FESTIVAL TRIBU
«Es una experiencia muy bonita y enriquecedora»
Christina Rosenvinge y Pedro Bartolomé, director de la Josbu, aplauden la oportunidad de tocar en clave orquestal las canciones roqueras de ‘Un hombre rubio’, el último disco de la cantautora
Con el patio de butacas lleno y mucha expectación por ver el resultado de la simbiosis entre rock y orquesta, arrancó anoche una de las propuestas más especiales del Festival Tribu, un concierto único que unió los caminos de Christina Rosenvinge y la Joven Orquesta Sinfónica de Burgos (Josbu), bajo la batuta de Pedro Bartolomé, en Cultural Cordón.Unas horas antes, unos y otros se afanaban por acoplarse a los ritmos del contrario y hacer que la magia envolviera al público deseoso de nuevas experiencias. En las partituras, los arreglos de Jag Stone y Raúl González de doce canciones de la cantautora madrileña, las nueve de su último disco, Un hombre rubio, y alguna más. Todos exprimieron la mañana para poner en común lo ensayado por separado. Bájame un tono aquí, aléjame un bafle allá, repetimos desde el principio... Solo soñaba con desaparecer, ser alguien distinto, nada que esconder, no tener tanta prisa por crecer... Todos se veían encantados con la oportunidad.«Es una experiencia muy bonita porque son canciones en clave rock que, de repente, se arreglan orquestalmente, que no está tan lejos, pero las lleva a otro sitio, aunque ambos son canales de conexión», señalaba Christina Rosenvinge con el asentimiento de Pedro Bartolomé, que, tras intercambiar mensajes, se vieron las caras por primera vez ayer por la mañana.La cantautora madrileña admitía que la belleza de esas canciones, que ella ha interpretado y escuchado en innumerables ocasiones, destilan otra magia con la incorporación de las cuerdas y el viento metal. «Se enriquecen y se lucen detalles de la composición que a veces con la banda habitual pasan bastante desapercibidos. Es un experimento muy bonito llevarlas a otras texturas», abundaba la artista, que no es la primera vez que se mete en el laboratorio musical -«es algo que me encanta»-, aunque sí que escucha los temas de Un hombre rubio bajo este prisma.Expresivo se mostraba el batuta de la Josbu. «Para nosotros es un mundo nuevo totalmente y también enriquecedor porque se crean unas nuevas versiones muy interesantes», destacaba Bartolomé y observaba que para ellos también es una primera vez. Las colaboraciones han sido habituales en su lustro de vida (Orfeón Burgalés, Orfeón Cántabro, Conjunto Lírico Burgalés...), pero nunca antes habían guiñado el ojo a un artista pop (acompañada por batería y bajo).Un grupo de 12 jóvenes músicos (violín, viola, violonchelo, trombón y trompa) se enfrentaba al reto.Ilusionadas con el desafío, pero agotadas, las violas Raquel Martínez y Cecilia Valbuena agradecían el descanso para comer. «Está siendo una experiencia diferente. Estamos acostumbrados al repertorio clásico y es interesante salir de la zona de confort», anotaban mientras subían las escaleras del antiguo palacio de los Condestables hacia la salida, deseosas de ver la luz tras la oscuridad de la cueva que ha sido su casa en los dos últimos días.Convenían en que estaba siendo «menos complicado» de lo que pensaron al coger el guante. «Lo estamos llevando bastante bien», conjeturaban mirándose la una a la otra y apuntaban como la mayor dificultad «escucharse a uno mismo mientras escuchas todo lo demás, porque vamos amplificados y no estamos acostumbrados». Veinteañeras ambas, conocían a Christina Rosenvinge, aunque confesaban que de lejos. Han descubierto a una artista.
Hoy, espacios para pequeños y grandes
Paseo del Espolón. Expolón, la intervención artística de los plátanos del Espolón por parte de creadores plásticos, se extiende todo el fin de semana en el céntrico paseo. La propuesta, comisariada por la Asociación SIO2, se centra en la violencia. Estará abierta desde las 11 horas y a partir de las 17 horas contará con la animación de Tatanka Sound System.Biblioteca Pública. El Minitribu despega con la Biblioteca Pública (San Juan) como escenario con la instalación participativa (11 horas, entrada libre) y el taller de luz negra (18 horas, con invitación) que propone la Asociación Berbiquí. El mismo espacio albergará una cita enogastronómica con el sumiller Fernando Mayoral y los vinos del Arlanza (19.30 horas, 22 euros, a la venta en Carabás, La casa de las musas y www.wegow.com).Plaza de San Juan. La céntrica ágora será el epicentro del festival el fin de semana. Además del Food Truck Market (desde las 12 horas) y la instalación efímera del taller de arquitectura Ajo, el escenario San Miguel, con acceso libre, será un sin parar: Delafé (13.30 horas), dj Rúper (14.30 h.), The Mani-las (19 h.), Shirley Davis & The Silverbacks (20.30 h.), Delaporte (22 h) y Brian de Calma (23 h.).MEH. Pure Hemp adelanta el que será su primer disco, Reset Planet, que saldrá en noviembre, en una actuación en el Museo de la Evolución Humana a las 20.30 horas. Entrada libre.