El patio de butacas huele a Nenuco

Cuando Ana Gallego, fundadora de Teloncillo, vio en Avignon un cartel anunciando teatro para bebés pensó que los franceses se habían vuelto locos. Pronto cambió de opinión. Cuando a Javier Rey, alma de La Sonrisa, la compañía vallisoletana le sugirió la posibilidad de hacer un espectáculo para los más pequeños también pensó lo mismo de sus colegas. Y también él pronto cambió de opinión. La escena para la más tierna infancia es un camino al que se suman cada vez más grupos que han visto un campo a explotar y el mejor vehículo para tener en el futuro un público sensible y crítico.

Han aumentado los montajes y los programas específicos en los teatros. Ahí irrumpe El Principal a gatas, organizado al alimón por el Ayuntamiento y La Sonrisa, que celebra su tercera edición con tres compañías en cartel.La anfitriona vuelve por tercer año consecutivo con Pompón, del que representará doce funciones (mañana, el domingo, 22 y 23 de octubre y 5 y 6 de noviembre). Teloncillo, pionera en la Comunidad en esta especialidad, regresa con Olas (15 de octubre) tras traer Azul y Besos los años anteriores. Cierra la terna la burgalesa Margarito & Cía, que se adentra en este camino con Bu (29 y 30 de octubre).Las escenificaciones serán en la sala de ensayos del Teatro Principal. Las entradas cuestan 5 euros y el aforo está limitado a 50 niños y 50 adultos.«Es una experiencia difícil de describir. Los padres te felicitan. No se creen lo tranquilitos que están. Y es que los hipnotizamos. Los chiquitines se quedan embobados. Y tú cuando sales de hacer un espectáculo para bebés te quedas limpio por dentro. Es felicidad. Te cargas de energía», explica Javier Rey, alma de este ciclo, pionero de este teatro en Burgos, que avanzó su propósito de crear un nuevo montaje para este público. Algo que ahora mismo le hace más ilusión que nunca. Al payaso de La Sonrisa le quedan tres semanas para ser papá. El patio de butacas ya espera a Ariadna.