Artes escénicas
Un palacio encantado infinito
Teatro Paraíso/Kunarte transforma Cultural Cordón en una ciudad nueva que se patea, se mira, se escucha, se toca y se siente a vista de niño y donde la Cultura es la reina y señora. Los recorridos por esta instalación siguen hoy y el domingo 15
Caminar sin zapatos, corretear con calcetines o con los pies desnudos, jugar con la arena de la playa sin tener que protegerse del sol, colarse por las ventanas, adentrarse solo en el mar, saltar más alto que las olas y jugar al escondite con ellas, soltar peces en el río en vez de pescarlos, llevarse corales y algas embotellados, pisar la hojarasca de un camino infinito, adentrarse en un bosque que nunca se moja, subirse a un árbol con hojas de colores y flores de lana, mirarse en el espejo de los patos, perderse en un laberinto que suena a campanillas, escuchar los latidos de un corazón contento...Los niños encuentran un pequeño edén en Con mi llave del Cordón..., una instalación creada por Teatro Paraíso/Kunarte por encargo de la Fundación Caja de Burgos con motivo del décimo cumpleaños de su programación cultural. Su objetivo final es abrir al público menudo (está dirigida a niños de 1 a 5 años acompañados de adultos) el maravilloso mundo de la Cultura.«Queremos que los niños se apropien de la Cultura, vivan sus primeras experiencias y se emocionen generando vínculos entre pequeños y grandes», resume Pilar López, anfitriona de este mágico espacio junto a Kristel Karlsson.La nueva ciudad construida en el antiguo Palacio de los Condestables tiene una plaza que se llama de las Emociones, con hierba fresca que hace cosquillas a Adrián en los pies y un árbol de la risa que se la provoca a Eric sin remedio. Late en ella un corazón gigante. Y un sol que no quema acompaña sus juegos en la Playa de la Curiosidad, donde vuela la arena con Lucía a los mandos mientras Elena escribe su nombre.«Mancharse, tocar las cosas que tienen delante, trastear en la cocina... no es gratuito. Son pequeños científicos y tienen que manipular los objetos para ordenar su cabeza y saber que ocupan un lugar en el mundo. En esta sociedad en la que vamos tan deprisa, a veces les cortamos esos juegos y es como si a un investigador le quitamos el ensayo. Si no lo guardamos y damos continuidad es como obligarle a empezar de nuevo una y otra vez», ilustra Pilar López, burgalesa que se fue de pequeña a Vitoria, a la que esos juegos le hacen recordar su infancia en las calles de La Ventilla con su abuela.Baña a esta ciudad un mar azul, que a Adrián le gustaría llevarse entero a casa, y cuenta con un Bosque de la Creatividad que despierta un expresivo ¡guau! en pequeños y grandes cuando lo descubren. Si por unos y otros fuera, nunca lo abandonarían. Papeles de colores, pompones de lana, llamativos paraguas, mullidos asientos para el descanso, patos sobre aguas de plata... «Inventar es una cosa esencial. Hay que tener la cabeza abierta y emocionarse para construir nuevos mundos».Un viento huracanado empuja a niños, padres y abuelos al Camino de la Experimentación, que a algún padre le hace lamentar no haber hecho la mili en su momento, un divertido laberinto en el que nadie quiere dar con la salida. Son Inés y Pablo los que encuentran de nuevo la Plaza de las Emociones. Y una fiesta no puede serlo si no hay baile, y música, y corros de la patata, y besos, y corazones contentos, y luces de colores... y sorpresas sin fin.En la agenda
Funciones. Con mi llave del Cordón... se pone en marcha hoy a las 12.30, 17.15 y 19.15 horas y el domingo 15 a las 17.15 y a las 19.15 horas. Entrada: 5 euros (niños) y 10 euros (adultos).Sesiones escolares. Los escolares se adentrarán en esta ciudad los días 9, 10, 11, 16 y 17 de octubre.