Música
Folk con fantasía y sin corsés
Cira Qu, el cuarteto formado por Blanca Altable (violín), Zulaima Boheto (chelo), Jesús Parra (guitarra) y Blanca Agudo (bodhrán), saca las cosquillas al folclore en su homónima ópera prima
Desde la más tocada de las melodías recogidas por Agapito Marazuela a una jota mecida por el sonido americano; desde una mazurca de Teófilo Arroyo a unas seguidillas con vuelo escocés; desde el flirteo de una popular jota con los ritmos sudamericanos a una versión libre de una de las canciones recopiladas por Antonio José. Cira Qu convierte en fantasía el folclore y en su ópera prima, homónima, le hace cosquillas sin corsés, con imaginación y desde el respeto a la música tradicional de la que se saben deudores.El cuarteto formado por la violinista burgalesa Blanca Altable, la chelista afincada en Burgos Zulaima Boheto, el guitarrista segoviano Jesús Parra y la percusionista madrileña Blanca Agudo escribe un capítulo más en una historia que empezó en 2012.Cira Qu, que se vende en la librería del Espolón y en la tienda Dr. Music y aún no tiene fecha de presentación, salió del estudio Arco del Valle de la mano de Andrés Vázquez Archdale. Precisamente fue él quien tiró de los cuatro músicos para hacer este disco que se grabó en 2015 y se mantuvo en un cajón hasta que, de la mano del programa CREA de la Fundación Caja de Burgos, llegaron los cuartos.Se compone de once canciones que destilan el espíritu que alienta a este conjunto. Un alma abierta, con una alegría que mueve sin remedio los pies en la pista de baile, amiga de los ritmos del mundo y que no deja de mirar a la música tradicional con el sombrero quitado.De sus mayores beben y por aquí pasan el folclorista segoviano Agapito Marazuela, el citado Antonio José y, sobre todo, el dulzainero de Sotillo de la Ribera Teófilo Arroyo, uno de aquellos músicos que en el siglo pasado mantuvieron viva la dulzaina cuando este instrumento agonizaba. «Tenemos un filón con él. Además de tocar como los ángeles componía pasodobles, habaneras y otras piezas para dulzaina basadas en ritmos tradicionales y en lo que en aquellos años se llevaba que eran los bailes europeos como foxtrot, mazurcas, swing...», reivindica Altable, nieta de Simón Altable, otro de esos valedores de la dulzaina.La mazurca A la orilla del río, el foxtrot En la plaza, con un toque swing, y su conocida Jota a mi tierra, unida a Jota Serrana, del dulzainero ribereño, se aúpan a este trabajo. La tradición burgalesa también alimenta Bailes de pandereta y Jota Peñarandina, que con Cira Qu viaja hasta Sudamérica.Composiciones propias son Rueda a la sueca para mi madre, Seguidillas escocesas, California y Arbolé, que arranca con los bailes al agudo de las tierras del norte de la provincia y Cantabria con un ritmo más vivo y continúa con un swing propio con tintes de fiddle americano.El disco comienza con una versión de Entradilla segoviana, una de las piezas tradicionales más conocidas e interpretadas recogida por Marazuela en su Cancionero de Castilla, y se cierra con Como quieras que te quiera, una jota de Cantabrana que recopiló Antonio José y que el grupo interpreta en el documental que se está grabando sobre el compositor fusilado en 1936.«Cira Qu se acerca al folclore castellano desde el punto de vista instrumental y con cuatro músicos que venimos cada uno de un lugar, desde el clásico al swing, la propia música tradicional o el folk de corte irlandés. Es una propuesta interesante de revisión de las estructuras del folclore. No hacemos tradición, sino folclore imaginario. Lo llevamos a nuestro terreno y de ahí parte una historia completamente diferente», desarrolla Altable.La suya tiene como protagonistas a la guitarra, el violín, el chelo y el bodhrán y aunque para el gran público pueda parecer una unión exótica, no lo es tanto.«No es tan arriesgado. Encajan mucho mejor de lo que pueda parecer. Son de la misma familia», matiza al tiempo que reconoce que sí son instrumentos poco habituales en la música tradicional. Pero es que lo suyo no es eso. Lo suyo es otra cosa. Es un folk de fantasía.