CINE
Adaptaciones musculadas
La novela de Lewis Wallace, un valor seguro para mostrar los fastos de Hollywood
'Ben-Hur', la novela, ha sido uno de los más celebrados 'best-sellers' de la literatura norteamericana, capaz de disputarle durante años el cetro de la popularidad a 'La cabaña del Tío Tom' o 'Lo que el viento se llevó'. La escribió en 1880 un exgeneral amigo de Abraham Lincoln, Lewis Wallace, por entonces gobernador de Nuevo México, quien durante el día ejercía de Némesis de Billy El Niño, dictando sus bandos de busca y captura, mientras que por la noche se imbuía de un fenomenal fervor religioso y se trasladaba a Tierra Santa (sin haber estado jamás allí) para relatar muy pomposamente la historia del judío Ben-Hur con el trasfondo histórico de la vida pública de Jesucristo.
Las peripecias de Judá Ben Hur estaban pidiendo a gritos una superproducción. Y cuando en los años 20 Metro Goldwyn Mayer se propuso llevar al cine la novela no escatimó presupuesto. (En 1907, un corto de 15 minutos centrado únicamente en la carrera de las cuadrigas, se había quedado lejos del esplendor que necesitaba la historia). La versión muda dirigida por Fred Niblo y protagonizada por el rival de Valentino, el 'latin-lover' Ramon Novarro, tuvo un rodaje caro y complejo. Hasta 43 cámaras se utilizaron en el famoso pulso entre Ben Hur y Messala. De hecho, uno de los camarógrafos fue William Wyler que más de 30 años más tarde dirigiría la versión más recordada y oscarizada (tendría que llegar ‘Titanic’ y después ‘El señor de los anillos. El retorno del rey’ para igualar sus 11 estatuillas).
Gracias a su formato panorámico, su tecnicolor, sus 10.000 extras y su poderosa vocación de gran espectáculo la película de 1959, con el icónico protagonismo de un musculoso Charlton Heston, intentó ser un enorme torpedo en la línea de flotación del auge televisivo. Y lo logró, por lo menos durante algún tiempo. Luego la pequeña pantalla le hizo el honor de convertirla en una de las citas ineludibles de la Semana Santa.
OFENSIVA CONTRA LA TELE
Menos explícito pero evidente era el sesgo que uno de los guionistas, el escritor Gore Vidal, intentó dotar a la relación entre Ben-Hur y Messala, animando a Stephen Boyd, que encarnaba al segundo, a que mirara con incendiada pasión a Heston, ignorante de los manejos de Vidal y poco comprensivo con la homosexualidad.
La última versión de 'Ben-Hur' es televisiva, una miniserie británica de dos capítulos fechada en el 2010 y protagonizada por Josep Morgan, uno de los atractivos vampiros de la serie 'Crónicas vampíricas' que contó en su reparto con otros bellos españoles como Miguel Ángel Muñoz y Lucía Jiménez.