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II Foro de la Cultura

Una sociedad más global... y más local

Juan Luis Arsuaga y la escritora Julia Navarro diseccionan al hombre del siglo XXI en un Salón Rojo abarrotado

La charla entre Julia Navarro y Juan Luis Arsuaga, moderada por Mara Torres (i.), despertó curiosidad.-Santi Otero

Burgos

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El reto era analizar la evolución del ser humano desde las conductas primitivas a las identidades globalizadas y la escritora Julia Navarro y el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga, director del Museo de la Evolución Humana (MEH), cogieron el guante y condujeron al público por un recorrido de «millones de años», como apuntó la moderadora del encuentro, la periodista Mara Torres, que definió a los dos contertulios como «grandísimos contadores de historias».Y ambos coincidieron a la hora de destacar que la globalización que define el siglo XXI no arrasará con la identidad particular del ser humano.El codirector de las excavaciones de Atapuerca se mostró de acuerdo con la tesis de que «la verdadera socialización individualiza». «Parece que la socialización anula al individuo, nos hace más anónimos, menos originales, pero no tendría que ser así. En un mundo cada vez más global, los humanos podemos ser más iguales, pero a la vez más diferentes. La diferenciación nos hace ser más funcionales», aseguró.La autora de Historia de un canalla, La Hermandad de la Sábana Santa o Dime quién soy, convino con Arsuaga en que la globalización no va a anular las singularidades de las personas: «El hombre del siglo XXI tiene dos identidades. Conviven en él el mundo global y el mundo y la identidad particulares, más próximos a la cultura local y nuestras costumbres».La también periodista, en un encuentro previo con sus colegas, abordó igualmente los cambios que las nuevas tecnologías han provocado en el mundo de la comunicación. «En lo que va a desembocar no lo sé; lo estamos viviendo», señaló.Pese a esa incertidumbre, Julia Navarro se mostró optimista en cuanto a que «esta revolución traiga cosas positivas».El paleoantropólogo reconoce el impacto de Internet y su peso en la historia, aunque espera que la globalización y la «conexión cerebral» lograda con la tecnología no acabe con la individualidad. «La verdadera socialización no ha de individualizar ni anular al individuo», dijo el director del MEH, que espera que la sociedad siga valorando «que una sociedad es más rica en la medida que se compone de individuos más diferentes entre sí».El científico anota que si se quiere que haya inventores en el futuro o personas que hagan cosas increíbles ha de poder mantenerse esa conciencia individual frente a una colectiva o globalizada que estandarice todo.Ambos, en esa cita previa con los medios de comunicación, compartieron cuánto les costó desprenderse de esos instrumentos de trabajo analógicos que los han acompañado durante tanto tiempo. Incluso confesaron que aún los conservan.Arsuaga se niega a dejar su vieja agenda de bolsillo y aún la lleva junto a su móvil con todos los teléfonos y direcciones, «porque es mucho más cómodo», en declaraciones recogidas por Ical. Mientras que Navarro, que ahora no se separa de su ordenador, recordó «lo mucho que le costó abandonar su vieja máquina de escribir».La novelista y el científico charlaron ante un Salón Rojo abarrotado. Muchos se quedaron sin silla y siguieron las palabras de ambos de pie e incluso hubo quien se tuvo que quedar con las ganas.