El Correo de Burgos

Música

La dulzaina mantiene su tirón

El instrumento más castizo del folclore castellano celebra hoy su día con la alegría de vivir un «momento muy bonito», con un equilibrio entre la conservación del legado de los viejos y las nuevas y arriesgadas propuestas de los jóvenes. Nueve grupos participan en el pasacalles en el centro y en un festival en Las Bernardas

Dulzaineros llegados de distintas partes de España volverán a animar hoy el vermú en el centro.-Israel L. Murillo

Dulzaineros llegados de distintas partes de España volverán a animar hoy el vermú en el centro.-Israel L. Murillo

Publicado por
A.S.R.
Burgos

Creado:

Actualizado:

La dulzaina, el instrumento más castizo del folclore castellano, mantiene el tipo. «Vive un momento muy bonito», resume el director de la Escuela Municipal de Dulzaina, Miguel Alonso, que se basa en el creciente número de alumnos que tienen los centros que imparten la enseñanza de este instrumento que estuvo a punto de desaparecer en los cincuenta y resurgió a mediados de los setenta por el empeño de un puñado de inquietos músicos. Aquellos tiempos de agonía desaparecieron y nunca más volvieron. «Está totalmente recuperada. Solo la provincia de Burgos cuenta con 100 dulzaineros. Estamos en un momento álgido», añade.Un buen botón de muestra de esta realidad es el centenar de músicos que se citarán hoy en la celebración del XXXII Día del Dulzainero. Nueve agrupaciones procedentes de Castilla y León, Cantabria, País Vasco y La Rioja animarán la hora del vermú por las calles del centro (salen de San Lorenzo, 32 a las 13 horas) y los mismos saldrán al escenario de la Capilla de Las Bernardas en el tradicional festival (19.30 horas, entrada libre).Roberto Etxebarria eta Erreskan (País Vasco), Dulzainas del Astillero (Cantabria), Gaiteros de Logroño (La Rioja), Dulzaineros de Campos (Palencia), La Charambita (Villanubla, Valladolid), Escuela de Dulzaina y Percusión Tradicional de Macotera (Salamanca), Dulzaineros de Capiscol, Amigos de la Dulzaina y Escuela Municipal (Burgos) pondrán la banda sonora al sábado.Una de las claves de este dulce devenir es el equilibrio conseguido entre la conservación del legado de los viejos músicos que salvaron de la extinción al instrumento y las nuevas y arriesgadas propuestas de los jóvenes artistas.«A la estampa tradicional de dulzaina y caja, que todavía se mantiene con fuerza, se han unido otras que la juntan con instrumentos de otra índole como saxofón, teclados, guitarra eléctrica o bajo. Se está experimentando mucho y aparecen grupos que la tienen como elemento fijo en sus formaciones», observa el director de la Escuela de Dulzaina al tiempo que admite como reto la inclusión en las orquestas sinfónicas. «Se están dando algunos pasitos, pero son escasos aún. Sí está más desarrollado por Valencia y empieza a aparecer en Castilla», advierte y señala que tampoco hay que echarse las manos a la cabeza: «Hay instrumentos que han nacido para ser tocados en salón y otros, como la dulzaina, tienen a la calle como su hábitat natural».También se resiste su presencia en los conservatorios. En Castilla y León solo el de Segovia la oferta.

«Su enseñanza está garantizada con las escuelas que la impartimos gracias a la continuidad que tenemos, pero la presencia de esta asignatura en los conservatorios propiciaría la salida de profesionales que se podrían convertir en profesores y el futuro de los centros estaría en sus manos», expone Alonso.

La Escuela Municipal de Dulzaina de Burgos, que se creó en 1979 para evitar que el instrumento volviera a caer en el olvido, mantiene entre 90 y 100 sus estudiantes repartidos en sus dos sedes, la de San Lorenzo, 32 y la de Capiscol.El alumnado, como el resto de dulzaineros, es sobre todo masculino. He ahí, apunta su responsable, una de las asignaturas pendientes. Aventura que se debe a que ha sido un instrumento tradicionalmente de hombres y que, como la trompeta u otros de viento, se requiere una gran fuerza pulmonar que les hace menos atractivos que otros. Aun así, cada vez son más las mujeres que apuestan por la dulzaina.

tracking