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Música

Fetén Fetén baila en cubierta

El dúo publica ‘Melodías de ultramar’, once canciones trufadas por los ritmos asumidos en sus viajes por Europa, América, África y Asia. Se presenta en concierto el domingo 17 en Cultural Caja de Burgos

Jorge Arribas (i.) y Diego Galaz publican el cuarto álbum de Fetén Fetén, una aventura que iniciaron hace siete años y ya consideran consolidada.-David Palacín

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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Diego Galaz y Jorge Arribas se visten de bonito, se calan la gorra y se atan sus zapatos bicolor para emprender una nueva aventura. Se suben a los grandes trasatlánticos que unían las dos orillas del océano para seguir viviendo el sueño que empezaron a fraguar hace siete años. Fetén Fetén se consolida como proyecto con su nuevo disco, Melodías de ultramar, once canciones trufadas por los ritmos asumidos en los continentes americano, africano, asiático y en la misma península ibérica.«Hemos hecho un viaje a través de muchas influencias. Nuestras composiciones no son un ejercicio de etnomusicología para ver cómo funciona la música tradicional aquí o allá, simplemente los viajes a Latinoamérica, norte de África, Estados Unidos, Asia o Europa nos pusieron sobre el tapete un montón de melodías que han aparecido a la hora de componer», explica Diego Galaz y advierte que una vez más, «aunque aquí con más sentido», reivindican la música de ida y vuelta, la que se mezcla en los barcos.Considera que hacerse eco de estas influencias era el devenir natural de la trayectoria de Fetén Fetén. Después de un primer trabajo, Fetén Fetén, alentado por tantos años al lado de La Musgaña y la influencia del sonido tradicional castellano y un segundo, Bailables, alumbrado tras tocar en las plazas de muchos pueblos y escuchar mucha música de baile europea, ahora debían aflorar otras melodías de allende la mar como chacareras, corridos o fandangos que los han acompañado en su caminar.Se echan a la mar con los pescadores vascos en sus humildes barcas hacia tierras remotas (Fandangos y txalupas). Acarician acordeones, bailan tarantelas y se impregnan del olor a naranja y pesto en el barrio neoyorquino donde se asentó la colonia italiana (Little Italy). Se divierten mezclando imposibles ritmos (Pasodoble del Magreb). Tocan hasta el infinito y más allá al grito del camotero mexicano (Camotero) y cantan con una vieja amiga un corrido (La vieja emoción).Se debaten entre la nostalgia de lo dejado atrás y la esperanza por encontrar un mundo mejor en un puerto gallego (Miña terra no corazón). Trazan un tango (Milonga Fetén) y dibujan un puente entre el norte y el sur de la mano de los cántabros que instalaron sus ultramarinos en Cádiz (Tanguillos chicucos). Enloquecen con la explosión musical de las calles de la ciudad costarricense de Santa Cruz (La Tomasita), se sorprenden de la felicidad que dibuja el claqué en Canadá (‘El zapatones’ de Quebec) y brindan por una más del amigo Nacho (Los dos pichones).Después de tres discos -dos instrumentales y uno con letra-, el sonido Fetén es inconfundible, pero Galaz y Arribas son músicos inquietos. Y Melodías de ultramar, publicado con una ayuda CREA de la Fundación Caja de Burgos, acarrea novedades. Se incorporan instrumentos. El más evidente: la voz. Carmen París entona La vieja emoción, con letra de Sebastián Schon (autor de todas las de Cantables), y Javier Ruibal, Tanguillos chicucos, con texto suyo.«Es la primera vez que en un disco instrumental metemos voces y qué mejor que la de dos premios nacionales», observa el violinista, que suma a la terna de amigos colaboradores a Nacho Mastretta, «que no deja de ser un tercer Fetén», que ha compuesto un tema en cada álbum. Aquí firma Los dos pichones.

Suenan violín, acordeón, serrucho, mandolina, flauta silla de camping, basuri... Suman la zanfona, un instrumento medieval a la que está tomando la medida Galaz, y el kaval búlgaro, que toca Arribas, además del sonido de la guitarra española, ausente en anteriores trabajos.Este álbum, producido por Carlos Raya, diseñado por Laura Mayo y a la venta en Música y Deportes, se presenta en concierto en Cultural Caja de Burgos de la avenida de Cantabria el domingo 17 (19.30 horas, 12 euros). Una noche antes harán lo propio en el Café Berlín de Madrid.El 21 de junio, estrenarán un nuevo proyecto, Fetén A-banda, con el que quieren fundirse con las bandas de cada pueblo. Debutarán con la Andrés Isasi de Getxo. Y seguirán girando con Fito, y viajarán a Francia, Alemania, Austria, y bailarán en las plazas de los pueblos españoles, y harán la música para un espectáculo de títeres en Costa Rica, y continuarán colaborando con Ruibal, Rozalén o Depedro...Confiesa Diego Galaz que cuando iniciaron este sueño hace siete años no imaginaron que se iba a consolidar como lo ha hecho: «Y consolidar significa que se pone en boca de la gente desde el respeto y se empieza a conocer. En la época en la que solo existen los festivales y otros estilos de música, para nosotros es un éxito muy rotundo».