por cantautores como Marwan o Rayden, que atraen a la gente joven y es fabuloso. Solo con ver a este público en las librerías es suficiente», reflexiona y advierte igualmente que las ofertas económicas que se pueden realizar como gancho no pueden ir más allá del 5% de descuento, que es el que hacen los establecimientos asociados en la compra de poemarios el último miércoles de cada mes.Sí atribuye a estos marcapáginas un posible mayor conocimiento de los literatos burgaleses y de su obra. Incluso, dice, hay quienes los coleccionan y los piden sin comprar poesía.«Habrá doce poetas burgaleses a los que por lo menos la gente pondrá nombre, cara y un poema», sostiene Manso y da así por buena esta iniciativa que tendrá continuidad. Quedan todavía muchos autores en el Parnaso local.La idea inicial del proyecto comprendía la celebración de lecturas poéticas. A este renglón del guion aún no se ha llegado. Paso a paso. El interés permanece y esperan ponerlas en marcha próximamente sabedores, por experiencias anteriores, del interés que despiertan.«Es difícil articularlo. Nos tenemos que poner de acuerdo las librerías», apostilla la cabeza visible del gremio, que no tira la toalla y lo ve factible. Pero con tiempoLos versos están en la agenda. La entrega del Premio de Poesía Ciudad de Burgos -su cuadragésimo tercera edición admite originales hasta el 30 de septiembre- siempre orbita como una buena fecha para poner en marcha nuevas propuestas, pero «es difícil que cuajen las iniciativas». Incluso cuando las musas son parte interesada.